El Castigo #1

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Había llegado a casa después de un día intenso en el instituto, me disponía a devorar la lasaña que mi madrea había precalentado pero un mensaje nuevo en el móvil me hizo perder el apetito, lo leí mil veces, no lo podía creer lo que decía, estaba perdido.

Mensaje nuevo de +34 620...

Hola Bruno, soy Andreu, no preguntes como conseguí tu número, no te lo diré.
Quiero que sepas que te voy a castigar, aquel golpe en el estomago no me gusto y al fin y al cabo eres mío, puedo hacer lo que quiera contigo.

Estaba muerto, iba a matarme, estaba más que claro.
Escribí una carta de despedida por si no salía vivo de esta, así sabrían los motivos de mi muerte y el asesino.

A la mañana siguiente me prepare para ir al instituto, y coloque la carta sobre el escritorio de mi cuarto

Llegue puntual a clase, me senté en mi silla y intente distraerme, pero tenía tantos nervios por dentro que no podía estar quieto.

- Menuda cara de mosquito muerto llevas hoy- me dijo Carolina con un tono muy grosero

-Déjalo, seguro está nervioso por el examen- añadió Kevin- aunque no tiene de que preocuparse, este empollón aprueba siempre.

-Sí, he estudiado mucho para el examen y no he dormido casi, solo es eso- mentí, aunque era cierto q había estudiado mucho.

El profesor entro y repartió el examen, 30 minutos después entro Andreu como costumbre, paso por mi mesa y me miro de reojo, se sentó en la suya y se limito a no hacer nada.

Durante toda la mañana no hable con Andreu, me limitaba a esquivarlo, y a esconderme de él.

Quedaban 15 minutos para irse a casa, cuando alguien me cogió del hombro y di un brinco.

- Tío no te asustes que soy yo Rodri- casi me muero del susto- Tengo un grave problema, necesito tu ayuda.-

Le mire confuso y le pregunte que ocurría.

-Prométeme que no se lo dirás a nadie- le asentí con la cabeza y empezó a contarme lo que le sucedía.

- Me gusta mucho Carolina, pero ella solo me ve como un amigo, además se que le gusta Luis, ese pijo de 2 cursos mas, y búa, no sabes cómo me gusta y no sé qué hacer para que se fije en mi. ¿Que puedo hacer?

Me quede de piedra, no me esperaba eso de él, siempre iba con un aire de soltero que va de flor en flor, con su tupe marrón y sus camisetas de tirantes pero me gusto que confiara en mi para decírmelo.

-No te preocupes, se tu mismo, y si no te sirve eso, invítala a ver una peli.- le dije riéndome

Mientras me contaba lo muy enamorado que estaba la clase termino y se fueron todos corriendo, todos excepto yo y Andreu, que se quedo detrás mía parado.

- Con el cabello tan negro que tienes y tu piel que es tan blanca te pareces a Blancanieves- me dijo con una voz burlona e insoportable.

-Lo siento, tengo prisa- le dije mientras metía todo en la mochila y me dirigía hacia la puerta.

-Yo también tengo prisa por castigarte- me dijo cogiéndome del brazo.

Me morí de miedo y intente soltarme, pero él me dijo que quería que lo acompañara al mecánico.

No tuve muchas opciones, y lo acompañe.
Por el camino me hablo sobre lo aburrido que le parecía el instituto, y que el quería ser mecánico, como su padre, que por desgracia falleció hace dos años en un accidente de coche junto con su madre.

Entramos dentro de un taller, lleno de coches y motos averiadas.
De repente un muchacho de mirada astuta se asomo de detrás de una moto y fue a abrazar a Andreu

-Andreu, ¿como estas?- dijo el chico.

-Bien, te presento a Bruno, vamos a estar arriba en la habitación- le contesto Andreu.

El chico me miro de arriba a abajo.

- Hola, yo soy Marc, su hermano- me dijo con una sonrisa.

Le extendí la mano a Marc y subimos yo y Andreu a su habitación.

Entre despacio analizando todos los muebles que habían, pero Andreu cerró la puerta de un golpe y me empujo encima de la cama

Me cogí con fuerza de la cama y cerré los ojos para esperar que todo pasara pero entonces el me dijo:

- Me tienes miedo, ¿Verdad? No te voy a hacer nada malo solo te voy a hacer feliz Blancanieves- me susurro al oído

Abrió un armario y saco un pequeño látigo y un antifaz, se puso encima mía y me coloco el antifaz negro.

No quería irme, pero tampoco quedarme.

-Te voy a hacer mío- me dijo Andreu lamiéndome el cuello

En ese momento no entendía que realmente quería estar ahí, pero más tarde esa habitación se volvería mi vicio.

ERES MÍODonde viven las historias. Descúbrelo ahora