Extra 1: Dulce y salado

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Black no se había despegado de la ventana desde la mañana. Munna evolucionó a Musharna gracias a que Silver le regaló la piedra lunar la navidad pasada,  estaba flotando en profundo sueño por todo el apartamento llenando cierta parte de la habitación con humo rosado que se desvanecía en segundos.

El trabajo como "Maestro ambientalista" de N a veces le parecía horrible a Black por el simple hecho de tener que viajar seguido. Muchas tomas de tierra, mucho papeleo, muchos experimentos y todo para entregar a pocos días. Los análisis tardaban demasiado tiempo en ser tomados, preparados y trasladados de un campo en medio de la nada a una ciudad más o menos decente. Black sólo esperaba las vacaciones de N para poder tenerlo cerca más tiempo antes de desaparecer por semanas y volver cada que se pudiera como un hotel.

Ahora se encargaba de ser el Segundo al mando en el Gimnasio de "Ciudad Almendra", una población a dos horas por autobús desde su universidad. Era pequeña, pacífica pero suficientemente bulliciosa para su gusto. Usualmente tomaba el turno de líder cuando el verdadero se iba a hacer unas reuniones con el "Consejo Regional de líderes" o tenía alguna otra cosa que hacer además de atender a los entrenadores que vinieran a retarlo. Black no se especializaba en ningún tipo por lo que usaba los Pokemon de reserva para los combates (De tipo Volador), tenían que estar a bastante buen nivel y ser entrenados todos los días. Sólo en casos extremos utilizaba a su Braviary, con el que ponía en aprietos a la mayoría de los contrincantes. Galvántula se había tomado la costumbre de salir de su Pokebola para seguirlo a todas partes, Musharna permanecía siempre durmiendo en casa (a menos que se le requiriera era devuelto a su pokebola). No eran días malos ni pesados, simplemente lo que deseaba cada día era ver de nuevo a N para contarle todas las experiencias nuevas que había vivido o aprendido por parte de los entrenadores novatos, ya que a veces estaba metido tanto en la naturaleza que las comunicaciones eran nulas. Esperaba obtener algo de su apoyo para que un día de esos se propusiera para enfrentar al líder y tomar su puesto definitivamente, cosa que estaba casi al borde del suceso.

Los pokemon que entrenaba no eran muy revoltosos e incluso se habían encariñado con Black: Crobat, Xatu, Noctowl, Archeops y Staraptor. Todos criados y entrenados por Black desde que fue aceptado como aprendiz, un trabajo bastante arduo de mantener y difícilmente de poder dejar; tenía muchas ganas de llevárselos a todos a casa. Galvántula estaba más nervioso que Black por que se movía de un lado de la sala a otro, Chandelure tuvo que hacerse a un lado para no ser golpeado por su nerviosismo y quemarle parte del pelaje erizado.

Súbitamente Black se levantó corriendo hacia la puerta chocando contra el marco antes de sonreír. Se echó a sus brazos apretando su rostro contra su pecho.


-¡Por fin has vuelto!

-Hey, estoy lleno de tierra y lodo, tengo que ir a ducharme

-No me importa...


N dejó que se restregara en su camisa sucia, acababa de trabajar arduamente en un campo con plantaciones nuevas y esperaba que no lo volvieran a llamar por unas semanas. Liepard tomó un maletín para llevarlo a dentro de la casa, Galvántula se le echó encima echando chispas de felicidad dejándole el cabello peor de como estaba por la estática.


-¡Vamos, cenemos juntos!

-Deja de Gurdurr te enseñe algunas cosas que traje...


El pokémon musculoso pasó dentro de la casa cargando maletas enormes como si fueran papel para él. N subió rápidamente las escaleras, estaba emocionado por disfrutar el tiempo lo mejor que se pudiera antes de irse otra vez.

Characters Love (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora