La promesa de nuestras vidas.

Capítulo Cuatro.

Capítulo cuatro: Johitan🧒🏻 Salió.

_Quince años._

—No puedo creer que seas tan amargada para no querer una fiesta, todos quieren una, a pero no, nuestra mejor amiga no, por que es una amargada. —Johan venía hablando todo el camino de lo amargada que era.

—Es que eres idiota, dejalo ya, no la quiero y punto, dime que soy una amargada y una persona repugnante y todo lo que quieras, pero ya.— conteste en un tonó de voz molesto.

—¿Pero por que te pones así? ¿Qué te pasa? ¿PORQUE ES QUE NO QUIERES LA JODIDA FIESTA? ¿ESTA VES TAMBIÉN ES PARA LLEVARLE LA CONTRARIA A TÚ PAPÁ, COMO SIEMPRE LO HACES? —grito y se notaba lo enojado que estaba, y yo sabía por que era, el me lo había dicho miles de veces. Y luego de un largo respiro y de una mirada asesina de Nicolás volvió hablar. —Solo digo la verdad, cualquiera desearía una fiesta como las que hace tú padre, todos querrían la vida de ensueño que tienes, y esto me está matando, que nunca hables de tú vida, que nos ocultes cosas y solo nos enseñes lo bueno, así que por favor te lo pido Beca, si tantos nos quieres y confías en nosotros, cuéntanos.— dijo dejando salir un suspiro cansado.

—No tengo nada que contar Johan ya te lo he dicho y te lo vuelvo a repetir, no hay nada, deja ya eso, no por que no quiera una fiesta significa que les oculte cosas.

—¡Y UNA MIERDA CON ESO!—en este momento ni siquiera estábamos caminando, estábamos parados uno frente al otro, como rivales, los dos nos veíamos furiosos. —NI SIQUIERA NOS HAS DICHO LA PUTA RAZÓN DE POR QUE NO QUIERES LA FIESTA.

—¡Y ES QUE ACASO TENGO QUE DECIRTE CADA MALDITA COSA! NO ERES MI PADRE JOHAN. —grite esta ves yo, enfurecida, sentía mi corazón tan acelerado que me zumbaba en los oídos.

—CLARO QUE NO, YO NUNCA TENDRIA UNA HIJA COMO TÚ, TAN MALGRADECIDA. —y apenas termino de decirlo vi en sus ojos la chispa de arrepentimiento. —Bec, per...—lo interrumpí

—VETE A LA MIERDA JOHAN, MUY A LA MIERDA. —le grité y le pase a la par para seguir caminando, y hasta en ese momento fue que rocorde a Nicolás nos estaba esperando un poco más al frente.

Nicolás me vio e intentó hablarme pero no tenía mente para ninguno de los dos en este momento, así que nada más le pase a la par sin siquiera mirarlo.

Por dicha íbamos caminando a él colegio, y estabamos apuntó de llegar, podía oír los pasos de ellos dos a mis espaldas.

***

No les había hablado en todo el día, ya iba a mi casa, ellos siempre me iban a dejar aunque luego se tuvieran que devolver, se sentía feo caminar sola.

–¿Pero que pasa contigo? ¿Ibas a irte sola? ¿Sin mi? —habló Nicolás.

—Nicolás no quiero discutir más, vete con Johan. —trate de buscar a Johan con la mirada pero ya no estaba, se había ido, yo sabía lo orgulloso que es.

—No, estoy arto de esto Rebeca, Johan la caga y a mi me tiene que salpicar la mierda, pues no, siempre es lo mismo, y no, siempre nos metes a los dos en la misma bolsa y no es así. — y ahí frente a mí, estaba Nicolás, diciendome todos las verdades en un tonó tranquilo y relajado,  y es que así era Nicolás, era alguien serio y tranquilo que no explotaba en ira con cualquier cosa como Johan y yo, era alguien que siempre trataba de solucionar las cosas sin ni siquiera alzar la voz, enserio me encantaría ser como él.

—Lo sieto Nic. —y fue lo único que pude pronunciar, por que todo lo que él dijo era correcto.

—Tampoco te puedes enojar con Johan, solo quiere conocerte más, igual que yo, solo que yo no te presiono, tú lo dirás cuando quieras y si no lo quieres decir por mi esta bien. —otra ves ese tonó, de que tiene todo bajo control y de que tiene la razón, y es que si la tenía.