18 Soy una mujer

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Bael

En el paso de los días continué con mis visitas a geminis, ella no confiaba en mi y lo sabía pero en poco tiempo logré sacar más de 5 palabras y poder tener charlas con ella, sabía que le costaba, sabia que no le gustaba hablar, que se sentía cohibida y encerrada y mas ahora que no sabía por qué su personalidad y sentimientos estaban tan revolucionarios, y todo causa a belial, ella estaba metiendose cada vez más en ella, estaban fusionándose y geminis se resistía, y eso, molestaba a belial. En algún momento estarían en desacuerdo.

Geminis era una persona difícil de sobrellevar, era cerrada, tímida, y siempre estaba a la defensiva haciendo que coloque un escudo que impidiera el paso de las personas hacia ella. Ella pensaba que eso era lo correcto pero tan solo reprimía su verdadera personalidad, que era la de una joven seria pero divertida si se lo proponía, con carácter pero nunca histérica, nunca le haría mal a alguien que no se lo merezca, su carácter tenía el limite de la coherencia.
Geminis no sabía el potencial que tenía, no sabía todo el poder que tenía sobre los humanos aunque ella también se creyera una, y junto a belial serían indestructibles. Pero geminis se reprimía, no la dejaba entrar, y eso no era lo correcto. No sabía si el aspecto físico de geminis cambiaría cuando belial se uniera a ella por completo, al tener todo su poder los seres evolucionaban, tanto físicamente como mentalmente, algunas mujeres aumentaban de estatura y se volvían más fornidas simplemente, otras se volvían delicadas pero con fuerza, con aires de grandeza, su cuerpo era su llave por qué era evolucionado y más para los humanos, el cuerpo de un ser como belial y geminis sería uno así, su busto crecería, su trasero también, sus fracciones serían más definidas y rasgadas, sus ojos tomarían la fuerza necesaria para hacer que cualquiera bajara la mirada. Aparentarían un cuerpo delicado y tieso pero tendrían más fuerza que cualquier persona o ser.

Belial se encontraba enojada, conmigo y geminis mas que todo, a Mihail lo malcriaba, Mihail para belial era el "Niño llorón", yo me crié con ella pero Mihail siempre estuvo préndete ya que sus padres venían a menudo a mi hogar, y así forzaban nuestros encuentros. A belial le encantaba molestar a Mihail, de chicos mas que todo pero cuando lo hacía llorar ella de alguna manera lo ponía contento, no diría que lo abrazaba o era tierna pero disimuladamente complacía a Mihail con algún capricho, belial siempre pensó que era superior a todos entonces para ella Mihail era un niño y ella una mujer. Aun recuerdo aquella conversación donde me pregunto si algún día yo podría verla como una mujer, con esos ojos tan oscuros pero llamativos, con ese sentimiento de enojo pero de angustia, ella estaba disgustada.

Tiempo atrás..
-Bael...

B- qué pasa belial? Estoy leyendo.

Beal solía ser muy serio aunque demasiado caprichoso aunque con belial siempre había sido cuidadoso y responsable, siempre la defendía de todos aquellos que se dedicaran a juzgarla o maltratarla, aun recordaba como una mujer de la limpieza retó a belial por estar corriendo al rededor suyo, así, cogiendola del brazo y zarandeándola, belial se vengaría claro estaba, pero no tomo en cuenta que Bael lo haría primero. Ese día la señora tuvo que ir de urgencia al hospital por qué "accidentalmente" se había caído de las escaleras, claro estaba que Bael la había tirado y amenazado con no contar nada, y no volver nunca más. Esa señora era una simple humana y lo que le hizo Bael fue lo mínimo de todo el sufrimiento que le podría haber echo pasar. Pero decidió que tomaría esas medidas, no quería exponer a su mundo pero sí advertirla, nadie tocaba a belial.

-Lo qué pasa es que me aburro y Mihail no viene hoy, tu ya no me prestas atención, ya nadie lo hace, que ya no me veo linda?

Belial solía ser egocéntrica, y también, en ocaciones insegura. Y eso a veces sorprendía a Bael por qué esperaba que la futura reina de los muertos no tuviera ni un mínimo sentimiento de inseguridad, pero belial no era así, belial era distinta.

B- lo qué pasa es que hemos estado ocupados belial, mi madre ha tenido que hacer demasiados mandandos al infierno y papá no vuelve hasta dentro de dos semanas, Mihail no ha podido venir por qué está entrenando y eso es lo que también debería hacer yo pero me he dedicado a cuidarte.

Belial se encontraba enojada, el siempre le decía lo mismo, que él la cuidaba cuando no tenía por qué ser así, ella no era una niña, era una mujer. A sus cortos 14 años sabía que lo era y que no había forma de que Bael cuidara más de ella de lo que ella lo hacía.

- Tu.. tú mientes, eres un mentiroso. Yo soy una mujer, yo no necesito que me cuides no soy una niña

Bael sonrió en forma de burla, belial siempre decía lo mismo, odiaba que la comparen con una niña y más que todo que Bael lo haga

B- Oh vamos belial, todavía eres una niña, te falta tiempo para ser una mujer

Belial sonrió con sorna, ella haría algo malo o al menos algo que lo perjudicaría a él.

-Cuando me verás como una mujer? -Ella comenzó a dar pasos hacia el, lentos y siempre manteniéndole la mirada- cuando vas a entender que yo ya no soy esa bebe que encontraron afuera de tu casa?, cuando vas a entender que yo soy la futura reina y tengo mas poder que tú y todos lo que sean? - a un paso de estar a solo 5 centímetros de sus labios finalizó- cuando vas a entender que tengo en poder de hacer lo que yo quería con quien quiera, y por eso, soy una mujer.

Bael se encontraba sin aliento y belial admiraba ese poder que tenía sobre el, ahora casi por tocar sus labios viéndolo a los ojos y viendo como él se desarmaba dejando ver todas sus inseguridad, sonrió gustosa. Lo había logrado así que se alejó.

-Belial deja de decirme niña cuando ni tú puedes verme como una.

Dio media vuelta y se fue dejando a un boquiabierto Bael, y también un Bael lleno de deseo.

Aquel día ella también hubiera deseado besarlo, pero... a veces las cosas no suceden por qué no deben suceder, no?

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