El hijo del Canadiense (Adaptada) Justin & tu (TERMINADA)

Capítulo 10

Maraton 1/6

Día 9: Martes por la mañana

Justin llamó a _____ a las nueve y media de la mañana.

-No llegaré a la oficina hasta más tarde. Solo llamo para decirte que no hagas planes para el miércoles por la noche...

-¿Por qué?

-Porque es el día de la fiesta de cumpleaños de Brigitte. Tú serás mi anfitriona -le informó Justin con tono humorístico-. Y no puedes elegir, _____. Quiero que estés allí.

-Pero yo preferiría...

-Eres mi ayudante personal y esta es una petición razonable. Si quieres que mantengamos una relación profesional, empieza a tratarme como tu jefe.

Ante el serio recordatorio de quién era, _____ se puso colorada. Se sentía seriamente tentada de dejar caer la cabeza sobre la mesa y ponerse a llorar. 

La noche anterior por fin se había enfrentado con los fantasmas del pasado y había descubierto algo aterrador. Estar cerca de Justin la destrozaba porque seguía enamorada de él. Y saber que Justin deseaba volver con ella era más de lo que podía soportar.

Una segunda oportunidad, le decía una vocecita loca, avergonzándola e irritándola. Porque, ¿qué podía ser más imposible que sus particulares circunstancias?

Justin Bieber no tenía la menor idea de que había tenido un hijo suyo. Se habían separado antes de que ella supiera que estaba embarazada. Y había algo peor, el embarazo había sido, en realidad, culpa suya. _____ estaba triste por la muerte de su madre y había olvidado dos veces tomar la píldora anticonceptiva. 

Justin la había llevado a París creyendo que un romántico fin de semana en la ciudad del Sena podría secar sus lágrimas y alegrarle la vida. Y, aunque no disipó su tristeza, al menos había pasado la noche en sus brazos. Derek había sido concebido en París.

Durante la hora del almuerzo, Derek y ella habían ido corriendo de compras. Como siempre, era una lucha mover el carrito entre la gente, pero al niño le encantaba salir de paseo. De vuelta en el edificio de Sistemas Devlin, _____ se dirigió a la guardería.

Y cuando vio a Justin de pie frente a los ascensores, era demasiado tarde para hacer nada más que pasar a su lado, saludándolo absurdamente con la cabeza. Justin se quedó atónito al verla empujando un carrito de niño y _____ palideció. El tiempo pasaba tan despacio... los ascensores parecían no llegar nunca. Por fin, se abrieron las puertas de uno de ellos, pero Justin seguía mirándola. Vio por el rabillo del ojo que Justin vacilaba antes de dar un paso hacia ella.

-¿De dónde has sacado a ese niño?

El corazón de _____ amenazaba con saltar de su pecho y tenía un nudo en la garganta que le impedía respirar.

-De la guardería...

-¿Qué guardería?

-Sistemas Devlin tiene una guardería...

-¿En serio? -murmuró Justin, frunciendo el ceño-. Pues no sé por qué nadie me lo ha dicho. 

-Está al lado de la cafetería. Supongo que pensarían que no estabas interesado -susurró _____, nerviosa.

-¿Y de quién es el niño?

Toda su vida pareció pasar frente a los ojos de _____ en ese momento.

-Es... mío -consiguió decir.

Justin la estudió en silencio, perplejo. Y entonces sus ojos se oscurecieron.

-¡Gracias por decírmelo! -exclamó, con una furia increíble.

Y, sin decir otra palabra, entró en el ascensor.