Capítulo 5: "La Calma"

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Mientras mi corazón se reconstruye con lentitud, he notado que me estás dejando de doler de la forma en la que lo hacías, ahora puedo no solo mirarte sin rencor, sino que puedo cruzar una mirada sin sentir absolutamente nada, en cierta forma me siento orgulloso de lo que he podido lograr al cabo de un par de meses, pero de la misma forma me siento extraño al ver que dejaste de ser la chica que amaba.

Es curioso de ver como el amor puede ser un sentimiento tan engañoso y mentiroso, de un día a otro puede cambiar, incluso es cuestión de algunas palabras modificar completamente su figura, ahora puedo mirarte sin sentir, recordarte sin llorar y soñarte sin amar, ahora podría asegurar que estás casi completamente fuera de mi sistema.

Todavía quedan fragmentos de tí en mí, pero como antes lo mencionaba, experiencias como las que tuvimos juntos no son sencillas de olvidar, pienso que no todos somos capaces de escribir miles y miles de versos a alguien en especial, pero si ahora mismo pudiera edificar cualquier cosa a base de las letras que te he escrito, podría replicar 10 mundos enteros y me sobrarían versos.

La calma ha llegado a mi corazón, el sentimiento de amor ahora está siendo custodiado y protegido por mis memorias y mis demás sentimientos, ahora puedo ver claramente que hago y dejo de hacer, me puedo enfocar en otras cosas y puedo estar tranquilo la mayor parte de mi día, aunque sigas ahí de alguna forma, es prácticamente como si no lo estuvieses más.

Increíble, pero cierto, cosas como está no tienen una explicación normal, el tiempo se puede volver tu mejor aliado contra el dolor o tu peor pesadilla contra los recuerdos, todo depende de que tan rápido puedas convencerte de que estás bien, incluso que estás mejor estando solo.

No soy ni seré la única persona incapaz de olvidar completamente a alguien, no creo que alguien en el mundo pueda "olvidar", es más grande la necesidad de estar bien contigo mismo, de convencerte de que no todo puede ser tan malo como la vida a veces te plantea las cosas, me niego a aceptar que no puedo ser feliz sí tú no estás conmigo.

Lo peor de todo esto, es que de alguna forma siento que mi futuro está sellado por tu maldición, por el hecho de que mi corazón está fragmentado en miles de diminutos escombros que están esparcidos por todo lo ancho de mi ser, mi persona es incapaz de reconocer el amor aunque este me saltase en la cara, me siento con temor de que la siguiente persona que llegue a mi vida sea igual que tú, que sea igual que la anterior, que sea igual que las demás, tengo miedo de no saber que me depara el destino, ¿Con que gente me iré a encontrar?, ¿Qué me puedo esperar de alguien que aparente quererme?.

Hay gente que dice que el miedo es generado por lo desconocido, pero en este caso, conozco de forma íntima la discordia, el desamor y la traición, me considero el amigo más cercano de la desgracia y la mala suerte, los conozco de una forma tan exacta que les tengo miedo, temor porque sé de lo que son capaces de provocar en una persona;
en mí persona, los he visto desintegrar sueños y pulverizar anhelos con un chasquido de dedos, he podido mirar de cerca las atrocidades que son capaces de hacer en quién se creía la más brillante estrella de la vía láctea, le tengo pavor a sus actos, a la forma tan sádica de asesinar los ideales de una persona, a la habilidad de volver polvo los más altos castillos de sueños, les temo por lo que le hicieron a mi persona y lo que le pueden hacer a los demás, no quiero ser el autor del capítulo que dice que todas las personas que quieran relacionarse conmigo sufrirán, no quiero ser cómplice de la masacre que llevarán a cabo cuando un alma inocente quiera acercarse a mi.

Somos incapaces de dar algo que no tenemos, somos tan estúpidos que creemos poder dar la mejor cara de nuestra persona aunque estemos rotos, cómo toda verdad humana, somos incapaces de desvanecer las arrugas de una hoja de papel, incapaces de reconstruir la herida de hacha que los árboles presumen, somos incapaces de ocultar las grietas del alma, de lo único que somos capaces, es de aguantar esas grietas, vivir con ellas aún sabiendo que puede que jamás sean cerradas, podemos vivir con un hacha en el pecho aunque eso signifique llorar día tras día, se puede vivir con un dolor, aunque exista gente capaz de empujar el hacha aún más dentro de tu ser, aunque exista gente con un martillo para agravar tus grietas, también existirá gente capaz de retirar el hacha de tu espalda, existirá gente capaz de sellar las grietas en tu alma, gente que sería incapaz de provocarte una lágrima de dolor, ese tipo de gente que ha sido tan dañada como tú, esa gente que vale la pena mirar durante unos segundos, gente que, como tú, están rotos, pero hay quienes dicen que la perfección solo existe porque existe el caos.

Todo necesita un orden, todo necesita un caos, cuando el balance perfecto entre la osadía y la prudencia se encuentra, encontraremos la perfección, y nos daremos cuenta de que cada oscuridad tiene su propia luz, de que cada lágrima encontrará su sonrisa, seremos capaces de entender porque las estrellas solo son visibles cuando llega la tranquilidad de la noche, el porque de sí existe algo tan bueno como la vida existe la muerte.

La respuesta es clara, nada es perfecto, el día no existiría sin la ayuda de la noche, así como las flores no florecen sin agua, todo se trata de equilibrio, porque cuando mundos distintos se complementan se crea la perfección, la única pregunta a responder aquí es: ¿cuándo hará acto de presencia el orden y la tranquilidad en esta orgía de caos y depresión que se ha vuelto mi vida?, espero con ansias la respuesta del tiempo, y prometo no errar cuando el tiempo ponga en forma humana mi equilibrio.

La Carta de un Corazón RotoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora