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Es domingo por la tarde.

Un molesto Hiro va camino a casa de su novio apenas terminar su llamada con éste último; mejor dicho, después de que Miguel terminara la llamada de manera tan repentina. Logró notar que, por alguna razón, su novio se encontraba extraño... nervioso. Cosa que no es habitual en el chico de tez morena.

"Te llamó después, estoy... ocupado".

¡¿Qué carajo?!

Inevitablemente, una amarga y desagradable sensación comenzó a crecer en su interior. ¿Qué podía ser más importante? Desde que comenzaron su relación Miguel siempre le ha tenido como prioridad ante todo, entonces ¿por qué lo sentía diferente está vez?

Comenzaba hacerse ideas un poco extremistas que explicarán el extraño comportamiento de su novio, ideas que, en verdad, espera y sean sólo su imaginación.

No quiere ser desconfiado, Miguel nunca le ha dado motivos. Si es así... ¿Por qué siente esa presión en su pecho?

Miguel vive en una zona de departamentos pequeños pero mejor mantenidos que donde vive Hiro. No es primera vez que el pelinegro entra en ese edificio, aun así, el lugar sigue pareciéndole increíble. Decir que es lujoso es exagerar, sin embargo, este cuenta con una elegante y pulcra decoración; paredes blancas adornadas con coloridos y sofisticados cuadros. Sin mencionar los jarrones con flores de plástico, las cuales daban un toque armonioso al lugar.

Pero no está ahí para admirar la decoración del edificio. No. Él se encuentra ahí para sorprender al idiota de su novio y obligarlo a confesar.

Al llegar frente aquella puerta, se dispone en golpear fuertemente con el puño una y otra vez. Muy poco importa que los vecinos se molesten, o que lo echasen de ahí por todo ese alboroto; él tiene asuntos pendientes y unos celos de muerte.

-¿Miguel?- La puerta se encuentra abierta (típico​ de su distraída pareja). Preocupado de lo que sea que pudiera encontrar ahí dentro, lleno de valor, decide ponerle fin a sus dudas -¿Pero qué mier...?

En medio del salón y al ritmo de la música, Miguel mueve sus caderas de un lado a otro, sosteniendo entre sus manos, muy cerca de sus labios, un control remoto el cual simula ser un... ¿micrófono?

-¡¡Greeeeedy...!! You know that I'm greedy for love...

No puede creer lo está viendo. Es simplemente ridículo; ahí, frente a él, Miguel sacude sus caderas y brazos con la voz de Ariana Grande en el fondo. Sus pasos nada torpes se mueven en una improvisada (pero sorprendente) coreografía que Hiro, quien no se ha movido ni un milímetro de la entrada, sigue sin pestañear. No pensaba perderse de ningún movimiento. Miguel está tan inmerso en la canción, que ignora por completo la presencia del otro en su hogar.

-Been in this state of mind, been on this state of mind...- Una vuelta y una caída sobre las rodillas sorprenden al pelinegro que inmóvil mira la actuación de su pareja. -Baby, you got locky cause you're rocking with the bets... and i'm greddy... Cause i'm so

El moreno mueve sus pies de manera tan ligera que pareciera levitar, con sus manos crea la ilusión de mandar a volar billetes, para después, pasarlas por su cara de manera exagerada y seductora. Sus cabellos cortos vuelan en el aire con cada vuelta y pirueta que desidia implementar en su baile.

-I don't need a phone call, got nothing to say...- el sudor resbala de su frente hasta su barbilla.

¿A dónde había ido el macho mexicano que tanto decía presumir? La respuesta: bailando y cantando al ritmo de Ariana Grande. Si bien, la mujer nunca fue de sus favoritas, con esos movimientos por parte de Miguel, ya no le parece tan molesta cono antes. Eso sí, odiaba no tener su celular en estos momentos.

-¡¡Greeeeedy...!! You know that I'm greedy for love, cuz i'm so...- y la canción seguía, y sus ganas de reír aumentan. Nunca imaginó encontrarse con Miguel en esa situación, por una parte agradece que fuera así y no... no vale la pena mencionarlo.

Lentamente se aproxima hasta el moreno sin que éste siquiera lo note; con el coro en todo su esplendor, salta hasta la espalda de su novio, el cual suelta un grito tan alto y agudo que opacó la interpretación de la estrella pop.

Llamada en curso

-Pizzería Mochi, tendrá una pizza gratis si nos hace una presentación con Greedy de Ariana Grande

Ja, ja, ja...

-Oh, eres tú

-¿Qué tal va tu garganta?

¿Eh?

-Después del tremendo grito que soltaste me pregunto si te quedaste sin voz

Chupa mi pene, chino

-Hahahaha~

-Mira que te queda mejor ese papel

Te odio

-Ariana Grande... ¿Quien lo diría?

-Creí que escucharías cumbia o algo por el estilo

¿Es eso racismo?

-Sólo digo que me sorprendiste, no esperaba esos gustos de tu parte

Pues mira, me gustas tú

Aproposito...

-¿Eh?

Te tengo una sorpresa

-¿Qué es? Una serenata con música de...

Si vuelves a mencionar su nombre... seré yo quien te haga gritar está vez

-Suena interesante...

-Aun así, quiero mi sorpresa

Ahora dudo que la merezcas

-No seas rencoroso

-Sabes que te amo

Yo tambien...

-Chico Ariana

¡Hiro!

Llamada finalizada

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Sigo viva ggg... No tengo excusa la verdad. Les dejo este capítulo que lleva más de un mes escrito. ;-;

Ya saben que los amo. (La verdad no lo e revisado bien).

¡Oh Pizza! -HiroguelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora