[Hiatus] Beyond [Zed x Kayn]

Destello

El destello volvió a inundar sus ojos después de tres veces consecutivas. Se puso de lado con las manos en sus bolsillos y estiró un poco el cuello tal como le indicaban los hombres al lado de la cámara.

-"Una sonrisa, Kayn."- Le pidieron.

-"¿La de siempre o más casual?"-

-"La que te nazca."-

No le nacía sonreír. Finalmente optó por la primera, la sonrisa pícara que tanto enloquecía a la gente que lo seguía, una sonrisa que iba de la mano con su apariencia rebelde y oscura.

Luego de un par de fotos más los hombres indicaron que era suficiente, por fin habían acabado la sesión.

Kayn se acercó a su camarín y tomó toda el agua que quedaba en la botella que había dejado.

-"¿Tanto te agotan un par de fotos?"- Escuchó una voz que venía de la puerta.

-"¿Ezreal? Pensé que hoy no te correspondía venir."-

-"Me avisaron cuando ya había llegado."- Dijo entrando. -"Veo que ahora el consentido eres tú."-

El rubio apretó un poco la mejilla del pelinegro, este lo apartó de inmediato.

-"¿Qué demonios estás haciendo?"-

-"Intento consentirte, ¿Qué otra cosa podría hacer contigo? Toda la atención tiene que estar puesta en ti al parecer."-

El pelinegro apretó los dientes.

-"No es algo que yo quiera realmente."-

-"Pues demuestras lo contrario aceptando cada oferta, ¿Acaso no conoces lo que es un no cuando te conviene?"- Preguntó el rubio molesto.

Kayn no entendía la actitud de Ezreal, no la entendía hasta que recordó:

Hace una semana aproximadamente una chica más nueva que él en la agencia lo invitó a salir. Kayn ante la propuesta rió burlesco, no quería ni imaginar estar dos horas con aquella "mocosa" que parecía la personificación de la piedra en un zapato. La chica insistió reiteradas veces, dando brincos y aferrándose a su ropa.

-"¡Dime que sí! ¡Será divertido! ¿Conoces el pastel lunar de chocolate? Ese que venden al centro de la ciudad ¡Es increíble!"- Decía mientras brincaba.

-"¿Pastel lunar de chocolate? ¿Qué se supone que es eso?"-

-"No tengo idea a qué se refiere con <lunar>, pero le da un toque tan intri~gante"- Dijo mientras cambiaba la voz a una forzada.

-"Agh..."-

Kayn miró su reloj, eran las seis. Si de algo era culpable era de ser curioso, mucho realmente. El que le haya dicho que existía el "pastel lunar de chocolate" lo hizo dudar a su decisión.

-"¡Yo pagaré todo! ¡Anda, Kayn!"- Dijo zamarreandolo.

-"¡Bien! Iré. Pero deja de gritar y tocarme maldita sea."- Dijo quitándole el brazo bruscamente.

-"¡Sí~!"- Gritó alegre.

Kayn tenía la sensación de que se arrepentiría de no haber sido lo suficientemente firme y decirle un rotundo "no". No se equivocó.

Entre todo lo que hablaron esa tarde se enteró que la chica era varios años mayor que él, pero se veía y actuaba de primaria. Modelada trajes de infantes y aparecía en revistas de la misma temática.

Aparte de que se aburrió como nunca, Zoe no dejaba de hablar de Ezreal. Parecía ser su tema favorito de conversación, y a su vez veía que le dolía tocar el tema de sus sentimientos por él.