Turn Off The Lights | Kookmin✿

22. Sigo amándote.

Un mes y medio sin hablarle, sin dirigirle la palabra, sin ver sus ojos, ignorando su presencia en la agencia, en la casa, y en cualquier lugar posible. Aunque dijeron que intentarían tener una amistad, en realidad no pasó, más bien, se dejaron de hablar.

Pero la verdad es que lo necesitaba, para pensar, para aclarar sus sentimientos, para saber cómo afrontar las cosas de ahora en adelante. Miró los aspectos negativos y positivos de lo que había pasado con Jungkook. En el tiempo que dejó de hablarle descubrió que no puede vivir sin él, sin al menos recibir una palabra de su boca. Es el peor infierno que se puede pasar.

Lo necesita de manera estúpida, exagerada y muy fuerte. No imagina su vida sin él.

Después de haber acabado esa escasa y dura conversación después de los ISAC, lo único que logró hacer fue irse e ignorar por completo su presencia. Sí, interactuaron, pero con mucha tensión de por medio y sobre todo porque no querían revelar o hacer notar sus conflictos frente a los fans y a todos en general.

Luego, ni siquiera se volvieron a ver a los ojos. Bueno, Jimin lo miraba, pero cuando Jungkook estaba distraído.

Al fin llegó a la conclusión de que debía parar ese tonto distanciamiento y mantener esa esperada conversación en donde le diría cada cosa que su alma desesperada gritaba.

Ya lleva como diez minutos buscándolo por toda la agencia. Se miró en uno de los espejos y se ve realmente agitado y vacío. Como si le faltara algo y sabe perfectamente qué es.

Fue en busca de Jungkook directo al gimnasio después de que Jin le dijo que lo vio allí hace unos minutos. Caminó a paso acelerado hasta llegar y cuando vio la puerta cerrada, su corazón comenzó a palpitar locamente. Sus piernas temblaban, no sabía cómo iba a reaccionar.

Sujetó la manija de la puerta, respiró hondo y la abrió. Lo que vio al estar la puerta abierta, terminó de matarlo. Jungkook se percató de su presencia por el espejo y se dio vuelta de prisa con muchos nervios.

Jimin cerró la puerta, tragó saliva sonoramente. Carraspeó y dijo:

—¿Podemos hablar?

—Claro.

Pero no podía concentrarse en lo que decía el chico, sino en su tonificado abdomen, en esos brazos fuertes, y ese cabello sudado por el ejercicio, que se pegaba en su frente haciéndolo ver completamente deseable a sus ojos.

Se fue acercando con algo de miedo porque no quería incomodarlo, pero es que en realidad no podía sacar sus ojos de su cuerpo.

Pasó una mano por su cabello.

—Quería hablar sobre nosotros y todo lo que ha pasado últimamente.

Jungkook tomó aire y luego suspiró algo agobiado.

—Tu dijiste que querías que fuéramos amigos, pero yo no puedo ser solo tu amigo. Siento que, si pretendo ser tu amigo, lo único que lograré es vivir sufriendo y ardiendo por un amor que no quiere estar conmigo. Quiero ser tu amigo, y muchas cosas más, pero me refiero a que no puedo tenerte cerca sin querer amarte. No puedo. Ta vez antes lo controlaba mejor pero ya no puedo.

Sin más, levantó las pesas haciendo que sus músculos se tensen y fueran la mejor obra de arte que vio Jimin.

—Lo sé, pero creo que me equivoqué. Me tomé este tiempo y decidí que no quiero estar alejado de ti ni un segundo más, quiero que luchemos juntos por este amor. No importa lo que venga en el futuro, yo quiero intentarlo si es por ti. Tenemos que eliminar los prejuicios de nuestras mentes, el miedo al rechazo, y cambiar lo que al otro le molesta y le duele.