El principio de todo

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Año 1740, época dorada de la piratería en este mundo llamado Aerion, estrecho de la escarcha, situado en las tierras bárbaras del norte, allí se estaba librando una de las batallas navales que pasarían a la historia en los libros...

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El imponente casco del Liberté cortaba las olas a medida que surcaba ese agua helada, los dos galeones enemigos se pusieron a ambos lados de la popa, estaban listos para abrir fuego, la capitana pelirroja lo notó y llamó a su fiel piromano enano.

-Saca las bombas...

Ordenó la joven lider. el pirómano esbozó una sonrisa siniestra para despues hacer caso de la orden, bajó al polvorín y cargó con el barril lleno de explosivos, tenia mucha fuerza comparadolo con alguien de su raza.

-¡Estamos listos capitana!

Avisó el enano;

Mientras tanto, en el galeón de la derecha el cual estaba totalmente comandado por elfos, en el calabozo de aquel galeón estaban apresados tres personas, un hombre de aspecto joven, pelo castaño y despeinado, con una cicatriz en forma de línea desde la parte superior de su nariz, hasta su pómulo derecho.

Una elfa, vestida con ropas de cuero de hombre, un pañuelo en la cabeza rojo que tapaba su pelo tan rubio que casi no tenia color, miraba hacia el frente levemente triste, pensaba en que había cometido un gran error en haber confiado en aquel hombre, ahora estaban presos y esperando la muerte.

La última persona era una mujer, de aspecto tribal, su piel era morena y sus ojos amarillos, estaba mirando la manera de escapar de los grilletes intentando forzarlos con sus uñas, afiladas como cuchillas pero solo consiguió romperse una uña a lo que gruñó levemente.

El hombre de antes escuchó la puerta abrirse junto a unos pasos los cuales se acercaban a sus celdas en el calabozo.

-Hahahah, ¿os lo estáis pasando bien?

Comentó hilarante el capitán elfo de aquel galeón, después de eso los miró y abrió la entrada de la celda con unas llaves oxidadas, el joven y las chicas se extrañaron.

-Salid...

Ordenó el elfo, los tres hicieron caso y subieron a la cubierta, la capitana del Liberté los vio subir y abrió los ojos como platos, el hombre la miró por unos momentos después solo se limitó a bajar su mirada, el lider elfo riendo a carcajadas subió y se puso al lado de los tres presos.

-Ahora si nos atacas... los matarás a ellos... heheh

Dijo el con una sonrisa burlona, era un cobarde que se escudaba en el chantaje, el castaño al escuchar esto supo que tenia que hacer algo para sacarles de allí, asique levantó su cabeza y miró a los ojos de la capitana, después asintió levemente.

Ella estaba muy confusa, quería que los atacase... ¿ahora? sería un suicidio para ellos, pero decide fiarse de la palabra de aquel joven.

-¡¡FUEGO!!

Vocifeó la pelirroja, el joven al escuchar aquel grito miró a sus dos compañeras.

-¡SALTAD!

Gritó el para después saltar directamente a la helada agua de aquel estrecho seguido por las dos chicas, los cañones sonaban y ambos barcos se destruían a cañonazos, pero aquel moreno no planeó eso bien pues estaba atado de manos y no podía nadar, los tres se hundían cada vez más y más en esa helada agua, la batalla era lejana para ellos

El joven de nombre Alex se hundía cada vez más como sus compañeras, pero lo peor sucedió cuando un trozo de madera de la batalla de arriba le dio en la cabeza, todo se volvió negro para el, su vida pasaría en unos instantes, la razón de por qué está situación...

Aerion:Ron, Pólvora Y Sal                   (Reposteada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora