El Sainte Liberté

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Alex al ver a su maestro, a su amigo, al hombre que le salvó y enseñó, no pudo evitar soltar una lágrima. Que rápidamente caería debido al leve agarre que Aren le hizo para hacerle correr.

-¡Tenemos que seguir! ¡Vamos!

Gritó mientras que empezaba a correr, Alex le sigue y recuerda las palabras de su maestro. "Lo primero es lo primero", Lo primordial ahora mismo era ir a la ciudad y ocultarse.

-Tenemos que escondernos en la ciudad, Aren.

Planeó aun corriendo hacia la ciudad seguido del joven bárbaro, a cada paso que daba recordaba a Ben cayendo muerto, cada vez se cansaba más y más. Giraba su cabeza para ver a Aren el cual corría tranquilamente.

Ar.. Aren...

Mencionó levemente. Mientras que corría veía algunas leves manchas por el lugar, manchas negras. Cada vez le costaba más mantener el equilibrio hasta que en el inicio de una colina que daba a la ciudad no pudo más y cayó al suelo como un peso muerto rodando por la colina.

-Mierda...

Dijo Aren bajando rápidamente la colina. Después se acerca a él.

2

-Alex, Alex.

Susurraba una voz de niña pequeña.

-Alex...

Repetía la voz cada vez más lejana. Abrió los ojos y vio a Aren tocándole la cara para que despertarse.

-Por fin, has despertado.

-Uhg... ¿Cuánto tiempo he estado inconsciente?

-Unos minutos.

Respondió aquel bárbaro mientras se levantaba y sacudía.

-¿Algún plan?

-Si... Yo me uniré a una tripulación... Una pirata...

Planeó levantándose y mirándolo. Ya recordaba por que Ben le entrenaba. Recordó todo y definitivamente se iba al vengar de aquellos piratas, pero primero debía lograrse un nombre como tal y descubrir donde se hallaban ahora sus barcos.

-Vaya. No pensaba que fueras a hacerte uno de ellos.

Comentó el bárbaro. Alex caminaba hacia el muelle así que Aren le siguió.

-Alex... Iré contigo. En batallas podre redimirme de mi pasado

-Vale...

Respondió Alex. Miró al cielo y vió cómo el sol estaba empezando a esconderse.

-Vayamos a una taberna cerca del muelle. Allí tiene que haber algún capitán de barco.

Aren asintió y fue junto a Alex al muelle. Pasaron dos largas horas hasta que recorrieron la ciudad y encontraron una taberna cerca del muelle.

3

Al entrar en la taberna vieron a varios hombres alrededor de una mujer. La mujer llevaba ropas de hombre excepto un corsé ajustado que la realzaba con un pañuelo rojo atado en la cintura. Su chaquetilla estaba por encima y al ver entrar a los jóvenes desvío levemente la mirada.

-Bueno guapos ¿Quien me invita a una copa?~

Todos los hombres gritaban extasiados por esa mujer pelirroja de cabellos rizados. Parecía que se iban a pelear por ella.

-Creo que ella parece capitana...

Pensó Aren en voz alta mirando a Alex.

Aerion:Ron, Pólvora Y Sal                   (Reposteada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora