5. Siempre.

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Inicios de Julio - 2015.

Ya era muy tarde, todos estaban durmiendo y no se escuchaba nada más que la respiración de cada uno de los chicos. Jimin estaba con la mirada fija en el techo y se sentía agitado, tenía mucho calor, su piel estaba brillante por todo el sudor que su cuerpo secretaba. Se quitó la camiseta y únicamente quedó en los pantalones de su pijama.

Todo lo que había pasado recientemente le ponía la mente revuelta, todo estaba hecho un lío, sus emociones, su mente... Todo.

No se sentía mal por haber puesto los ojos en Jungkook, ni de sentir todo lo que había llegado a sentir por él.

Se sentía totalmente tranquilo respecto al chico, pero respecto a los otros chicos. Dios, todo se complicaba al pasar los días. No podía sostenerles la mirada cuándo se encontraba con el castaño porque sentía culpabilidad. No podía decírselos aún, no soportaba imaginar la cara que pondrían al enterarse. Prefería esperar o que algún de ellos le preguntará.

De seguro lloraría, lloraría al abrirles su corazón, porque Jungkook era de las cosas más bellas y difíciles que le habían pasado en la vida. Hablar de él tocaba su corazón y le sacaba toda la sensibilidad que tenía.

Empezaba a tener un sólo pensamiento antes de irse a dormir, y ese era Jungkook. Todo iba progresando entre ellos, ahora podían ser más expresivos uno con el otro, pero claro, sólo cuándo se encontraban los dos. Parecía realmente un amor clandestino aunque no hubiesen besos, ni una
relación formal. Era un tipo de amor extraño, pero totalmente adictivo.

Se daban caricias, miradas y sonrisas cómplices, pero no llegaban a nada más. Jimin tenía las hormonas locas, y quería ser besado por Jungkook, soñaba despierto con él y con poder sentir el roce de sus labios ¿Solo él anhelaba aquello? ¿Ir más allá? Aunque conocía los riesgos, su joven corazón tenía más ganas que miedo.

Constantemente se preguntaba, ¿acaso no quería besarlo? ¿No quería ir más allá de los abrazos y los suaves contactos que usualmente tenían? Porque él sí, quería ir más allá, porque Jimin tenía muy metido dentro de sí al chico con dientes de conejo. Ya no le atemorizaba tener contacto con los labios del castaño.

"Oh no, claro que no, Minnie. El día que tú y yo nos besémos. Será el mejor de mi vida porque será contigo, el chico que más amo, quiero, y deseo".

Todo eso no lo sentía, ¿lo amaba, lo quería, lo deseaba? ¿Realmente? Sí, claro.

"Tus labios son tan carnosos y apetecibles" entonces, ¿Por qué no lo besaba?

Es decir, le había dicho "te amo" aquella vez en la sala de prácticas, pero nunca de nuevo y, ¿Para qué mentir? Se moría por oír esas palabras de nuevo, por sentir que él enserio lo amaba. A veces actuaba de forma muy cariñosa y otras simplemente se rehusaba a ser expresivo, el pelirrojo se estaba cansando, esa era la verdad.

Jungkook era una montaña rusa, un momento lo hacía sentirse amado y otras le hacía sentir miserable, y así eran todos los días. Quería saber a dónde iban con todo lo que estaban viviendo. Pero lo amaba, de eso estaba seguro, y era su dilema: decirle que quería que fueran amigos y que nada romántico existiera entre ellos, o decirle que quería tener algo más serio, de todos modos, ambas opciones le causaban miedo. Al menos quería que le pidiera ser su novio, pero si así fuera ¿Cómo actuarían como una pareja normal? Tendrían que ser muy reservados y ocultarlo de todos.

Quería quitarse todo el calor del cuerpo e intentar responder sus dudas sobre Jungkook.

Se levantó y caminó silenciosamente hasta la habitación de Jungkook, en aquel momento el chico tenía una habitación para él solo. Así que todo resultaría mucho más sencillo. Sólo rogaba porque su plan funcionara.

Turn Off The Lights | Kookmin✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora