Sueños Inestables

Capítulo 2

Me quedo congelada por primera ves en dos años y no me gusta nada, tal vez si salga a almorzar.

Alex es un chico alto, tiene el cabello negro, al igual que sus ojos, tiene pinta de que intenta parecer un chico malo pero la mirada lo delata, sólo es un idiota en busca de antecion.

Cuando me levanto para salir le doy un empujón  para que se quite de mi camino pero el me agarra de el brazo.

-¿por que te vas?  Sólo te estoy saludando.- hago que me suelte y me volteó para mirarlo de frente.

- pues mira que Cosa. ¡yo no quiero saludarte! Idiota.- me mira como si no me reconociera y yo le regaló una mirada de odio.

-estas muy cambiada Eli, que paso con la niña inocente y dulce que conocí.- dice, tengo unas ganas inmensa de golpearlo pero en vez de eso le respondo con burla.

- bueno mi querido Alex tu te encargaste de destrozarla asta el punto en que intentó acabar con su vida, ¿o que? Ya no te acuerdas como me maltrataba tu y tus amigos-le digo con crueldad.

Se que después de todo ese lio el intento discúlpase y andaba diciendo a todo el mundo que se sentía muy mal, aunque yo nunca le creí, sabía que era sólo un teatro para llamar la atención.

-si recuerdo y lo siento mucho, enserio Eli.- dice el muy hijo de puta.

- no me llames así que ya no soy una niña y no idiota obvio que no te perdonó y mejor aleja te de mi.- salgo echando humo y me dirijo a la cafetería.

Cuando estoy afuera siento que puedo respirar de nuevo, ya sabía yo que era mala idea regresar a la escuela. ¡Dios! que suerte tengo, el muy idiota tenía que caer en mi salón (noten el sarcasmo).

ya que he salido voy a comer algo, hago la larga fila y compro una anburgesa y una coca-cola, cuando me dirijo a una mesa apartada y sola miro a mi arrededor a ver si a hay alguna otra personita indeseable por hay. Pero no, al parecer Alex es el único, eso es bueno se me aran las cosas más fáciles.

Cuando terminó decido regresar al salón, ya que no me tengo que ocurtar de nadie, tal vez la antigua yo lo hubiera echo, pero ahora los demás se tendrá que ocultar de mi. Cuando llegó miro a mi arrededor y examinó el lugar, tal vez si uniera visto antes descubriría que Alex estaba aquí y no me ubiese encontrado desprevenida. Cuando llegó a mi lugar y me siento la chica rubia se aserca a mi de nuevo, al parecer soy un imán para los idiotas.

-Hola de nuevo.-me saluda y esta vez decido contestarle, ya la pobre me está dando lástima.

- Mm hola.- le respondo con pocas ganas.

-bueno ¿recuerdas mi nombre?- lo pienzo por unos segundo y me doy cuenta de que no, creo que no le preste mucha antecion la primera vez que me habló.

- no.-le digo mirándola con curiosidad.

-soy Valeria pero mis amigos me dicen val, bueno creo que te preguntas que hago aquí molestandote pero creo que hemos empezado con el pie izquierdo.- dice, si tal vez sea verdad pero no quiero amigos así que le respondo con sarcasmos.

- Dios que mal, ¿quieres que nos volvamos amigas y nos hagamos trencitas?.- le digo, ella reacciona muy pronto y me responde muy rápido se sienta frente a mi y comienza a hablar.

- siii, bueno lo de ser amigas, eres las única chica del salón que me a agrandado, aunque entraste una semana tarde pero no importa. ¿cómo te llamas?.- me pregunta más despacio, Dios al parecer esta chica tiene mucha energía acumulada.

-soy Elizabeth, y te hablé con sarcasmos chica.- le digo, y me acomodo en mi acieto.

- ahh si me he dado cuenta. -dice avergonzada y baja la cabeza. Nos quedamos en silencio por unos segundos y Gracias a Dios tocan el timbre y hace que se rompa este incómodo silencio, y la chica decide volver a hablar.

-bueno adiós, nos vemos luego- dice alejándose. Espera a dicho "nos vemos luego" acaso está loca.

Muy bien Elizabeth tu no querías amigos y ahora tienes una loca energética detrás de ti. en ese momento entra el profesor y todos se sientan, y empieza la clase. Este día no se puede poner peor.