Cavagnari

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Lo supe desde que lo vi en el "mas allá" sus ojos eran fuego, su voz fría, un metro noventa de estatura y un cuerpo fuerte y perfectamente definido. quedé atónita, había encontrado lo que tanto buscaba. Podía oler su sangre a tres mil metros de distancia, le seguía con la mirada, no lograba concentrarme en "el origen de las especies" esa tarde teníamos una discusión acerca del libro y del porque el mismo se había prohibido en ciertos países. 

Alonso  Cavagnari, profesor y empresario, con más de doce años de reconocimientos  y una vida exitosa. Habia empezado su trabajo en el Instituto hace un mes, pero retomo su agenda el día de hoy por trabajo en el exterior, "nada mejor  que empezar la clase con Charles Darwin", no era muy seguidora de sus libros, pero el tema no estaba tan mal. 

Mas tarde ese día me encontraba escabullida en el laboratorio almorzando comida tailandesa, a la vez pensaba en como serian las cosas dentro de dos años, ¿mejores?, no lo se. 

la puerta se abre derrepente y el Sri Cavagnari entra con cierto aire de superioridad, dando pisadas fuertes y sin ninguna idea de que yo estaba allí presente. Su perfume podía sentirse en el ambiente...y su mal humor también. 

_¿Molesto?_ mi voz lo sobresalto y de un giro me mira con ojos amenazantes. 

_¿Que hace aquí?_ se acerca con sus manos en ambos bolsillos. 

_Te estaba esperando_ respondí examinándolo detalladamente.

_¿Que derecho tiene de tutearme señorita?...no creo que me conozca._ me mira de reojo.

Pobre idiota, yo sabia muy bien que no iba a ser fácil cazarlo, mas con esa arrogancia y prepotencia por la cual era caracterizado. 

Queda impresionado por la vulgar forma en la que estaba sentada, la falda se recortaba un poco mas arriba de mis muslos y los botones de mi blusa estaban desabotonados de tal forma que dejaban ver un poco de mis senos. Aparte, mis piernas yacían en la mesa, y el envase de la comida lo sostenía sobre mi estomago. Una lata de Coca Cola vacía permanecía en el suelo  justo al lado de mi asiento, Cavagnari miraba la lata asqueado, enseguida me tomo del brazo para que desapareciera del laboratorio, tirando instantáneamente la comida al piso. Sus ojos se abrieron como platos cuando la salsa picante se derramo sobre su costosa camisa de tela fina. 

_¡Ves lo que provocas niña!- me aparta enseguida y con una servilleta trata de limpiarse.

_solo hace un desastre profesor._ dije cogiendo mi mochila _con su permiso, debo irme._ 

El hombre me dedico una mirada de desagrado_¿irse?, ¿acaso no considera su conducta ante mi?, ¡como se atreve!_ alterado, trata de escribir una nota para una cita en su despacho a la cual no pienso asistir, mucho menos en esta situación, se trataba de mi presa. El Sri Cavagnari es el alma difícil que pienso sacrificar, no puedo tener contacto, se tornaría mucho mas difícil. 

_Quiero verla mañana a las 7:30 am en mi oficina, su actitud no es favorable para mi. Veré que puedo hacer para retirarla de mis clases._ extiende su mano entregándome la nota. 

Pude ver sus deliciosas venas, sus largos dedos, sus pronunciados nudillos. Juraría por el odio de todos los demonios que este hombre podría  matar a alguien con tan solo colocar ambas manos en su cuello, apretando solo un poc...

 Juraría por el odio de todos los demonios que este hombre podría  matar a alguien con tan solo colocar ambas manos en su cuello, apretando solo un poc

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_¡Hey!, ¿piensa tomar la nota?_ el señor "engreído" me saco de mis pensamientos. 

Tome la nota sutilmente y ambas pieles rozaron, se sintió magníficamente, al parecer al profesor se le pusieron los pelos de punta. 

Después de cinco interminables segundos, Cavagnari desvió su mirada de mis ojos y retiro su mano rápidamente, como si le hubieran aplicado una pequeña descarga eléctrica. 

_La espero mañana._ dice pasivamente, mientras yo me retiro a sus espaldas. 


9:23 pm

"Si esta aquí, preséntense. Necesito su atención, déjeme invocarle, por el bien de todas las almas de esta tierra, del espacio, del tiempo. Obedeceré en todo momento y tendré sus ofrendas, me bañare en su gloria, saciare su sed y seré suya por toda la eternidad." 

Desnuda, me cubrí de cera. Me mantenía arrodillada en la oscuridad de mi habitación, mis pies estaban atados, mis ojos vendados, solo mis manos podían guiarme, de cualquier forma no podía moverme a ningún sitio mientras invocaba a mi amo. Mas de veinte velas a mi alrededor, una copa con sangre de cabra y dos piedras oscuras en el suelo. 

Ya había cruzado, podía sentirlo. "Devom" era mi amo, me bautizo a los diez años y desde entonces soy suya. Le obedezco y él me da lo que quiero, siempre ha sido así. Pero nunca le he visto, mi obligación es contactarle "a ciegas", él me indicara cuando puedo verle. 

_Pequeña...te extrañe mucho, ¿que puedo hacer por ti?_  su voz era ronca, quebrada, horrible. Pero ya me había acostumbrado a escucharla. Sentía mucho calor, me encantaba ese calor. la cera caliente hacia su recorrido por mis pechos, luego por mi vientre, finalizando en la parte mas sensible de mi anatomía. Sabia que el estaba detrás de mi, en la oscuridad, pero siempre cerca. 

_Ya he encontrado a mi sacrificio Amo._ dije con un nudo en la garganta.

_Me sorprende que con tan solo pocos años de vida ya quieras hacer sacrificios pequeña...prosigue._ notaba un aire de satisfacción en su voz.

_Pero es un poco complicado, no es joven, tampoco puro, no sera fácil engañarle._ 

_Amor, posees tanta belleza que no sera un problema para ti traérmelo. ya sé de quien se trata, también sé que necesitarías mi ayuda. pero no voy a ayudarte esta vez pequeña, quiero ver como haces las cosas tu sola. Vamos, compláceme._ 

Sonreí, sabia que Cavagnari iba a ser mio. 





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