Capítulo 12

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Maratón 3/6

Día 10: Miércoles por la tarde

-¡Por la oficina corren los rumores más increíbles sobre ti y el jefe! -estaba diciendo Jayne, que miraba especulativamente a _____ y después, sin molestarse en disimular, la caja con el logo de un famoso diseñador que había al lado de su escritorio-. Ten cuidado porque aquí se sabe todo y la gente está empezando a hablar.

-¿De verdad? -preguntó _____, sorprendida de que su problema hubiera adquirido, además, otra dimensión. La de cotilleos en la oficina. Ojalá hubiera escondido la caja del vestido, pensó.

-Justin Bieber se marchará de aquí, pero tú tendrás que quedarte...

-¿Qué dicen esos rumores?

Jayne hizo una mueca.

-Bueno, dicen que estuvisteis toda la tarde del lunes en su despacho sin salir una sola vez... y también dicen otras cosas que yo no me creo.

-¿A qué te refieres? 

-Pues, bueno, ya sabes cómo es la gente. Dicen que Derek... bueno, como el niño tiene el pelito castaño y los ojos miel...

-No digas más -la interrumpió _____, escondiendo la cabeza ante el desesperante acierto de aquel rumor.

-El equipo de dirección está convencido de que Justin te ha dado este puesto para que los espíes. Dicen que cuando estás con Justin Bieber, la puerta siempre está cerrada.

Era absolutamente cierto y no precisamente lo más habitual en las reuniones entre un empleado de su categoría y un poderoso magnate de los negocios. 

Sintiéndose culpable y angustiada por todo ello y, sobre todo, por tener que decirle a Justin que Derek era su hijo, _____ tomó el teléfono y marcó la extensión de su jefe en cuanto Jayne salió de su despacho.

-Justin... tengo que hablar contigo, pero no quiero ir a tu despacho.

-¿Por qué?

-Me parece que nuestro comportamiento ha causado muchos rumores...

-A mí esas tonterías me dan igual -la interrumpió él con tono superior-. Y tú tampoco deberías preocuparte.

-Mira, tenemos que hablar de Derek...

-No estoy preparado para eso... quizá no lo esté nunca -dijo Justin entonces, con aparente firmeza.

-No lo entiendes...

-Claro que lo entiendo. Tú y tu hijo son un paquete. Puede que sea insensible, pero no soy idiota -volvió a interrumpirla él con frialdad-. Un coche irá a buscarte a casa esta tarde a las ocho.

Después de eso, Justin colgó el teléfono, dando la conversación por terminada. _____ lanzó un gemido de desesperación. ¿Por qué estaba tan seguro de que podía conseguirla otra vez? ¿Era tan evidente que seguía enamorada de él? 

¿Y cómo se atrevía a decir que estaba pensándose si podría soportar volver con ella desde que sabía que tenía un hijo?

Quince minutos después, durante la hora de la comida, fue una sorpresa para _____ mirar por la ventana de la cocina de la guardería, donde estaba lavando el biberón de Derek, y ver a Justin hablando con la supervisora. 

Estaba mirando alrededor, como si buscara a un niño en especial, y _____ observó la evidente incomodidad de la mujer cuando señaló a Derek. Justin dio un paso hacia el niño y apretó los dientes, pálido.

Un minuto después, salía de la guardería.

El hijo del Canadiense (Adaptada) Justin & tu (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora