¿Un demonio angelical?

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Después del drama que Nath había ocasionado de nuevo, le dejo su tarea a Ruby, Cristian y Sabrina. Quiénes estaban dando un tour por las instalaciones a los nuevos ángeles.

- Estas son las aulas de los varios talleres, este a su izquierda es el de arte que lo imparte la Señorita Clodet - señaló Ruby el salón donde se lograban ver varios cuadros y pinceles desperdigados por el salón - a la derecha está el club de literatura, es una mini biblioteca con libros de literatura la líder es una chica la cual olvide su nombre.

El tour finalizó con el toque de la campana avisando la hora del almuerzo y todos menos Ruby y Cristian se dirigieron corriendo a los comedores.

- ¿Estas bien? - preguntó Cristian a su amiga.

- Si, solo que odio toda la discriminación que aún existe - suspiro y continuó - tú sabes mi situación.

- ¿Qué situación? - pregunto un ángel que no se había ido a almorzar.

- Na-nada - dijo Ruby nerviosa.

- Oh vamos, soy de fiar - sonrió ampliamente la pequeña ángel - soy un ángel después de todo.

- Hmm... - Ruby lo pensó, pero la acababa de conocer, no le revelaría el secreto de su vida a una desconocida.

- Bueno si no quieres decírmelo está bien, pero ¿Quieren ir a comer? - pregunto el ángel como si nada - Por cierto, soy Zaymeth.

- Bien, vamos a comer ... Zay - dijo Cristian para liberar tensión.

Los tres se encaminaron a uno de los comedores. Ruby seguía con la mirada cada movimiento de ese ángel curioso.

- Y bien, ¿Cuáles son sus nombres?

- Yo soy Cristian y la marica a mi lado es Ruby - dijo sonriente el chico.

- ¿Te comió la lengua el gato? - preguntó Zay refiriéndose a Ruby.

- ¿Gatos? - levanto la mirada con ilusión - ¿Dónde?

Zay y cris comenzaron a reír. Y Ruby pateo a Cristian por burlarse.

- Me caes bien Zay - dijo Cristian tomando una bandeja. El comedor se quedó un poco en silencio y el murmullo comenzó. Las amistades entre razas aun no eran del todo bien vistas. Tan solo habían pasado mil años, unos diez años a la percepción humana, desde que la guerra de poder había llegado a su fin y con ello un tratado de paz.

Los tres se sentaron algo incómodos y trataron de ignorar las miradas, como comentarios absurdos.

- Háblenme de ustedes - preguntó Zay curiosa.

- ¿Qué te gustaría saber? - pregunto Ruby llevándose a la boca su sándwich de jamón.

- ¿Quién eres? Me das una vibra rara, como si lo que llevaras por dentro no coincidiera con lo de afuera - Cristian escupió el agua que había tomado al oír esas palabras.

- Que rara eres - y Ruby continuó comiendo.

En otro lado del comedor Isabella, Ale Coronilla, Patricia, Ale y Sandra comian juntas. Un grupo de ángeles algo inusual.

- ¿Cuantas veces les tengo que repetir que bañarse diario está mal? - dijo ale, novia de Paty molesta por que llevaba dos días sin bañarse y todas la regañaban.

- Si cariño, pero tú quieres bañarte cada semana mamagueva - Paty sabia como chantajear la - hasta que no te bañes no habrá visitas al cuarto de escobas.

- Maldita.

- Yo me baño hasta dos veces - comento Sandra dándole la razón a Paty.

- Eres una cochina - dijo Isabella riéndose del puchero que Ale había puesto.

- Podre ser una cochina, pero una cochina que te puede hacer gemir con solo mis dedos - todas escupieron el agua menos Paty.

- Respaldo eso - comento Paty besando la mejilla de su novia.

- Si van a empezar de puercas mejor vayan al cuarto de escobas - Alejandra C. dijo molesta, aún tenía la imagen de Nath besando a otra chica rondando sin parar por su cabeza.

- Chicas, ¿No creen que esa tal Nath está siendo demasiado escandalosa? - comentó Sandra algo seria.

- Si algo - agregó Paty mientras terminaba su almuerzo - Pero siento que es realmente entretenido verla haciendo sus shows de demonio "rebelde"

- Esa morra se queda pendeja a lado mío si hablamos de rebeldía - decía Sandra mientras bebía un vaso con agua.

Todas la miraron algo serio.

- Ten cuidado o te podrían oír - comento Isabella casi susurrando.

- ¿Oír qué? - pregunto curiosa una diablita de pelo negro, que llevaba unas gafas negras oscuras redondas.

- Jaz cariño – dijo Paty sonriente.

- Que milagro - comento Sandra algo molesta - Neta que milagro que apareces y te dignas a mostrar tu bello rostro por aquí.

- Ay cállate - se sentó frente a Sandra y a un lado de Paty. Jaz solía faltar constantemente a la escuela, pero cuando llegaba lograba captar bastante la atención - ¿Han visto a Marisa? - preguntó Jaz realmente preocupada.

- Tiene bastante que no la veo - dijo Isabella con una mueca algo triste - La extraño.

- Yo igual - suspiro Jaz recordando a Marisa.

- Ya aparecerá - agregó Sandy - siempre vuelve a pesar de todo.

La campana sonó dando por finalizado el almuerzo, todos se dirigieron a sus respectivas aulas. Zay le pidió de favor a Ruby que la acompañará a su salón, ya que aún se sentía algo perdida en el gran colegio.

- Entonces te gusta la música de los chinos de la tierra - Ruby no era muy partidaria de ese género musical, prefería algo más como Lana del rey, The Neighbourhood, algo más americano.

- ¿Tus padres son una pareja mixta? - pregunto Zay sin tacto.

- ¿Quién rayos eres? - Ruby estaba poniéndose algo nerviosa.

- Tranquila, solo lo deduje - Zay suspiro y continuó - conozco muy bien el comportamiento de un demonio - se mordió el labio inferior recordando a su amado demonio - y me di cuenta de que eres demasiado buena para ser un demonio, algo así como un demonio angelical.

- Vaya, eres bastante perceptiva - Ruby comenzó a relajarse - No le digas a nadie, no quiero terminar en el limbo y que a mi familia le afecte.

- Tranquila, puedes confiar en mí.

- Gracias - comento más tranquila.

- Bueno creó aquí es mi salón - Zay se despidió y entro a su aula.

Más tarde en la salida todos iban rumbo a casa, pero había un demonio fuera esperando a ver al ángel que le estaba poniendo de cabeza sus pensamientos.

Ale C. no iba sola, venia acompañada de más ángeles y curiosamente de otro demonio también. Se armo de coraje y se acercó, aún estaba algo ebria por haber bebido tequila con Jessy hace un par de horas.

- ¡Heeey! - fue lo que dijo al llegar - Yo... - todas la miraron con un gesto extraño que no supo descifrar - este... - se comenzó a agobiar, las palabras no salían.

- Les daremos privacidad - comento Isa quien jalo a las demás chicas dejando solas a Ale C. y a Nath.

- Yo... - realmente Nath era mala con ese tipo de situaciones - siento haberte hecho llorar - el mareo del alcohol volvió.

- No importa - Ale C. sonrió.

- Entonces perdóname por esto - Y Nath se abalanzo sobre Ale C besándola, todos a su alrededor se sorprendieron.

¿Un ángel y undemonio besándose a plena luz del día? Peor aún, frente al colegio. Estodefinitivamente no terminaría bien    

¡Demonios Angel! (PFM)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora