Era la mañana después del día de navidad, se escuchaban saltos en los pasillos de los Kong Studios, en eso se encontraba la nipona, alegre luego de recibir su nuevo parlante la noche anterior, encendiéndolo con su ya favorito tema de baile "Dare" luego de eso, hizo despertar al menos indicado integrante de la banda con el que ella se debía de encontrar.
—Noodle, apaga eso— la nipona siguió bailando sin haberle prestado atención —No me oíste? Dije que lo apagaras—
El mayor quiso intervenir en los pasos de la pequeña, en eso sus pies se enredaron con algunos cables antes de poder llegar a su destino, tropezándose y cayéndose sobre el suave lecho de la nipona.
Este abrió los ojos contemplando el rostro cubierto por el flequillo de la japonesa, él solo levantó la espalda y se acomodó acercándose a su rostro respirando algo fuerte, ella solo le seguía el juego, mientras su rostro se tornaba rojo, sin pensarlo dos veces sus labios se extendieron hacia los de él dando un beso prácticamente raro para él, ya que la pequeña no solía besar muy seguido, por lo que no era muy experta, por experiencia propia en películas, solo era el hecho de juntar boca y boca, pero el mayor se encargaría de enseñarle mucho más.
—Abre más tu boca— jadeó el mayor enredando sus dedos en el cabello de ella
La chiquilla solo chillo al sentir la lengua larga de Murdoc pasar a enredarse con la suya, teniendo una nueva experiencia, el mayor mordió su labio inferior dándole fin a su primer beso de verdad.
—Murdoc-san?—
—Sí, dulzura?—
—Voy a quedar embarazada?—
