5 Capitulo

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Al día siguiente me levanto dispuesto a buscar una escuela para mis hermanos, pero primero me tengo que asegurar que Don Francesco me de permiso para salir unas horas... Lo dudo mucho pero lo intentaré.

Bajo las escaleras, después de haberme vestido y bañado, pero inmediatamente me encuentro a Don Francesco viendo su programa favorito (Restaurantes extraños), sinceramente es un programa bastante entretenedor.

-Hola Don Francesco, ¿cómo amanece?- Decido acercarme, pero algo miedoso porque sé que él odia que lo molesten cuando está viendo televisión y mucho más cuando ve su programa favorito.

-Ajá bien... Tengo que contarte algo, anoche hablé con mi sobrina- Dice Don Francesco y de inmediato se posiciona una sonrisa de extremo a extremo en mi rostro.

-¿En serio? ¿Qué fue lo que dijo?- Digo con mucha emoción.

-Calmese por favor, dijo que ella también lo quiere ver y que si mañana no tiene clase pasará por acá.

-Se lo agradezco mucho Don Francesco... Que pena molestarlo tanto pero tengo una pregunta para usted.- Esta vez si le diré sobre la cuestión de la salida.

-Quiero que mis hermanos empiecen a estudiar, por lo tanto quiero buscarles un colegio y espero que hoy usted me haga el favor de dejarme salir un par de horas para hacer todo el debido proceso.- Esta vez demuestro seguridad en mis palabras.

-Tu no tienes dinero para eso, ¿Acaso sabes cuánto vale la educación ahora?

-Eso es lo que iré a averiguar, si es que usted me lo permite.

-Te haré un favor aún más grande. La secretaria de educación es excelente amiga mía, hablaré con ella para que tus hermanos entren a la mejor escuela de esta ciudad.

-Vaya, muchas gracias Don Francesco, es usted un muy buen hombre.

-Ya sé, no me lo tiene que recordar, mañana o esta misma noche le doy razón de lo que he hablado con la secretaria de educación, se puede retirar a hacer sus deberes.

-Sí señor, de inmediato.

Me alejo y me dirijo a hablar con Rosita.

-Hola Rosita ¿qué haces?

-Hay muchachito, aquí limpiando todo lo que ensucia ese señor, es bastante desordenado aunque no lo parezca; hoy le he encontrado unas medias que lo lavo hace como un mes, ¿puede creerlo? Además, sus hermanos tampoco es que sean muy ordenados.

-¡Ja! Rosita tu sabes que nosotros somos muy ordenados, sabes que ni siquiera dejamos una sola mancha en el piso cuando etramos del jardín.- Sé perfectamente que este comentario le va a sacar mucho el mal genio a Rosita, pero me encqnta mokestarla, vale mucjo la pena.

-CALLATE MUCHACHO SABES QUE ESO DEFINITIVAMENTE NO ES ASÍ, SUS HERMANOS Y USTED S....- Caigo al suelo en carcajadas y Rosita me pega un puño en el estómago, pero eso no impide que mi risa pare.

***

Hoy viene Melody... No sé que ponerme así que me quedo un largo tiempo viendo mi closet que literalemnte está vacío, así que supongo que me pondré lo mismo de siempre...

A penas termino de bañarme, de cepillarme y de vestirme, escucho su voz... Aquella voz tan dulce que desde la primera vez que la oí me llenó de total pacienfia pero a la vez esa desesperación de escucharla en cada momento de mi vida.

Me veo por última vez en el espejo y abro la puerta para proseguir a bajar las escaleras... Literalemnte corro, perl en el último escalón me tropiezo y escucho una risita leve por parte de Melody.

-Que pena... Hola, por fin vienes.- No sé que más decirle, en este momento mi cara está como un tomate de roja.

Se acerca a mi Melody, me baraza y susurra en mi oido sin que Don Francesco se de cuenta.

-En diez minutos te espero en el estacionamiento, quiero que me acompañes a un lugar, no te preocuoes que si llegas a tener algún problema con mi tio... Me avisas y yo lo arreglaré de inmediato.

Se me pone la piel de gallina al escuchar tan cerca la voz de Melody, además su tacto ayuda en ponerme nervioso.

-Ese abrazo duró mucho ¿no?- dice Don Francesco y los dos solo reímos...

Al pasar los diez minutos voy al estacionamiento como Melody me lo había indicado y al instante la veo en su carro, supongo que tengo que entrar...

-Menos mal viniste, pensaba que no te atreverías...

-Je,je sí... Pero ya estoy aquí así que no te preocupes.

Todo está en completo silencio, por lo que es algo incómodo.

-Eres la primera persona a la que se lo cuento así que aquí voy... Entré a Harvard.

-Wou, estoy muy contento por ti... Vaya es un logro espectacular, ¿Cómo te dijeron o qué?

-Pues me dijeron que mis calofocadiones eran bastante buenas y que mi actitud también valía mucho, que siempre que me ven estoy contenta y bueno todas esas cosas... Obviamente estoy muy nerviosa pero muy contenta... En fin, tengo algo para ti.

-¿Algo para mí? No te lo puedo recibir sea lo que sea, antes yo debería darte algo.

-Solo callate y ya... ¿Confías en mi?

-Sí.

-Bien, andando.- dice Melody arrancando el carro sin dejarme reprochar algo.

El futuro según nuestras decisionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora