Capítulo Cinco:Par de idiotas.
_Quince años casi dieciséis_
—Tú cara esta hecha mierda.—gritó Johan, en una carcajada. —Tienes un montón de espinilla, que asco. —dijo y volvió a reír.
—Solo tengo dos espinillas, estaré bien. —o al menos eso esperaba, recibí otra carcajada de Johan.
—Tanto que te burlaste de mi ¡TE AMO KARMA! —volvió a gritar, estábamos en su habitación, por dicha nadie más que él y yo escuchábamos los gritos que soltaba cada tanto.
Solo para que estén un poco enterados del asunto, “él guapo, él bello, él sexi chico malo del colegio”, hace unos meses pasó por un brote de espinillas, tenía toda la cara cubierta, ni un solo lugar donde no tuviera una espinilla, hasta en las cejas, y obvio, me aproveche de eso, y le di varios golpes a su preciado ego. Gasto tanto dinero tratando de que se le quitaran que al final lo consiguió, aunque todavía tiene algunas, pero por lo demás su caras sigue siendo "perfecta", noten mi sarcasmo, simplemente esta mejor.
—A mi me vale tener la cara hecha mierda, yo no soy un egolatra.
—Yo tampoco, no es mi culpa ser perfecto.
Así seguimos por un largo rato, y Nicolás aún no aparecía, él estaba en una "cita", a la promesa le habíamos hecho un par de ajustes, podíamos estar y hacer lo que quisiéramos con una persona mientras no estuviéramos involucrados sentimentalmente o en una relación, y teniamos que advertirle a la persona con la que estuviéramos de esto, no eramos unas personas que ilusionaban a otra por placer, así que mejor dejábamos las cosas claras.
Estábamos viendo una película, mi cabeza descansa en el regazo de Johan.
—¿Jo? —lo llamé.
—¿Mm? —fue lo único que recibí como respuesta, estaba apunto de quedarse dormido.
—¿Tú eres virgen? —solté la pregunta de un solo, sin pensarlo tanto, esa pregunta me había recorrido la mente muchas veces, él se espabilo en un momento.
—¿Para que quieres saber eso? —preguntó, prestandome toda la atención a mi.
—Curiosidad.
—No.
—¿Desde cuando?
—Hace como un año. —podía notar como sus mejillas se iban calentando. —¿Para que preguntas esto ahora?
—Ya te lo dije curiosidad...Y dime, ¿A ti te dolió?
—No, a los hombres no nos duele Beca.
—Y Nicolás, ¿Es virgen? —volví a preguntar, esta era mi oportunidad de saciar todas mis dudas, después no tendré otra.
—No, no lo es.
—¿Cómo estás tan seguro?
—El me lo contó.
—Y no me contaron a mi, me siento traicionada, y excluida por género. — y aunque lo dije en broma, así me sentía.
—No es eso Beca, simplemente no sabíamos cómo decirte, pero de que va todo esto ¿Por que preguntas tanto? —volvió a preguntar, y como mi mente y mi boca no tienen filtro lo dije, aunque no lo quería decir.
—Estoy pensando en hacerlo.— y en ese momento el mundo paro, y sentí que el silencio que había nunca iba acabar.
—No puedes estar hablando enserio Beca. —hubo otro silencio muy largo. —Eres apenas una niña...—ni siquiera deje que terminará de hablar.
—Con que derecho me vienes a decir que soy una niña cuando tú y Nicolás, lo hicieron hace más de un año, y posiblemente repetidas veces.
—Es diferente Rebeca lo sabes.
—¿En que es diferente Johan? Por favor dime, ¿En que yo soy una chica y ustedes son hombres? No me jodas con eso Johan.—dije y aunque mi tono de voz era calmado, ya estaba enojada.
—Pues sí, sí te jodo Rebeca, debes pensar esto mejor, sé que Nicolás estaría de acuerdo conmigo.
—¿En que estaría de acuerdo yo?—Preguntó Nicolás entrando a la habitación.
—Y ¿Con quién lo harías dime? —habló ignorando a Nicolás. —Tal ves con el idiota que andas ahora, ¿Cómo era que se llamaba? Así, ya recuerdo, Leandro, ¿era Leandro? Es que como los cambias cada dos segundos.—habló, su voz cargada de coraje. —Cómo brincas de uno a otro, imaginate si te follaras a todos, tendrías una lista larga ya, serias una zor... —mi mano impactó con toda la fuerza que tenía en su mejilla, pero estoy segura que no le dolió tanto como me estaban doliendo sus palabras.
—Sí, seguramente seré, o soy una zorra, pero recuerda que esta zorra estuvo en tus peores momentos, y bueno si habláramos de listas, tú me ganas, entonces ¿Tú que eres? Y no te atrevas a decir que es diferente. —mi voz estaba pausada, calmada, mientras mi corazón martilleaba a mil por hora en mi pecho. —Si te atreves a volver a decirme zorra, te juro, que me perderás, y por siempre Johah.
—¿Pero que carajos sucede? —hasta ahora hablaba Nicolás.
—Que te explique él, yo ya me voy Nic. —me pare y le di un beso en la mejilla y salí de su habitación, y no se imaginan el gran nudo que tenía en mi garganta.
___*___
Estaba en mi habitación, con Johan e discutido siempre, siempre tenemos una razón para pelear, no es que los esté comparando, pero aveces me gustaría que tuviera el temperamento de Nic, hasta yo e deseado se más como Nic, y no les puedo decir que nunca discuto con Nic, pero son muy pocas las veces.
Mi celular suena, estoy recibiendo una llamada, en la pantalla se lee: Johitan🧒🏻—Aló? —contesto después de pensarlo un rato.
—Beca, Rebeca, Rebequita.—estaba borracho, su voz lo delataba. —Si supieras cuanto te amo, bueno lo sabes, ¡TE AMO REBECA! —su grito me sobresalto.
—¿Donde estás Johan?
—¿Tú no me amas? Por que tú para mi eres lo más importante. —habló, había música de fondo supongo que estaba en una fiesta, por que no tiene suficiente edad para entrar a un bar.
—Sí, si, te amo ¿Pero donde estas?—volví a preguntar, en el fondo se escucho un sonido raro, y luego una queja lejana de Johan.
—No pasa nada Bec, esta conmigo, yo lo cuido. —era la voz de Nic, y joder, si Johan estaba borracho, Nic estaba peor.
—¿Estas borracho? ¿¡PERO QUE TE PASA!? ¿!QUE LES PASA A USTEDES DOS!?
—Yo no... No estoy borracho, y me, me, me tengo que ir adiós. —y sin más colgó después de no poder ni siquiera hablar bien.
Aquí estaba yo en mi habitación, preocupada por el par de idiotas de amigos que tengo.
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La promesa de nuestras vidas.
Romance-Rebeca, vete al carajo.-decía Nicolás mientras me empujaba, en un gesto juguetón. -Solo si vienes conmigo mi cielo.- mi voz salía chillona, exactamente como la quería. -Mi cielito, mi amorcito, te amo.-Decía Johan mientras juntaba las manos y pesta...