Back to you - Robert Downey Jr

Alba Brooke

Nada más entrar en la habitación, me quité los zapatos y por un momento, me sentí descansada. Esto era un trabajo agotador. No me sentía observada, porque sabía que Ian había respetado mi habitación y solamente se había dedicado en poner cámaras en cada esquina de la habitación de Jade. Así que supe que podía desnudarme tranquila, aunque antes de poder hacerlo, la puerta sonó y mi entrecejo se frunció, extrañado porque no esperaba ninguna visita ahora. Cuando supe que era Robert, mi boca se secó porque realmente no me esperaba que él viniera aquí, pero sus palabras me parecían tan ahogadas, estaba tan apurado que no podía evitar que mi corazón no palpitara con rapidez. El hecho de que se sintiera impotente me arrancaba las pocas fuerzas que me ataban a no tirarme a sus labios y que esta noche fuera suya una vez más, y cuando él me llamó por el mote que aquella vez, hace muchos años, me puse, solté una sonrisa que ni yo misma había sentido desde hace mucho tiempo.

Cierro mis ojos con fuerza cuando siento que me abraza, me siento bien, agradecida porque él está conmigo y ahora nadie puede interrumpirnos. Pero no está bien, y él lo sabe cuando me deja en la habitación, sola, porque parece ser que se ha arrepentido de sus actos y yo me siento realmente confundida. No quiero pensar en otra cosa que, en él, en lo que me hacía sentir. Así que nada más cambiarme, darme una ducha y acostarme en la cama, me tiré un buen rato acariciando mis labios, notando todavía la presión de los suyos sobre los míos.

Robert, esto de olvidarte iba a ser más complicado de lo que pensaba. Pero era nuestra obligación. Tenía que hacerlo antes de dañar a más gente, a parte de a nosotros mismos.

...

Me pinté los labios mientras me miraba en el espejo del móvil. Había desayunado, y me movía por los jardines del hotel con un vestido rojo, no tan apretado que me seguía quedando como un guante. Me sentía bien, y a pesar de que seguía confundida por el acto de Robert la noche anterior, intenté no desconcentrarme, porque sentía que a Ian le iba a dar un infarto si no recolectábamos la información suficiente. Jules me esperaba en uno de los apartados, así que iba en camino, mientras me peleaba con Ian por el pequeño audífono. Yo suspiré, con ganas de desconectarlo para que no siguiera comiéndome la oreja, nunca mejor dicho. Cuando llegué al gran apartado privado, con grandes sábanas blancas que ocultaban su interior y le daban un aspecto fresco, Jules me sonrió y pasó conmigo. Al parecer, Jude me estaba buscando.