Mi mejor amigo.

Capítulo 4

-¿Qué es lo que has visto, Derek?
-¿ Por qué estabas tan aterrado? Pregunté con curiosidad y preocupación mientras nos acomodabamos en la cama.
-No es nada, tranquila. Mi mejor amigo me recostó sobre su pecho mientras me acariciaba el cabello. Tenía en presentimiento de que algo no andaba bien pero me limité a dejar pasar lo que había ocurrido.

-Ya es muy tarde para que te regreses solo, ¿por qué no te quedas a dormir aqui?. Le sujerí o más bien le rogué como una niña pequeña le suplica a sus padres para que le compren la muñeca que quiere. Siempre me funcionaba, créanme.

-Está bien, me quedo. Contestó con una sonrisa de lado que lo hacia ver aún más sexy de lo que era. Dios, tenia al chico perfecto en mi vida... pero es mi mejor amigo y no puedo arriesgarme a perderlo. Algunas cosas es mejor callarlas, y más si sabes que podrían causar un problema diciendolas.

Derek se puso una camisa de pijama que habia dejado anteriormente en casa y se quedó en boxer. Yo tenia una pijama corta de flores, distinta a la que llevaba siempre. Me había amarrado el cabello en un moño enmarañado y ambos nos lavamos los dientes.

Nos sentamos en la cama y estuvimos en silencio por unos minutos mientras Derek me sujetaba la mano derecha con fuerza. Sin duda algo no andaba bien y necesitaba saber que sucedía.

-¿Qué es lo que pasa?, ¿Por qué no me cuentas?-. Dejó salir todo el aire que al parecer estaba conteniendo y habló:
-Es complicado Lissana, no es el momento para contarte. Te prometo hacerlo despues._ Su voz sonó entrecortada y triste. Me pegó a su pecho para abrazarme y enrredó sus dedos en mi cabello. Como me partía el alma verlo así y moría de ganas por saber que pasaba para poder ayudarlo pero tampoco quería presionarlo. Lo mejor era esperar a que el estuviera listo para hablarlo.

-Está bien, sol.. -. No terminé de hablar porque dejó de abrazarme y puso su mirada fija en mi. Subí la mirada para encontrarme con esos ojos marrones tan intensos y llenos de ternura. No cabia duda de que mi mejor amigo era un cliché.

-Eres hermosa, ¿sabias?
-Tu belleza se admira mejor desde cerca-. Sentia como su respiracion era leve y casi podia escuchar los latidos de su corazón, estaba tan cerca...
-¿Qué estás diciendo, idiota?. Dije con voz divertida, haciendo caso omiso de su seriedad.
Cuando quise volver a ver sus hermosos ojos ya sentia sus suaves labios sobre los mios. Me besó y despues de unos segundos le respondí de la misma forma. Fué un beso lleno de amor y ternura. Sus labios se las ingeniaban para halar los mios y hacer que todo se sintiera mejor. Sus manos estaban enterradas en mi cabello enmarañado y cada vez me pegada más a el.

Nos separamos por falta de aire y nos quedamos ahí... viendonos directo a los ojos, él me sonreia de forma burlona y sexy y yo podia sentir como mis mejillas ardian por lo sonrojada que estaba en ese momento, creo que por eso él estaba a punto de explotar en carcajadas. Seguro estaba toda roja.

-Eres jodidamente hermosa Lissana, siempre lo has sido... siempre me has parecido la chica perfecta-. No lo podía creer, mi mejor amigo que estaba diciendo hermosa y que soy perfecta,
¿a caso estaba soñando? Si era así por favor que no me despertaran.

-Derek..., yo...
-Tranquila, no tienes que decir nada. Sé que esto es muy repentino, te entiendo.
-NO! Espera...
-Tú tambien me pareces hermoso y siempre me has parecido perfecto, tú me gust...
-Pero lo nuestro es algo imposible._
Me interrumpió para decir aquello y no pude sentirme peor. Fue como si me hubiesen subido a la torre más alta y luego me hubiesen empujado para que cayera desde tan alto.

-Te quiero, pequeña. Nunca lo olvides. Me besó la frente por ultima vez y podría jurar que se quedó dormido de inmediato. Aunque lo más probable es que estuviera evitando mirarme a toda costa y no era para menos.
Mis esperanzas de estar junto al chico de mis sueños se habian esfumado por completo.

Le di la espalda para acostarme del otro lado de la cama y me quedé ahí. Pensando en aquellas palabras.
Pero lo nuestro es imposible...
Esta será una noche bastante larga y no de las buenas.