El futuro según nuestras decisiones

Capitulo 9

Nunca imaginé las cosas que hasta ahora he logrado en mi vida, en realidad estoy muy orgulloso de mí, ahora sé que no necesito a una madre que me diga (o me escriba) lo decepcionada que se siente de mí. Nadie, absolutamente nadie me puede criticar lo que he hecho, mi madre no confió ni creyó en mis expectativas, así que si ella no lo hizo y no le importó, a otros menos.

-Oye... tengo mucha hambre- menciona mi hermano llegando a la cocina, despejando todos mis pensamientos anteriores.

-No demoro en servirte, calma, ¿ya hiciste tus deberes?- Pregunto.

-No...- Que coraje, ¿luego piensa que esto es un juego o qué?

-Vas ya mismo a hacerlos, no me estoy aguantando todo esto en vano, tienes que entender que ahora las cosas son diferentes y que todo lo estamos haciendo es por un bien, ni siquiera por el mío, sino por sus bienes, saben los dos que son mi adoración y que haría lo que sea por ustedes, pero necesito que pongan de su parte también.- Menciono sin la intención de regañarlos ni nada, sólo espero que lo vean como una simple observación, aunque en realidad no puedo negar que si aumente un poco mi tono de voz... Provocando que uno de mis hermanitos, rompa en llanto y se dirija desesperadamente al cuarto.

Decido no perseguirlo, no puedo soportar todos sus berrinches, así que mejor espero a mañana para llevarlos a la escuela y discutir toda esta situación cuando los dos estén más tranquilos.

*********

Ya es de día así que me dirijo al cuarto de mis hermanos para alertarles que es hora de alistarse para asistir a la escuela.

-Niños, ya es hora, espero que hagan hecho sus deberes, estén listos en media hora para acompañarlos a la escuela, saben los dos que necesitamos discutir algo, ¿No?- Menciono y ninguno de los dos se digna a responder, no quiero problemas ni más discusiones así que mejor me dirijo a hacerle algo para la lonchera.

-¿Ya están listos? ¡Se les va a hacer tarde!- Pronuncio en un tono suficientemente considerable como para no llega a tal punto de gritar. Seguidamente aparecen mis hermanos y lo único que hao es coger cada una de sus mochilas para introducir en éstas, el almuerzo.

-Vamos.- Trato de cogerles las manos, pero ninguno de ellos quiso, así que me dedico a proseguir con la discusión de ayer...

Estábamos a punto de cruzar la calle y yo a punto se terminar con la conversación, perl de un momento a otro, al parecer el menor de mis hermanos se enojó mucho y empezó a correr, no miro para las dos direcciones antes de cruzar como anteriormente ya se los había enseñado.

Mis ojos brotaban pequeñas gotas saldas que poco a poco se convertía en un llanto incontrolable de agua salada brotando por mis mejillas, mi flujo nasal empezaba a parecer con mucha más frecuencia que lo normal...

-¡¡¡DAVID!!!- Grito, grito y grito su nombre sin parar, toco su cuerpo desesperadamente esperando aunque sea alguna reacción proveniente de David, pero no, no se inmuta ante mi tacto ni mis palabras escandalosas logran alertarlo.

Un carro lo había atropellado.

En pocos minutos llega una ambulancia, el conductor del carro es interrogado por la policía, al igual que distintas personas que para mí eran desconocidad, pero sabía que eran testigos.

Lo suben a la camilla de la ambulancia, mi hermano y yo subimos también, veo la desesperación en sus ojos igual que la mía, pero le doy un abrazo para darle algo de seguridad y tranquilidad.

-No tiene signos vitales, deprisa Carlos.- Le dice uno de los ayudantes de la ambulancia, pero al pronunciar esas palabras, sólo esas 4 palabras hacen que obtenga un sentimiento el cual no le deseo nunca a nadie, un sentimiento de ahogo, ahogo que quiere convertirse a muerte.

-Iniciando procesos de reanimación, procura no coger ningún hueco- Pronuncia de nuevo el ayudante.

No puedo creer lo que ven mis ojos, no quiero ver, sé que mi hermano tampoco así que simplemente inconscientemente se los tapo con la palma de mi mano, no sé qué hacer y no dejo de llorar y de pensar que todo esto pasó sólo por mi culpa. ¡Maldición!

-¡LO PERDEMOS! ¡LO PERDEMOS!

Quiero salir de esa ambulancia, pero mi cuerpo no responde, quería morirme en ese momento, sentía decepción, dolor, desesperación y fastidio de todo lo que había sucedido.