Capitulo 2 - Siempre Estuvo Aqui

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El.-

Me encontraba en un avión hacia Phoenix, por fin habían terminado estos malditos cinco años de búsqueda, pero aunque odie admitirlo me decepcionaba no encontrar a mi luna, aunque bueno yo se que algún día llegará a mi sólo es cuestión de esperar, mi único consuelo es que por fin tomaría mi lugar como alfa de la manada.
El avión aterrizó a las 23:00 horas así que llegaría a mi casa a dormir, para mañana ir a la preparatoria, gracias a tanto viaje tendría que repetir el tercer año lo que era una mierda, pero viendo el lado positivo así podría conocer algunos de mis lobos y poder elegir a mi beta.
Después de tomar mi equipaje me dirigí a la salida donde me esperaba mi hermana de 17 años, Liv, quien no dudó en atacarme con un abrazo. Hace poco que ella había tenido su primera transformación según me contó su pelaje era negro nada que ver con su pelo café cenizo, no nos parecíamos mucho pero teníamos los mismos ojos grises.
-No sabes cuanto te extrañe, me siento mal que no hayas encontrado a tu mate pero sabes que ya vendrá- me decía mientras me seguía estrangulando con su abrazo el cual antes no me abría molestado pero después de su transformación había adquirido más fuerza.
-A Liv sabes que yo también te extrañe pero me estás asfixiando- dije con la poca voz que me quedaba, ella me soltó al instante.
-Perdón, vamos a casa debes estar cansado- la seguí hasta el carro y mientras caminábamos tomé las llaves del bolsillo de su jeans tomándola desprevenida.
-Yo manejo- me subí al asientos del piloto antes de que empezara a protestar.
Diez minutos después me tumbé en mi cama y caí a los brazos de Morfeo.
A la mañana siguiente me levanté con el horrible sonido del despertador, con mucha flojera me puse en pie y me di un baño de 5 minutos, me vestí y me fui en mi moto. No iría con mi hermana por que era el maldito alfa y no necesitaba una guía y por que después de anoche escondió las llaves de su coche y no me dejó conducir. No tarde mucho en llegar a la escuela y lo primero que hice fue ir a las oficinas a pedir mi horario, al salir me topé con dos chicos que sabía eran lobos recuerdo haberlos visto en alguna reunión.
Sus nombres eran Kellan y Jem después de unos minutos hablando supe que ellos probablemente serían mis beta y delta pero todavía necesitaba conocerlos más y no seria problema al parecer seremos buenos amigos, pasamos unas excelentes y aburridas dos horas de filosofía cuando por fin sonó el timbre del primer descanso, fui a mi casillero que da la casualidad está muy cerca de los de mis nuevos amigos pero lejos del salón donde estábamos.
Estábamos por llegar cuando me llegó un increíble olor a lavanda y tierra mojada que inundó mis fosas nasales *es nuestra mate* el aroma pareció despertar a Sam mi lobo interno, no podía creerlo cerca estaba mi luna, volteé a los lados tratando de ubicar el origen del olor pero habían muchas personas. Igual de rápido que el pasillo se lleno de estudiantes así de rápido la mayoría se fueron a la cafetería con menos gente pude localizar a mi mate estaba junto a un par de chicas pelirrojas, ella llevaba su pelo blanco sujeto en dos trenzas y perecía medir 1.60 de altura, era hermosa.
Mis nuevos amigos se dieron cuenta del trance en el que me encontraba y tronaron sus dedos en mi cara para que reaccionara, al hacerlo por acto de impulso caminé hacia ella por no decir que corrí, la tome y le media vuelta para después acorralarla entre mis brazos que estaban a cada lado de su cabeza apoyados en los casilleros.
-Mi Luna- le dije, en su ojos parecía haber confusión y también un poco de pánico combinado con nerviosismo. No lo puede creer 5 años buscándola y estuvo aquí todo el tiempo, no podía contener mi emoción.
Sus amigas me veían sorprendidas en sus rostros se notaba que sabían de que se trataba todo esto.
-Eh como sabes mi nombre- dijo al fin mi mate, por lo que parecía ser que ella era humana no sabía lo que estaba pasando *Genial ahora va a pensar que estamos locos* tenía razón no podía decirle así sin más que yo era un hombre lobo y que ella era mía saldría corriendo.
No sabía que decirle, había sido una suerte que se llamara Luna sino parecería más loco de lo que ya me veo, pero ahora como explicar que yo "sabía su nombre".
-Luna, hola mira te presento a mi amigo Liam le estábamos hablando de ustedes chicas- interviene Jem sacándome de aprietos, tal parece que las conoce cosa que en esta situación agradecía y mucho.
-Oh bueno hola Liam fue bueno volver a verlos pero tenemos que ir a la cafetería- dice luna aún un poco confundida pero no se va- permiso- pero que idiota aún la tengo acorralada.
-Si perdón- retrocedo dejándola libre, ella se relaja visiblemente al recuperar su espacio personal.
-Por que no almorzamos juntos- dice Kellan antes de que se alejen, justo en este momento podría besarlo, espero y accedan.
Luna se veía un poco insegura pero una de las pelirrojas accedió antes de que tuviera la oportunidad de negarse, inmediatamente esa chica me agrado se lo tendría que agradecer más tarde.
Después de comprar nuestros almuerzos nos sentamos en una mesa que había libre, una de las pelirrojas de nombre Rowan sentó a Luna junto a ella dejando un espacio libre del otro lado de ella y Lena la otra pelirroja se sentó frente a su hermana tal parecía que me querían sentar junto a Luna y quien soy yo para negarme, por el ceño fruncido de Luna ella también lo había notado es que ese par no eran nada sutiles.
-Entonces Luna, ¿eres de aquí?- pregunte pera iniciar platica.
-No, soy de Portland, me mudé aquí hace cinco años con mi madre- responde, así que prácticamente cuando me fui ella llegó, si tan sólo me hubiera quedado.
-¿Y por que se mudaron?
-Asuntos personales- responde secamente, parece una respuesta automática, ensayada, ¿por que será?

Lost Wolf (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora