Geminis

20 Soy geminis

Bael
No podía creer lo que veía, mis ojos se encontraban desorbitados, la fusión estaba ocurriendo y no sabía si ellas estabas listas.

M- QUÉ ESTÁ PASANDO?

Ya no nos encontrábamos en el departamento si no que, en el hogar de belial, en nuestro hogar, el infierno y uno de mis miedos es que haya destruido todo el departamento y más...

B- Belial comenzó con la fusión.

M- Y por qué lo dices así de tranquilo? Sabes que geminis aún no está lista no? Sabes que esto podría romper todo el maldito infierno Bael?

Después de unos segundos quedándome observando cómo belial y Geminis se encontraban flotando a punto de fusionarse entendí todo.

B- Mihail aún no lo has entendido.

M- Qué mierda tengo que entender?

B- Recuerdas el juego de belial, el que jugábamos de niños, ese que le encantaba.

M- El de la cuerda? Me estás hablando del maldito juego de la cuerda floja?

B- Belial sabía lo que pasaría, ella apuraría a geminis, la haría desesperarse hasta que esté en la cuerda floja, hasta que libere sus emociones, expuso a geminis para poder fusionarse sin destruir todo a su paso, belial siempre estuvo lista, solo faltaba geminis.

Y por fin Mihail comprendió el plan de belial, por fin comprendió esa sonrisa cruel y divertida que estaba haciendo belial antes de unirse finalmente con geminis.

M- ella lo había planeado todo.

B- desde el primer momento.

Y un sin fin de destellos cayeron sobre nosotros haciendo que nuestra vista se nublara, llevándonos a la ceguera.

Después de unos minutos de ceguera de parte de los dos pudimos abrir de a poco los ojos,la luz que destellaba era capaz de dejarnos ciegos y eso era lo que menos queríamos.

Ya pudiendo ver claramente no encontraron rastro de belial ni de geminis, ninguna estaba.

M- Donde rayos están?

B- Conociendo a belial se estará escondiendo para después asustarnos, conociendo a geminis debe estar escondida con temor, pero las dos juntas no son lo mismo que las dos separadas.

- O tal vez ni siquiera me estoy escondiendo...

Los dos giramos nuestras cabezas al escuchar esa voz que era tanto como la de belial como la de geminis, eran tan similares pero tan distintas que se me hacía difícil pensar que eran ellas dos, también físicamente. Eran una reina, una mirada cruel pero divertida, un cuerpo escultural pero que puede destruir todo a su paso, eran las dos juntas y podían ser irreconocibles.

- Se me van a quedar mirando nada más?

Mihail se encontraba en shock incapaz de responder.

B- Eres.. diferente

- Qué pasa Bael ya no te gusto?

Esa sonrisa con esos labios rojos sangre y esa mirada oscura como el carbón me decían que ella conocía cada uno de mis miedos, uno por uno.

B- Quien dijo que tu me gustas?

- Siento como ansias pasar tus dedos sobre mis labios mientras me sostienes la cintura apretándome cada vez más hacia ti.. o me equivoco?

Ella sabía todo lo que pensaba en su momento, y también toda sensación

Antes de que pudiera responder se giró hacia Mihail y lo miro fijamente, la mirada le cambio, algo cambio.

-Mihail debes saludarme, no puedes ignorarme.

Y allí estaba esa parte caprichosa de belial, esa parte que le molestaba no poder molestar a Mihail ni obtener su atención.

M- Tu...

-Sigues siendo un niñato inmaduro Mihail

Antes de que ella pudiera seguir hablando los brazos de Mihail la rodearon y la abrazaron con fuerza, con demasiada fuerza, y pude observar los ojos de ella que se encontraban brillando.

- Ya ya ya, deja las bobadas que sabes que no me gustan los abrazos

M- Quien eres?

- Soy belial y Geminis

M- Y tu quien eres? Ella son dos personas, ahora son una, quien eres?

Ella se quedó en transe como si tuviera una discusión en su cabeza.

- Yo soy geminis reina de los vivos y de los muertos, el fénix, soy el dragón rojo, soy la descendencia de todo lo malo que existe en este mundo pero tambein soy todo lo bueno que los llevará a la salvación. El diablo no es fan mal comparado a mi y dios no están bueno comparado a mi.

Y así pude notar que geminis ganó, belial ya había echo historia con su nombre y siempre recordarían a belial pero Géminis todavía no tenía su historia, geminis quería ser adorada y apreciada por su nombre, y nadie se lo prohibiría, ni su propia mitad