Turn Off The Lights | Kookmin✿

11. Necesito espacio.

Faltaban exactamente dos semanas para que llegase el cumpleaños de Jungkook. Mientras tanto, Jimin ya estaba imaginándose qué hacer para él. Quería hacerlo sentir feliz en un día así.

A él le causaba una increíble nostalgia ver como crecía cada día más. A veces quería regresar a esos días en los que era tan delgado, tierno y poseedor de un frágil cuerpo. Ahora estaba cambiando físicamente, bueno, aunque esa cara de conejo jamás se le quitaría, ni teniendo cincuenta años.

Ya no era un niño, esto quedaba claro solo con verlo. Su rostro y su cuerpo eran muy diferentes a cuando lo conoció. Su rostro solía ser extremadamente tierno y tenía hasta cara de bebé. Por otro lado, en la actualidad su cuerpo era delgado, pero ahora tenía músculos bastante notorios, no de forma exagerada, más bien de una forma sutil y sensual. No solo había cambiado eso, también su voz, su forma de pensar, de actuar, también su progreso como artista había sido impecable. Habían cambiado cientos de cosas.

Sabía que era normal que todos los seres humanos cambiasen al pasar el tiempo. Especialmente en la adolescencia, en donde existen cambios de todo tipo. Ya sabía que en algún momento su pequeño Jungkookie cambiaría y que dejaría de ser aquel dulce niño que conoció.

En parte, sentía que si continuaba creciendo de la que forma en que lo estaba haciendo, al mismo tiempo cambiase el hecho de que le gustase estar con él. No quería que al crecer Jungkook se olvidase de él o encontrase alguien mejor con quién estar. Tampoco quería que al crecer su mente también quisiera conocer nuevas cosas, como el estar con una chica u otro chico, o darse cuenta que estar con cualquier otra persona era mejor que estar con él.

Sí, estaba actuando como un padre que se rehúsa al ver el crecimiento de su hijo. Talvez era porque desde que se conocieron comenzó a cuidarlo como un hermanito menor, como su familia, como si su vida dependiese de ello. Jungkook significaba su vida entera. Y aunque los papeles se invirtiesen ahora, y fuera el más protegido por parte del castaño, siempre, siempre lo cuidaría de todas las formas posibles.

Ya se estaba poniendo bastante sentimental, lo cual le irritaba, cada vez que se ponía así los ojos comenzaban a arderle, era como si automáticamente su día se arruinase por completo. ¡Así que basta de cursilerías!

Hoy estaría planeando secretamente el cumpleaños de Jungkook junto con Jin.

—¿Qué tienes pensando hacer, Jimin? —dijo Jin entrando a la habitación.

—Mmm... Pues no sé, por eso es que te dije que vinieras... ¡Para que me des ideas!

—Creo que él es bastante sencillo en cuánto a eso, creo que a él le importan más las acciones, el detalle que tengas con él, y no cuánto gastes en su cumpleaños. Entre más simple mejor.

—¿Tú crees? —se rascó desesperado la cabeza.

—¡Obviamente, Jimin! Hablas como si no lo conocieras.

—Lo hago, solamente quiero acertar en lo que le gusta.

—Mira, hagamos algo. Tenemos que hacer algo sencillo pero que salga del corazón. Yo te ayudaré a preparar la comida, lo que tú quieras lo cocinaré y claro, pondremos algo de decoración para que todo se vea más emocionante, más colorido. —dijo Jin haciendo gestos graciosos.

—Como digas, también tienes que enseñarme a hacer el plato favorito de Jungkook. —dijo algo afligido.

—¿Por qué tanto deseo en complacerlo? Es decir, sé que lo amas como tu hermano, pero esto ya supera todo lo que siempre he pensado. —este se cruzó de brazos mirándolo con picardía.

Enseguida Jimin se puso nervioso intentando esconder sus verdaderas intenciones y sentimientos.

—S-solo quiero ser un buen amigo, no tiene nada que ver con lo otro. —miró hacia el suelo avergonzado.