Que empiece el juego (Cap 20)

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7:00 AM- Lunes

Dentro del gimnasio había mucha agitación. 

Era la última lucha, todos verían al campeón de ese año levantar la copa de oro. El mejor estudiante que saliera victorioso no sólo se la llevaría a su casa, si no que recibiría un regalo sorpresa por parte de la mesa directiva. Siempre era un secreto y podría ser cualquier cosa: un reloj, una pantalla de televisión, un bono para comida pokemon para un año, unos boletos de concierto, dinero, discos de música, cupones para comestibles o para usarlos en la cafetería escolar, puntos extras para las materias que estaban en peligro, libros muy raros... siempre era imposible saber qué regalo recibirían cada año. El ganador pasado, Gold, recibió una bicicleta de último modelo.

Los profesores estaban acomodando a los estudiantes para que el torneo diera inicio puntual a las 7:30, no podían perder tiempo, en especial por que el departamento de seguridad de la ciudad se dispuso a doblar los guardias con los que disponía el instituto para prevenir futuros accidentes.

Varios Macham se colocaron frente a las puertas de entrada del gimnasio escolar, un Herdier olía a cada persona que entrara al edificio y si le llegaba un olor sospechoso se lo hacía saber al oficial junto. Demasiada seguridad desde muy temprano.

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7:10 AM- ("Oficinas de la compañía Rocket")

Silver ya estaba acostumbrado a levantarse temprano, para llegar temprano a clases tenía que levantarse dos horas antes para preparar sus libretas, asearse, arreglar su cuarto y desayunar.

En su oficina tomaba tranquilamente un café junto a su Sneasel, que dormitaba en un cojín de junto. Revisaba uno tras otro los papeles con las estadísticas de producción de pokebolas y los gráficos que mostraban la energía utilizada de los últimos dos meses. Atenea, la subjefe del departamento de producción, se dio a la tarea de mantenerlo al tanto de las actividades del día mientras atendía otros asuntos.

La falla del dispositivo de almacenamiento pokemon de las pokebolas no era un asunto que debiera ser ignorado. Para que una pokebola pueda cerrarse se necesita un sello magnético junto con varios sensores de detección. Quizá uno de los magnetos que se utilizaban en la fábrica se averió o se dejó de dar mantenimiento y por eso causó un desequilibrio por toda la planta. Pero, ¿sería lo suficientemente fuerte como para afectar a toda el área colindante?

-Atenea- Llamó Silver por el radio- Haz revisar la maquinaria de producción y mándame el análisis lo más pronto posible, quizá alguno de nuestros aparatos está roto y por eso las pokebolas dejaron de funcionar

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-Atenea- Llamó Silver por el radio- Haz revisar la maquinaria de producción y mándame el análisis lo más pronto posible, quizá alguno de nuestros aparatos está roto y por eso las pokebolas dejaron de funcionar.

-Señor- Respondió un poco molesta- Le aseguro que las máquinas están en perfectas condiciones, hace unos dos días hice un chequeo general y no encontramos ninguna falla. Sugiero que mejor lea los papeles que le traje

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