Capítulo 4: "Las horas eternas"

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Supe desde aquella noche en la que la lluvia se sentía más en mis pensamientos que en el exterior, que no iba a ser sencillo recorrer el camino por el que estaba andando.

Los días se volvían noche más rápido de lo que podía procesar, las noches se volvieron insomnio y el insomnio se volvió algo normal.

Paso muchas de mis noches nadando en recuerdos por los que cada vez siento menos cosas, a veces incluso no llego a sentir nada, pero al final de las historias caigo en el mismo error, las lágrimas.

Ellas son testigo de cada velada que me he pasado tratando de no sentir nada, solo ellas y la compañía de la luna pueden atestiguar las palabras y canciones que surgen de mi mente cada que te recuerdo, son ellas la firma de cada poesía dedicada y redactada a tu persona, me sigue doliendo aunque no quiera reconocerlo, todavía me lastima seguir recordándote aunque aparente lo contrario.

Debo convencerme a mi mismo de que estoy equivocado, de que estoy callendo en una ilusión, un juego que está llevando a cabo mi mente para hacerme recordarte con amor, pero al final es solo eso, un juego.

Mi reloj se ha convertido en el sistema más complejo para medir el tiempo, he pasado noches enteras leyendo lo que alguna vez fueron los más hermosos textos de amor plasmados en una pantalla, la falta de sueño me juega malas bromas, jamás creí llegar a sentirme de la forma en la que en estos momentos me estoy sintiendo; mientras la luna se oculta para dejar salir al sol, yo me encuentro sentado en la esquina de mi cama pensando, recordando y analizando todo lo que llegamos a hacer juntos, y todo lo que nos faltó hacer, aunque ahora este pensamiento sea obsoleto y esté en la parte más profunda de la caja de los recuerdos, me sigo preguntando, ¿Estará pensando en mí?, ¿Estarás sufriendo lo mismo que yo en este momento?, ¿Estás igual o peor que yo?, Tal vez mientras tú duermes con la tranquilidad de un bebé y como si realmente fuera mi culpa todo lo que pasó, yo estoy sentado en una esquina pensando en ti, ¿Mereces tanto de mi tiempo?.

El duelo más intenso que jamás he librado está frente a mi, me cuesta cada vez más tratar de continuar un día más, hay quienes me dicen que la vida sigue, que el mundo seguirá girando pase lo que pase, pero a toda esa gente les tengo noticias, sucede que la persona que ahora mismo está acostada soñando e imaginando mundos nuevos, fue en algún momento de mi vida mi mundo entero, fue ella quién me impulso a hacer cosas nuevas, a descubrir otras estrellas más allá de las mías, fue esa persona quién me enseñó que no importa que tan fuerte sea la tormenta porque al final de ella siempre va a salir el sol, fue esa persona que ahora no está a mi lado quien me dió las más valiosas lecciones de mi vida, esa misma persona quién me apuñaló a sangre fría, esa misma persona quién me enseñó a amar y ahora me enseña a olvidar, esa persona ahora no está y aún me cuesta trabajo asimilarlo.

Perdonenme, pero quiero sacar hasta el último suspiro de su aliento de mi boca, quiero olvidar hasta la más mínima memoria del baúl de mis recuerdos, quiero expulsar todo el bien y el mal que me hizo, pero eso no es algo que lleve poco tiempo, porque los recuerdos no los forma el tiempo, los forma el amor y entre más amor tengan los recuerdos, serán más difíciles de olvidar, eso es algo que aprendí el día que te marchaste.

Las horas se vuelven infinitas cada que pienso en ti, la soledad es algo que me daña en lo más profundo de mi persona, porque no puedo pensar en nadie más que no seas tú y en qué si tan solo hubieras pensado un poco en mí el día en que decidiste jalar el gatillo en mi contra, si tan solo el más minúsculo sentimiento de piedad y comparecencia hubiera salido de tu cabeza tan solo unos segundos antes de tomar mi corazón y lanzarlo al agujero más oscuro del infierno, si tan solo hubieras pensado en mí, todo sería tan diferente.

Por más que trato de no sentir nada por ti, por mas que trato cada vez mas de ignorar lo que mi corazón me está gritando, sencillamente fracaso, no puedo evitar tu recuerdo, pero tengo que poder evitar lo que siento, los segundos, minutos y horas se vuelven eternos con cada recuerdo, por cada vez que te miro una parte de mi corazón se suicida, una parte de mí muere un poco más con cada vez que te escucho reír y estar consciente de que no soy yo el motivo de tus risas.

A estas alturas solo me queda preguntarte, ¿valió la pena lo que hiciste?, y sí lo valió, ¿a qué precio lo hiciste?; No solo rompiste un corazón, conseguiste ganarte el desprecio y el silencio de alguien que en algún momento te idolatró de una forma celestial, ¿cómo es posible que te dió igual toda nuestra historia?, es una pena que ahora mismo estemos deslizándonos poco a poco por el tobogán de la locura e indecencia, poco a poco lo que alguna vez pudo atrapar mi atención de tu persona, se desvanece.

Me tocó tropezar con una piedra en mi camino, pero si de algo estoy seguro es que jamás volveré a tropezar con la misma piedra dos veces, se acabó la historia que comenzamos a escribir,y quien decidió poner el punto final de nuestro capitulo juntos, fuiste tú.

Entre más lo pienso, más te odio, más me voy dando cuenta de quien eres y qué hacías, es por eso que me rehuso a seguir odiandote, me resisto a mirar con odio a quien alguna vez miré con amor, me cuesta trabajo poder soltarte de mi vida, pero debes entender que hiciste lo que prometiste jamás hacerme, y era traicionarme.

Pregúntate en tus momentos de soledad, sí la persona en la que más confías y la que más amas en el mundo te traicionara, ¿qué concepto tendrías de todas las personas?, son ese tipo de cosas las que me quitan el sueño y las ganas de si quiera conocer a alguien más, porque pensar que no solo tú, sino que en su momento otras personas hicieron exactamente lo mismo que tú, repetiste y seguiste los pasos de quiénes prometiste aborrecer y despreciar para siempre, ¿en qué clase de persona te convierte eso?, ¿a caso ahora eres enemiga de tu reflejo?, por esto y por millones de cosas más que aquejan mi mente, las horas se sienten tan largas y las alegrías tan cortas, por cosas como está el tiempo se vuelve eterno, las noches se vuelven Inframundos y los días infiernos, quiero poder no sentir nada por ti, quiero poder vivir y dormir tranquilamente aún sabiendo que eres feliz, quiero poder sacarte de mi corazón, borrarte de mi mente y eliminar todo lo que alguna vez pasó por mi mente a tu lado, no quiero tener más sueños juntos, no quiero más visiones de un futuro que no existiría jamás, me niego rotundamente a seguir viéndote en la acción más mínima de mis actividades, me niego a seguir abrazando tu recuerdo como si mi existencia dependiera de ello, me niego a seguir mirando tus ojos y no verme reflejado en ellos, me niego a seguir queriéndote.

La Carta de un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora