"Playing with fire is a dangerous game"
Donde Jeon Jungkook es un muchacho codiciado por muchos, más sólo le entregará su amor a una sola persona. Pero ¿Qué sucederá, cuando decida entregarle su amor a un ser inhumano?
~ 🎃 Especial Halloween 🎃 ~
_...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El cuerpo jadeante del castaño se retorcía bajo las sábanas. El placer que le brindaba aquel cuerpo, ahora entre sus piernas, no lograba más que nublarle los sentidos, sumido en el puro éxtasis del momento.
Un amante a quien no podía ver el rostro, pero se conformaba con la manera en que lo tomaba en aquella cama, haciéndole ver las estrellas y más por todo el estímulo que le brindaba a su cuerpo.
Arqueó la espalda y se aferró con mayor fuerza a su fornida espalda.
"¡Ahh!"
Un gemido audible provino desde lo más hondo de su ser, manteniendo los ojos cerrados, sintiéndose al borde del colapso, su cuerpo sobre estimulado al sentir cómo aquel hombre había logrado dar con su punto dulce.
Estaba volviéndose loco, aquel hombre disfrutaba de verlo tan sumiso y necesitado, jugando con su cordura cada vez que daba con fuerza en el punto exacto robándole más de un solo gemido, su voz escuchándose por toda la habitación.
Su cuerpo estremeciéndose bajo su tacto, cuando el hombre lo tomó con fuerza, moviendo su mano con agilidad, sumándole un placer más.
Estando tan cerca y tan deseoso de llegar al punto culminante, pero a la vez también deseaba con desesperación poder mirar a los ojos a su amante, quizás robarle un apasionado beso a manera de agradecimiento, quería que supiera que en verdad la estaba pasando de maravilla.
Pero no podía, era como si tuviera una venda en los ojos que le impedía ver por completo, que le limitaba la visión y eso realmente llegaba a ser desesperante de una manera alarmante.
Una corriente eléctrica que bajó por su vientre era la señal que le indicaba que estaba muy cerca del tan deseado orgasmo, sólo un poco más, el hombre aceleró las embestidas sintiendo como el cuerpo del menor convulsionaba bajo suyo, escuchándolo gemir más alto, sus paredes aprisionándolo de manera exquisita.
El castaño ya no podía pensar de manera coherente, lo único de lo que están seguro era que estaba tan cerca que podría correrse con tan sólo un par de embestidas más.
Pero entonces despertó de golpe.
Se encontró a sí mismo hecho un desastre, con la respiración pesada, su cuerpo enredado entre las sábanas y edredón de la espaciosa cama, una fina capa de sudor recubría su frente y su temperatura corporal era muy elevada.
Aquel sueño se había sentido tan real, tan real como para dejarlo aturdido después de tremendo calentón. Ni siquiera supo el porqué.
Miro a su alrededor en busca de señales, la habitación totalmente a oscuras, una senda de luz ingresando por el ventanal. Se dio cuenta de que estaba lloviendo, por la manera en que pequeñas gotas de agua chocaban contra el cristal del ventanal, produciendo un sonido sumamente relajante, el cual podía escuchar en armonía con los fuertes latidos de su corazón que parecía no tener intenciones de reducir la fuerza con la que palpitaba contra su pecho.
