Temporada 1 "Comienzo Tortuoso"

8. Una visita inesperada

Narra Lloyd

Desperté otro día más. Hacía mucho frío. No podía parar de temblar, así que tomé mi vieja manta y me cubrí con ella, pero no sirvió de mucho. Comencé a pensar en lo mucho que me serviría mi poder ahora para calentarme. De no ser por esta cadena, podría hacer un poquito de fuego. Vi un poco de comida sobre la mesa, así que fui a comer un poco, quizás pudiera entrar en calor.

Mientras comía, escuché que Malcom se fue. Ya casi no lo veo, pero cuando a veces viene, me trae comida o me golpea. Después de que terminé de comer, comenzó a darme sueño. Fui a mi pequeño colchón y me quedé dormido.

Narra Morro

Llegué a mi antigua casa a ver que tal esta el ninja verde. Han pasado 7 años desde que dejé al inútil de mi hijo a cargo. Es invierno, esta nevando tremendamente horrible. Me asomé por la puerta pero no había nadie ahí, mi hijo se había ido.

Decidí buscar al ninja verde. Quiero saber a quien me estoy enfrentando. Toqué la puerta del sótano y escuché algunos ruidos. Atravesé la puerta y lo asuste. Era tan solo un niño rubio de ojos verde intensos... muy desnutrido y lastimado.

Morro: ¿Te asuste?

Lloyd: ¿Q-Quién eres tu?

Morro: Soy el padre de Malcom.

Lloyd: U-Un fa-fa-fa...

Morro: Si, *Imita a Lloyd* un fa-fa-fa-fantasma.

Vi que comenzaba a faltarle el aire. Sabía que el imbécil de mi hijo no sabría manejar algo así. Luego vi que sacó un inhalador y pudo volver a respirar.

Morro: ¿Es normal que te pase eso?

Lloyd: Si. Y ya vete de aquí, no quiero ver a nadie que esté relacionado con Malcom.

Morro: Uf, pero que enojón eres. Solo quería venir a verte.

Lloyd: No quiero ni necesito visitas de nadie.

Me acerqué a el y traté de darle una bofetada, pero solo lo atravesaba. El no hizo más que reírse.

Lloyd: Ya veo de donde sacó Malcom su carácter.

Me enojé. Lo poseí, le di una fuerte bofetada y luego salí de el.

Lloyd: *Sobandose* Auch.

Morro: Mira, mocoso, solo por que sea un fantasma no debes faltarme al respeto. Espero que te metas eso bien en la cabeza.

Al parecer, a lo que me estoy enfrentando es a un niño muy necio y muy imprudente. Que bueno que yo no lo estoy cuidando, me volvería loco.

Narra Lloyd

Apenas conozco a este sujeto y es lo mismo que Malcom, en estos momentos solo quiero que se largue y que me deje tranquilo. Me sentí muy incómodo cuando entró a mi cuerpo y... también a mis pensamientos. Aunque haya sido por unos segundos pude sentir como su fría presencia perpetraba mi alma.

Morro: Veo que el inútil de mi hijo te ha mantenido con vida. *Dirigiendo su mirada a todo mi cuerpo*

Lloyd: ¿Y eso a ti que te importa?

Morro: Descuida, cuando seas mayor entenderás las cosas mucho mejor. Pero por ahora, intenta no morir y cuida esas heridas. Parece que no te la pasas muy bien con tu papí, ¿verdad?

Lloyd: ¡El no es mi padre, si lo fuera no me trataría así!

Morro: ¿Y cómo estas tan seguro de eso?

Lloyd: Por que si fuera mi padre me trataría mejor de lo tu lo hacías... ¡¿Qué crees que hace cuando pierde el juicio, mientras toma alcohol se desahoga conmigo diciéndome todo lo que piensa de ti?!

Morro: Escucha mocoso, me vale completamente lo que el piense de mi. El sabe que tiene un solo trabajo y si no lo cumple tal vez yo lo haga por el antes de tiempo. Y te lo advierto niño deja de ser tan fastidioso por que si no me obedeces te juro que voy a...

En eso se escucha la puerta abrirse, Malcom había llegado.

Morro: Te salvaste por esta vez.

Morro se fue rápidamente dejándome solo por completo. En cuanto se largo del sótano supe que lo que me había dicho era una advertencia, pero yo decidiré si la obedezco o no. Malcom abrió la puerta del sótano. Vi que ya era de noche ya que no entraba mucha luz del exterior. Traía varias vendas y cosas para sanar mis heridas ya que la noche anterior me había golpeado con otra botella, estaba ebrio de nuevo. No entiendo por qué le gusta tomar tanto a este hombre.

Me hice el dormido, no quería que sospechara nada de lo que había pasado.

Malcom: ¡Mocoso, levántate!

Así lo hice y me senté en el colchón viejo que siempre ha estado a mi lado. Malcom tomó mi brazo con brutalidad y comenzó a curarlo, me puso algo que me ardía mucho, me quejé un poco.

Lloyd: ¡Au! ¡Oye, eso duele!

Malcom: No es para tanto, solo es agua oxigenada.

Lloyd: ¿Y qué es eso?

Malcom: Algo para que se limpie tu herida.

Con esa respuesta fue suficiente y mejor me quede callado. Hizo lo mismo con el resto de mis heridas. Luego comenzó a vendarlas. Esto es lo mismo todos los días, a veces siento que este hombre está loco. Se levantó, dejó la comida y me escondí, si no lo hacía, probablemente me asesine a golpes. Aunque sé que de todos modos me golpeará, si me escondo la paliza sera menos fuerte.

Malcom: *Agarra la cadena de Lloyd provocando que se caiga* ¿Y a dónde crees que vas? *Jala la cadena hacia él*

No había logrado esconderme a tiempo. Me dolía mucho el tobillo que estaba encadenado. Cuando estuve frente a el, me miró con esos ojos vacíos y me habló.

Malcom: Creó que es hora de algo más doloroso para ti, y que no te lastime demasiado.

Malcom subió las escaleras y yo traté de levantarme, pero no podía. Lo extraño es que mi tobillo no estaba sangrando. ¿Qué me ha hecho este hombre? Después de un rato tratando de levantarme, Malcom regresó con un palito que sacaba humo y olía feo.

Lloyd: ¿Qué es eso?

Malcom: ¿Qué? Oh, esto. Es un nuevo método de tortura.

Me arrastré para alejarme, pero el volvió a usar la cadena para acercarme a el.

Malcom: Esto te enseñará a respetarme.

No supe si se refería a mi o a Morro. Tomó mi brazo y yo cerré los ojos. Sentí mucho calor y una gran punzada de dolor en un punto de mi brazo. Comencé a gritar de dolor. Abrí los ojos y vi la mezcla de sangre y cenizas escurriendo por mi piel. Al parecer había enterrado ese palito en lo más profundo para que sangrara así.

Lloyd: ¡Ya basta, Malcom, déjame en paz!

Malcom me miró con odio. Se acercó a una orilla del sótano y agarró un ladrillo. Lo alzó alto y me golpeó la cabeza con el. Todo se hizo oscuro.