9. Seductor.

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Se despertó con un terrible ardor en los ojos, era obvio que todo había sido una consecuencia de haber llorado toda la noche. De algún modo se sentía aliviado, como si hubiera sacado todo lo que tenía y ahora se encontraba algo vacío pero relajado, ya no tenía ganas de llorar.

Miró la cama que tenía al lado, ahí estaba Namjoon roncando. Siempre le gustaba levantarse primero o último que todos los demás para bañarse, no le gustaba esperar, más bien le gustaba tener que despertar y directamente realizar su aseo personal.

Miró su celular para poner una lista de reproducción mientras estuviera en la ducha. Instantáneamente recordó el mensaje de Jimin y también recordó que no lo había contestado, lo cual le dolía como una daga en el corazón.

Una vez dentro de la ducha, las gotas de agua se resbalaban por todo su cuerpo y le provocaban una sensación de placer, pero nada parecido a los labios de Jimin. Su cabello mojado se pegaba a su frente y con cada movimiento que este realizaba sus músculos se tensaban dando una imagen digna de ver incansablemente.

Era guapísimo y no se daba cuenta.

Todos los días eran lo mismo, despertar con una erección matutina, la cual le dolía como el infierno mismo. No le molestaba masturbarse en la ducha, lo que le molestaba o más bien le incomodaba era hacerlo mientras pensaba en Jimin, eso sí sonaba vergonzoso. Estaba totalmente agradecido de que no hubieran cámaras en el baño o todos se enterarían de sus perversiones y que mientras aumentaba el ritmo del sube y baja sobre su miembro susurraba el nombre de Jimin, deseando con vehemencia su toque.

Cualquiera que lo viese sentiría lastima por alguien que tenía tales fantasías en la ducha. O bueno, eso es lo que pensaba.

Una vez que sentía como esos temblores se apoderaban de su cuerpo, supo que todo se iría al demonio. Pensar que Jimin le tocaba de tal manera le prendía y le hacía sólo desearlo más y más, hasta volverse un maldito obsesivo con el chico. Unos movimientos más rozando su hombría fueron suficientes para que tuviera un esplendoroso orgasmo. ¿Qué se sentiría ser tocado por él hasta tocar el cielo? Sus manos le proporcionaban placer, pero estaba seguro que sí Jimin lo hacía sería algo muy diferente y más placentero.

Era un hábito que usualmente tenía a la hora de bañarse. Tal vez por eso todos los demás siempre le decían lo lento que era en la ducha y se quejaban cada vez que él entraba al baño.

Él necesitaba desahogarse de alguna forma, no era su culpa.

Cerró la ducha y envolvió una toalla en su cintura. Se dirigió a su habitación ya que había olvidado su ropa nuevamente, la ventaja era que a pesar de que había tardado demasiado todos seguían durmiendo y se podría vestir con tranquilidad sin que nadie le viese desnudo. No le gustaba vestirse frente nadie, no porque no tuviera confianza en su hyungs o estos le causasen algún tipo de repulsión sino porque no se imaginaba a futuro haciendo eso con alguien que no fuera Jimin. Sí, a ese punto había llegado. A ese nivel de confianza.

Miró la hora. 6:30. ¿Quizás, debería despertarlos?

Sí, lo haría, en cuánto se vistiese. Eligió sus típicas Timberland, unos jeans azules rasgados y un suéter azul marino. No sabía porque, pero ese día se veía muy frío, solo ver el paisaje le congelaba. El clima estaba muy extraño.

Se puso todo, pero aun así su cabello seguía mojado y ansiaba que se secase porque ya no aguantaba el condenado frío. Dejó de pensar en eso un momento y se paró frente a la cama de Namjoon, el chico se había mudado a su habitación, ya no dormiría más solo.

Le jaló de una pierna anunciando que era hora de levantarse.

—¡Despierta, Namjoon! En media hora hay que estar en la empresa y tú estás aquí durmiendo como oso.

Turn Off The Lights | Kookmin✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora