Eres Mio

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Había pasado una semana desde que empezó el instituto y no había vuelto a hablar con Andreu.

El día que me acompaño a casa no me dijo nada, simplemente me acompaño, fue algo realmente incomodo.

Estaba sentado en un banco en el patio, pronto vinieron Rodri, Carol y Kevin. A veces les odio porque me molestan y me hacen la vida imposible, otras veces agradezco que sean mis amigos. Se sentaron a mi lado y empezamos a almorzar

-Joder cada vez están más caras las napolitanas, no volveré a comprar nunca más en la cafetería- se quejaba Kevin.

- Cállate, eso no te lo crees ni tu- le dijo carolina

- estoy hasta los cojones de la calor que hace - grito Rodri

Siempre hablan con insultos y groserías, para ellos es lo más normal.

De repente paso Andreu por delante de nosotros y me miro fijamente, siguió andando hacia la parte trasera del instituto.

- ¿Porque te ha mirado? - me pregunto Kevin

No supe que contestar, así q me encogí de hombros y solté un simple "no se"

- Te dijimos que era un mal tío, no te juntes con él, luego tendrás problemas.- me regaño Carolina

- Nosotros ya te hemos advertido, ese chico no es de fiar, es una mala compañía- agrego Rodri

- Lo sé si yo no he hablado con él, no sé porque me habrá mirado, que raro - dije nervioso y intentando apartar la vista de ellos.

Sonó la sirena de que debíamos volver a clase, nos tocaba biología y el profesor cada día escogía un alumno para que fuera a por el esqueleto humano de plástico que había en el desván.

Esta vez me eligió a mí, sentí algunas risas de fondo y cuando me disponía a salir para ir a por el esqueleto alguien grito:

- jajaja si el esqueleto es más grande que el minion ese- y de repente toda la clase empezó a reír.

Yo seguí andando como si nada hacia el desván, pero antes de llegar me metí en un baño y empecé a maldecir mi altura, siempre había sido muy bajito y muy débil, tenía muchos complejos. En el anterior instituto también fui el hazme reír de todos, y no quería que pasara lo mismo aquí. Odiaba ser tímido, pero no podía dejar de serlo, cuando intentaba hablar, las palabras no me salían.

Cogí fuerzas y me dirigí hacia el desván, cogí el esqueleto con toda la fuerza que pude y empecé a arrastrarlo hacia mi salón.

Aun me quedaba mucho recorrido por hacer cuando vi a Andreu, el se acerco a mí y me empujo hacia el cuarto del conserje.

-Lo siento ¿he hecho algo malo? No quería molestarte- le dije con miedo, creía que iba a morir

Me tapo la boca con las manos y me susurro al oído:

- Has hecho algo muy malo; seducirme y ahora te vas a aferrar a las consecuencias, a partir de ahora eres de mi propiedad, eres mío - me dijo mirándome fijamente con una sonrisa picara

Me quede atónico y intente quitármelo de encima y poder escapar, pero aparto rápidamente su mano y me beso.

Me dio un beso largo, mordió mis labios y jugó con mi lengua hasta que se canso.
No supe que hacer, así que me deje llevar y le continúe el beso.

Pasó sus brazos por todo mi cuerpo, con la yema de los dedos rozo mi espalda y con las dos manos me cogió fuerte del culo.

Me sonroje y me deje llevar por el momento.

Empezó a morderme el cuello y hacerme chupetones.

Se disponía a quitarme la camiseta cuando le di con el codo en la barriga y me fui corriendo a clase.

"Seguro estaba jugando conmigo para burlarse" pensaba por el camino mientras arrastraba el esqueleto.

Coloque el esqueleto al lado de la mesa del profesor, me senté en la silla y empecé a pensar en todo lo ocurrido.

Cuando el entro a clase el mundo entero se me callo, estaba muy sonrojado y no entendía porque, intentaba no mirarlo, pero mis ojos no podían apartar la vista de él.

Olvide por unos segundos al mundo y me dedique a pensar en el.

ERES MÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora