Anna y Gustav

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Él la observaba todas las noches

Se escondía entre las tumbas esperando que despertara

El viento invernal jugaba con su pelo y erizaba su piel mientras recordaba las veces que había deseado tener aquel delgado cuerpo debajo de él, memorizando bien su pelo castaño, sus ojos rojizos y su piel blanca como porcelana. Pero lo que más le gustaba de ella era que siempre olía a sangre fresca

Hacía varios meses que la seguía, solo mataba para alimentarse. Era incapaz de lastimar a un ser vivo sin necesidad. Era muy dulce, como una niña en el cuerpo de una mujer

La mezcla de todos estos recuerdos hizo que su hombría se endureciera y no dudo en tocar un poco su erección imaginando que era ella

El ruido de un portón abriéndose lo sacó de sus pensamientos y sus ojos se volvieron a posar en la criatura que acababa de despertar de su sueño

Un vestido negro cubría su cuerpo, su tierna mirada se fijó en el cielo estrellado, la luz de la luna la bañaba y sus labios soltaron un suspiro

Un apuesto joven que se encontraba en las cercanías lo vio todo y se acero para ayudarla

-Señorita? Está bien?- Sus ojos se fijaron en ese joven, hipnotizándolo totalmente y haciendo que se arrodillara ante ella y descubriera su largo y delgado cuello

Ella se acercó como si fuera a besarlo, él se entregó completamente. Unos dientes afilados se clavaron en la garganta del muchacho, haciéndolo gemir de placer y de dolor mientras ella drenaba su sangre

Desde las sombras, unos ojos azules, que nunca se apartaron, contemplaban todo con atención

Miraba excitado todo lo que pasaba, deseando liberar su semen en la tierra que estaba bajo sus pies

Después de su banquete, ella caminó entre las tumbas como un fantasma

El salió de su escondite sigilosamente y se acercó a la víctima que yacía en el suelo. El joven aún vivía, con dos marcas en su cuello que goteaban sangre

Sintió como su boca se aguaba. Sus uñas se convirtieron en garras, rasgo el estómago del muchacho inconsciente y comenzó a devorar sus entrañas sin vacilar

Alimentarse de una criatura que aún vivía siempre le había parecido excitante. Encontraba erótico el pensar que su cena sentía lo que estaba haciendo

Terminado su festín, se acercó al panteón

Se encontraba frente a la gran puerta. Varios detalles, entre ellos algunas figuras de dragones, y un gran arco decoraban la entrada. Pero fue una placa de bronce lo que más llamo su atención

"Aquí yace Anna, amada hija y hermana"

Una sonrisa se dibujó en su rostro

Solo había estado acosándola, mirándola desde las sombras, sin acercarse

Con un brillo en sus ojos se apresuró a seguirla, adoptando la forma de un lobo blanco

Anna se encontraba caminando por un sendero, perdida en sus pensamientos, admirando los árboles y observando la luna. De pronto se dio media vuelta y dijo suspirando

-Puedes dejar de seguirme? Ya sé que estás ahí. Puedo escuchar tus pasos, siento como corre la sangre en tus venas, tienes el olor del hombre que ataque impregnado. Sal a la luz

Los ojos brillantes se sorprendieron y dando un paso hacia adelante, se dejó cubrir por la luz de la luna

Las pálidas mejillas de Anna se sonrojaron y una sonrisa muy tierna adorno sus facciones

PASIONES OSCURAS. Cuentos De Terror, Fantasía y Romance (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora