Los años pasaron para Alex y Ben. Se encontraban practicando con la espada en el jardín de una casa completamente hecha de madera. Alex, que ya era un joven de dieciocho años, utilizaba tácticas ágiles y rapidas. Pues eran las que más le gustaban, pero rara vez superaba a la fuerza de Ben y sus años de experiencia.
-Buenos movimientos... Para cortar pescado, ¡Ataca Alex!
Dijo el ya viejo lobo de mar, su barba anteriormente marrón ahora tenía un color plateado por la edad. Alex en cambio no tenía un pelo en la cara, pero lo compensaba con su pelo largo hasta la mitad del cuello y siempre despeinado. El cuerpo del joven ahora era atlético aunque no corpulento, pero sí se le definían los músculos con cada espadazo que daba.
-Es que ya no tiene gracia sabiendo que te voy a ganar.
Dijo él con una sonrisa burlesca mientras que evitaba ágilmente los ataques de su maestro.
-Aww claro, como me has ganado tantas veces.
Bromeó Ben hacia el chico. Pero lo pagó caro, ya que se distrajo y no vió que la pierna de Alex se acercaba a la suya. Le hizo un barrido y Ben cayó al suelo, Alex sonrió y le apuntó con su arma al cuello.
-Vaya, hehe has mejorado desde que te encontré en esa mugrienta taberna.
-Hahah si, si...
Rió Alex mientras que guardaba su sable a su espalda, era diestro así que la inclinación de la funda iba hacia la derecha. Ben se levanta, se sacude y sonríe mirándolo orgulloso. Aunque le daba algo de lástima, ya que sabía que los años le habían hecho olvidar a Alex las horribles cosas que pasó a los diez años.
-Si te encuentras en una pelea... Con alguien que te haya hecho daño... mucho daño... Recuerda que algunas veces es mejor dejar que los pecados de esa persona sean los que le martirizen toda su vida.
Aconsejó a su joven aprendiz y amigo.
-Heh... Si... Pero... No lo sé, siento... Como si se me olvidase algo...
-Eso Alex, se llama hambre. Anda, iré a comprarnos algo para comer. Volveré pronto, prometido.
Alex asintió y se fué dentro de la cabaña. Ben guardó su sable en su desgastado cinturón para después dirigirse hacia el mercado. Siempre iba él, ya que con su reputación si la gente llegaba a saber que Alex estaba criado por un ex-pirata...
-Hm... Creo que le hará algo de ilusión comer un poco de carne.
Pensó Ben alegre. Alex en cambio salió de la cabaña y se dirigió a paso rápido a la ciudad más cercana, pasando por el puerto en el que estaban varios navíos descargando de sus embarcaciones.
-Otra vez tú... Niñato asqueroso...
Dijo un viejo lacerano que cargaba y descargaba cajas en un navío. Siguió con la mirada a Alex que todavía no se había dado cuenta de su presencia, su mirada indicaba odio, ese odio le impulsaba a mover levemente su cola con una profunda cicatriz que rompía el esquema de sus escamas.
-Ya verás niñato... Ya verás.
Amenazó para después de descargar en el barco irse a la ciudad por otro camino. Alex ya había llegado a la amplia zona del mercado, entre la gente su mirada logró observar a una chica joven, que podría ser de su edad. Llevaba un puesto de sastrería junto a su madre.
-Es... Heh... Es hermosa.
Dijo Alex mirando desde todo el gentío a aquella chica con una sonrisa bobalicona, al verla sentía mariposas en el estómago, "tengo que hablar con ella" pensaba. Pero justo cuando comenzó a caminar hacia aquel puesto el viejo lacerano vino con una patrulla de guardias.
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Aerion:Ron, Pólvora Y Sal (Reposteada)
AbenteuerUn chico con ansias de venganza se une a una tripulación peculiar, aventuras, fantasía, romances y peleas serán solo unas pocas de las muchas experiencias que vivirás en este libro, asi que ¿que esperas? ¡Entra y hazte a la mar!