V

16 5 0
                                    

P.O.V Jesy

Estamos en clase de literatura, muriendo del aburrimiento.

Esta es una de las pocas clases que comparto con Alex y Kels.

Pero también la compartimos con los Tres Idiotas.

En literatura todos los años se ve exactamente lo mismo. Es ridículo.

Miré a Alex que estaba a mi lado; mi amiga se estaba dando cabezazos contra la mesa por lo aburrido de la clase.

Alex odia la poesía con toda su vida y eso es lo que ahora estamos viendo.

Solté una risa.

—¡Ahora!— exclama la maestra llamando la atención de todos los presentes—, harán un trabajo en grupos de seis individuos.

Hay algo aquí que no me está gustando.

—Los grupos fueron hechos por mi— ahí está, esto no me gusta—. Grupo uno: Jessica Blackwell, Alexis Hamilton, Kelsey Jones con... hummmm...

—Por favor no— supliqué en voz baja cuando su mirada se detuvo en un grupo de personas en particular que quiero evitar. Sobretodo desde que Jackson tiñó mi cabello de ese horrible color verde, Christopher fingió haber quemado los libros de Alex y Matthew secuestró a Teddy, el perrito de Kelsey.

Aunque, mi cabello tiene las puntas todavía de eso horrible color, Alex todavía no recupera sus libros y Matthew le envía fotos todos los días a Kelsey para que ella pueda ver a Teddy.

—Jackson Brooks, Christopher Arrington y Matthew Collins— terminó la maestra.

Alex golpeó su cabeza contra la mesa con más fuerza que antes. Kelsey escondió su rostro entre sus manos y yo miré hacia el techo, maldiciendo mi suerte.

La maestra siguió diciendo más nombres, conformando más grupos.

—Tienen dos opciones: Que cada uno cree un poema y me explique de manera escrita en qué se inspiraron o que cada uno escoja dos poemas, encuentren las figuras literarias, objetos, motivos, hablantes líricos, etc y me lo presenten como un libro. Es a elección del grupo y tienen dos semanas para entregarlo—explicó la maestra.

Genial, simplemente genial.

—¿Qué haremos?—pregunta Kels.

—No nos queda de otra que hacer el trabajo con ellos, necesito una buena calificación y lo saben—dije.

Seguimos hablando de nuestra tragedia, hasta que sentimos una voz muy desagradable que he odiado hace dos años atrás.

—Bien, ¿qué haremos con el trabajo?—pregunta Jackson o como yo le digo: Fruta.

Lo sé, un insulto un poco raro pero él sabe su significado y por eso no le gusta.

—No lo sabemos, ¿tienes alguna idea, fruta?

—Madura ya, ¿no se te ocurre un insulto mejor?

—Te diré tres cosas—lo apunté—Número uno: No me digas que hacer

Número dos: No soy una fruta para madurar.

Número tres: Déjame ser feliz, gracias.

—Basta, tenemos cosas más importantes de que hablar—nos informa Alex.

—Tiene razón—dice Kels

—Podríamos repartirnos el trabajo, nosotras una parte y ustedes otra—propuse, las chicas dicen que es una buena idea pero ellos se niegan.

¡No Quiero Un Cliché!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora