Cruel Apuesta |Adaptada|

Capítulo 18: La enamore más "Y me enamore yo también"...

Cheryl entraba en su habitación de la Universidad, aunque su padre la había ofrecido que se fuese a casa para que descansara y terminara su licencia medica allá, pero ella se había negado. Quería ver a Justin, quería tenerlo cerca y la única manera era estando en su habitación de turno. Sonrió al entrar en el cuarto. Dejó su pequeño bolso en una silla y se acercó a las cortinas de color claro y poder abrirlas, haciendo que la luz entrara y llenara la habitación. Cuando se dió vuelta se topó con el espejo que estaba en el baño sobre el lavamanos, ya que la puerta del baño estaba abierta. Examinó su cuerpo desde lejos y comenzó a caminar hacia el hasta quedar frente a si misma en su totalidad. Se miró el cabello, estaba pajoso y opaco. Su mirada siguió bajando por su rostro que estaba pálido, los medicos decian que seria así por un tiempo por las diversas descompensaciones que el cuerpo recibía luego de una cirugía. Sus ojos bajaron nuevamente pero esta vez hasta sus pechos. Eran mucho mas diminutos que antes, no era que se habia quedado sin absolutamente nada, pero habian disminuido mucho y eso hizo que se diera cuenta de lo que hablaba el doctor luego de la cirugía, el famoso trauma-pos cirugía. Él había dicho que iba a recibir ese trauma cuando cayera en cuenta que ya no tendria el cuerpecito de una jovencita a su edad, con sus pechos turgentes y llenos. Era cierto, no era como antes, era mucho menos atractiva. ¿Justin lo notaría?, fué lo primero que pensó. ¿La dejaría por no tener unos pechos dignos de una chica a su edad? Quizá estaba sugestionándose, pero el miedo aún asi la consumía. Suspiró. Si Justin la dejaba, lo entendería. Haría lo posible por entenderlo y superarlo. Él estaba acostumbrado a chicas curvilineas, a chicas sexys... dehecho aún no entendía por qué la había elegido a ella. Ya resignada, salió del baño y se sentó en su cama. ¿Por qué su abuela le había dicho esas cosas en ese extraño sueño de inconciencia?, pensó mientras se mordía una uña ansiosa. ¿Qué pasaría? ¿Era real o simplemente era un sueño que no significada nada? ¿Estaría Justin...? alcanzó a pensar antes de que tocaran fuertemente la madera de la puerta. Se levantó un poco abrumada por la sorpresa del rompimiento de silencio y fue a abrir. En efecto, un sonriente Justin con un ramo de rosas azules. Lo primero que pensó fue que deberia dejar de pensar estupideces, él la hacía feliz y se veía feliz el mismo también, no había de qué preocuparse.

-¿Cómo está la paciente mas sexy que conozco? - preguntó él haciendo que a Cheryl se le activaran nuevamente los pensamientos al momento en que dijo "Sexy" pues ya no se sentía para nada sexy sin pechos - ¿Qué pasa? ¿Por qué esa cara? ¿Te sientes mal? - dijo entrando a la habitación y tomandola de las manos preocupado.

-Es que... - Cheryl lo miró, es imaginó un mundo sin él, sin su sonrisa, sin su mirada miel y sus ojos se llenaron de lagrimas.

-Cheryl, Toma tus cosas y vamos con un doctor. - dijo él tomando un abrigo de ella.

-No, Justin. Estoy bien - murmuró la pelirroja - Lo que pasa es que... diras que estoy loca, pero es un trauma-postcirugía. 

-Ya... - habló él con un dejo de pregunta - ¿Y de que se trata ese trauma?

-Es un trauma vinculado al autoestima. No tengo pechos, casi. 

-¿Y? - preguntó Justin una ceja elevada.

-No quiero dejar de gustarte. Tu estas acostumbrado a chicas curvilineas, perfectas, sexys y yo, bueno nunca eh sido eso, pero ahora estoy peor. - ella hizo un puchero y Justin sonrió con ternura.

-No vas a dejar de gustarme, Cher. Quedate tranquila - él la abrazó haciendo que ella soltara todos sus miedos en lagrimas - Shhh, no llores.

-Prometeme que nunca me dejaras. No por ahora. - corrigió ella comprendiendo que eran jovenes y que era casi imposible que se mantuvieran juntos toda la vida.

-Lo prometo... - susurró él recordando la apuesta y tomando en cuenta sus sentimientos ahora. La quería muchisimo, la estimaba, y sentia cosas extrañas cuando la veia, cuando la besaba. Todo indicaba que estaba enamorado. Tendría que cancelar aquella apuesta, y lo tendría que hacer rápido.