Capítulo 7: La Fiesta y La Declaración...

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Cheryl entró en su cuarto, empapada y aun impactada, con la imagen de Justin sin camiseta en su mente. Había sido lo más hermoso que había presenciado en su corta vida, según ella claro… solo había querido estirar la mano y tocar su piel blanca y bronceada totalmente empapada a causa del agua. El mundo se había reducido solo a ella, y a él que, por una extraña razón, estaba sonrojado. 

En unos segundos había logrado espabilar, más bien cuando Justin había quedado mirándola a los ojos con cara de confusión para luego ella murmurar algo y salir corriendo hacia su habitación. Se había tirado a su cama, mojada y todo, a rememorar cada instante vivido en el campo, Justin, sus risas, sus palabras, su voz, su mirada, sus ojos expresivos color miel. Cheryl soltó un suspiro. Todo en él era perfección, absolutamente todo y pensando en él y su perfección cayo rendida al sueño…

{...}

-¡Cheryl! – Escuchó la voz de Isi despertándola – Levántate ya, perezosa... ¡Hoy es la gran fiesta! Y va a ir Justin así que tienes que verte bellísima.

-Mmmmm… -susurró Cher apenas despierta. Recordó la fiesta y se levantó en menos de lo que canta un gallo – Es cierto ¿Qué hora es?

-Son las cuatro treinta, dormiste demasiado, pero... ¡Que va! – Isi soltó una carcajada- Es normal, recién entrando a clases, acostumbrada a dormirte tarde y levantarte tarde.

Cheryl se levantó y comenzó a prepararse, mientras le contaba todo, lo ocurrido con lujo de detalle, lo ocurrido ayer en el campo, desde que hablo con Sam, hasta que vio a Justin sin camiseta. La imagen de él sonrojado no salía aun de su mente, se veía tan lindo con toda su sangre centrada en sus mejillas.

Luego de varios minutos de preparación, estaba casi lista. La había vestido Isi, tenían la misma talla en ropa y zapatos así que le había prestado un poco de su provocadora ropa y unos zapatos de tacón aguja. En efecto; un vestido blanco, angelical y humilde, ajustado a su silueta con unos tacones negros. Cheryl había procedido a ponerse unos pendientes de plata con un diamante pequeño ubicado justo en el centro de la figura y un brazalete de oro brillante. Estaba lista. Con su cabello suelto y sus ojos verdes bien delineados salió con Isi del brazo, siempre andaban así para todos lados.

{...}

Llegando a la sala de eventos de la Universidad, le entraron los nervios a la pelirroja. ¿Y si Justin se burlaba de ella cuando la viese con tacones por primera vez? ¿Y si todos la miraban mal? Paró de golpe, haciendo que Isi también parara. No fue necesario decir que ocurría para que Isidora la mirara con desaprobación.

-No digas nada Cheryl, no pienses… solo entra ahí y hace que se arrepienta de todo. Te ves espectacular y nadie arruinará tu noche – Isi parecía decidida a hacerla entrar a la fuerza si era necesario, así que por cuenta propia entro Cheryl.

Se sentaron en una mesita al fondo de la sala y empezaron a observar a los chicos. Como era de costumbre, en solo dos minutos Isidora ya se encontraba bailando con algún tipo que se ofreciera a hacerla sentir única y la había dejado sola, con un vaso de agua mineral en la mano. 

Alguien se dirigía a Cheryl , y podía verlo su reflejo aunque estuviese muy concentrada en la pista de baile y tomando su agüita. Alguien se acercaba directamente a ella... ¿Quién? No lo sabia, pero cuando lo reconoció, el chico ya estaba cómodo a su lado, intentando sacarle palabras menos toscas de las que estaba diciéndole. Luego de unos minutos de conversaciones sin sentido como las del clima, la música que escuchaba y qué estudiaba específicamente, Cheryl se había aburrido notoriamente.

-¿Y tienes novio? – dijo el chico que realmente ni si quiera se acordaba de su nombre.

-Eh… - Cheryl iba a responder pero se vio interrumpida por una voz gruesa, profunda y llena.

-Si, si que tiene – respondió el rubio cobrizo marcando territorio con su mirada de desprecio infinito.

- ¿Tu eres su novio, Justin? – preguntó el muchacho impresionado, pero sin duda no mas que la muda y estática Cheryl.

-No, pero lo seré dentro de unos minutos, así que mueve ese cuerpo delgaducho que tienes y ve a intentar follarte a otra. 

El chico se levantó orgulloso, guiño a Cheryl y se fue.

-¿Estaba molestándote? – preguntó Justin sentándose a su lado.

-Eh no… - Cheryl se corrió un poco más lejos de él. Su presencia la incomodaba y mucho mas la situación. Daba las gracias a la madre naturaleza que la luz era baja y no podía notarse su cara ruborizada.

-No te sonrojes, Cheryl – comentó Justin sonriendo , y para disimular , Cheryl lo miró extrañada – Te conozco, Cher, y se que estas mas sonrojada de lo normal.

-¿Sabes? No entiendo que haces hablándome y mucho menos corriendo chicos lindos de mi lado – habló Cheryl un poco cohibida, pero segura.

-¿Qué acaso no puedo hablarte? – hizo un sonido tosco con la lengua y la miró a los ojos – ambos sabemos que yo soy mas guapo y atractivo que el chico ese que estaba aquí.

-¿Qué pretendes, Justin? – susurró Cheryl ahora si totalmente confundida y nerviosa – Tu nunca me has hablado en un buen tono y mucho menos te has sentado a mi lado.

-No pretendo nada. Solo vine a acompañarte, te veías sola – Justin sonrió ,pero a la vez pensó que esto le estaba costando mas de lo que esperaba - ¿Sabes? Tengo algo que decirte, y déjame decirte que no es para nada fácil esto.

-Pues suéltalo y ya… no conocía esta faceta de ti – dijo Cheryl bebiendo un sorbo de su agua mineral.

- Antes, dime una cosa. ¿Yo te gusto? – preguntó el señor “avergonzado” haciendo que la confusa cabeza de Cheryl se revolviese aún más y se sonrojara hasta el ultimo poro de su piel cuando Bieber tomó en una de sus manos el peso de su cabeza por el costado derecho de su mejilla – Dime la verdad. – Cheryl nublada por el momento asintió con la cabeza, mirándolo directo a los ojos – Perfecto …- susurró Justin, para si,haciendo que la pelirroja saliera un poco de su shock momentáneo, pero no alcanzó a decir nada porque en menos de un segundo había sentido el mejor contacto de toda su pu*a vida. ¡Justin la estaba besando!

Esos carnosos y rosados labios estaban en contacto con los suyos, moviéndose casi al compas de la romántica canción que había puesto el DJ. El mundo de Cheryl estaba totalmente nublado, apenas oía la música, escuchaba todo muy lejos de ella, lo único que escuchaba bien era su corazón chocar con su tórax a mil por hora. Estaba sintiendo esa sensación que había imagino millones de veces antes de dormir, pero la realidad superaba la ficción con creces. Mariposas volaban dentro de su estomago haciendo que se le revolviera todo lo que había tomado y comido durante la tarde. Era la sensación mas exquisita tener sus labios unidos a los de él, una suavidad que le regalaba, un sentimiento de paz comenzaba a llenarla hasta que sintió que el comenzaba a alejarse de ella, muy, muy lentamente, para luego quedar a solo milímetros mientras él miraba de sus ojos a sus labios con las pupilas completamente dilatadas. 

-Me gustaría que fueses mi novia – susurró el rubio cobrizo.

-¿Por qué? – Preguntó Cheryl con los ojos cerrados, aun sintiendo el beso, pero también pendiente y alerta – ¿Por qué ahora? ¿Por qué si siempre me rechazabas y me odiabas?

-Porque simplemente no quería admitir que me encantabas… - Justin sonreía, sintiendo ya el comienzo del sabor al triunfo, un beso más y la Cheryl caería, y le dio un suave beso nuevamente, solo un roce “cariñoso” - ¿Serás mi novia o tengo que seguir intentándolo? – así de fácil, Cheryl asintió y Justin con triunfo volvió a unir sus labios.

Autora: @xarita_98
Twitter: @DenisseDuchi

Cruel Apuesta |Adaptada|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora