La oscuridad de tu sangre {Editando horrores de ortografía}

Capitulo 7: ~Leila~ "Lo que paso..."

No sé qué día es hoy, no sé exactamente donde estoy, no sé cómo es que entre aquí ni tampoco como salir de aquí, lo único que sé… es que estoy atrapada, encerrada o encarcelada, como quieran decirlo, pero el hecho es que no tengo escape.

Vivo encerrada en una pequeña casa en el bosque, ¿Extraño no? En medio del bosque, yo nunca creí que pudieran mantenerme encerrada en un lugar como este, un lugar con tantas aberturas, con tantas formas de… escapar pero… aun así yo no puedo irme, ellos ya conocen a mi familia, ya saben donde viven y como… bueno como mantenerme aquí, sin reclamos, si me voy mi familia estará en peligro, si me quedo no me harán nada a mí ni a ellos, (bueno la primera no está garantizada)  así que prefiero quedarme sin hacer nada. Escuchar, obedecer, cumplir y rápido, esas fueron las ordenes de Jeff, 4 simples reglas y 2 más las únicas ordenes que debo y puedo cumplir son las de él, de nadie más, y yo no puedo hacer nada sin su consentimiento.

En fin, no me quejo, vivo bien, cómoda al menos cuando Jeff no está en casa… que es el 60% del tiempo, (el otro 40% es para dormir) y a pesar de que vivo en una rutina estricta no estoy aburrida, nunca antes me había sentido tan útil en mi vida.

1-     07:00 A.M. Me despierto, me baño y arreglo mi habitación en lo que este tirado, aunque casi nunca tengo nada tirado.

2-    07:40 A.M. Me dirijo a la cocina y comienzo con el desayuno por suerte Jeff es un tipo “rudimentario” y no suele variar mucho en su rutina diaria

3-    08:00 A.M. El desayuno está listo. Esta semana Jeff ha estado pidiendo: 3 panqueques, 2 huevos fritos, 1 sumo (jugo) de naranja y 5 fresas, mientras más rojas mejor. Lo preparo todo y coloco  en una bandeja junto a un poco de miel de arce. Entro a la habitación de Jeff en total silencio y deje la comida en la mesa que hay junto a su cama. El suele despertarse segundos después de que cierro la puerta, desayuna y se va a quien sabe donde como todos los días, dejándome aquí sola con una gran casa que limpiar.

4-    Empiezo con la parte difícil: Limpiar, limpiar y limpiar sin parar. Empiezo por los baños, 2 baños uno de ellos con lo esencial, ya saben, taza, lavamanos, y una regadera, solo lo esencial, ese es mi baño. Y el segundo tiene (además de lo “esencial”) una gran tina que Jeff “NUNCA” usa.

5-    Continuo con las habitaciones: La de Jeff, la mía y las 2 de sobra, esas nunca están desarregladas puesto que solo tengo que sacudir el polvo y la mía siempre está limpia, pero… la de Jeff… no sé cómo, pero siempre es un total y completo desastre.

6-    Lo que sigue es la sala, no es muy difícil, solo es barrer, sacudir el polvo de la televisión y limpiar la mesa.

7-    Casi al final está la cocina, solo la arreglo, lavo los platos que (por alguna razón) Jeff siempre me deja amablemente en el lavaplatos y reviso el refrigerador, anotando todo lo que se acaba o está por acabarse, pues siempre los domingos Jeff me permite salir de casa pues tengo que comprar todo lo necesario para vivir: comida, artículos de limpieza y a veces alguno que otro artículo femenino, porque, pues soy mujer y los necesito, claro que nunca le digo a Jeff que los compro... Por cierto, ni me pregunten de donde saca el dinero que me da, pues ni yo se.

8-    Y por ultimo: recibir a Jeff a las 10 de la noche saludar, preguntar como estuvo su día, que hizo (esa última, rara vez me responde, y eso con un nada o caminar o lo típico) si tiene hambre prepararle algo y avisar que me voy a dormir y justamente eso hago, pues no tengo nada más que hacer, aquí no tengo con que “pasar el rato”.

Estoy algo como que…  incomoda, pues yo era una chica que pasaba bastante tiempo en la computadora, y no me la pasaba en Facebook o ningún sitio así, sino que yo (la mayoría de las veces) o veía anime, o escuchaba música, o leía algún libro, y si no estaba en la computadora, estaba con mis amados videojuegos, si amo, amo y adoro los videojuegos, son una de mis grandes paciones, sobre todo los que son… ¿Cómo decirlo?... antiguos, pero no viejos, ya saben, como el Nintendo 64, ahh eso lo amaba, tenía prácticamente todos los casetes y en la edición especial, ya saben la dorada, aunque los que más cuidaba eran: The Legend of Zelda: Ocarine of Time y Majora’s Mask, adoraba esos 2 tesoros, aunque ahora, ya no los tenía, ni a ellos ni a mi preciado computador, si veía anime, pero no tanto, solo lo que me gustaba, cosas como: Kuroshitsuji, Fairy Tail, o Bleach. Aunque debo de admitir que vi Junjou romantia y Loveless, pero… ¿Cómo no hacerlo? Si son hermosos, díganme que no y ya veran... ahhh pero bueno, ya no tenía nada de eso… aunque no me quejo, estoy cómoda.