Luego de la conversación con mi compañera me sentí aliviada pero sabia que le había mentido y que lo que me paso no tuvo nada que ver con mis padres.
Se me hizo tarde para entrar a clases por lo que había pasado y decidí no entrar y quedarme afuera, me senté debajo de un árbol y me puse a leer algo en el transcurso de las horas, esto me iba a costar ya que era nueva y había faltado a mi primera clase.
La clase a la que falte termino y me dirigí a mi siguiente clase, gracias a dios era la ultima, me sentía mal por lo que había pasado antes. Entre al salón y gracias a Dios no tuve que verle la cara a ese hijo de puta pervertido!!
La clase paso y por primera vez me sentí aburrida en una clase, tal vez todo por culpa de ese pervertido, el timbre de salida sonó y sentí una gran felicidad, salí de la escuela y tome el metro hoy tenia mucha pereza de caminar a mi casa.
El metro iba muy lleno y eso era normal así que no pude encontrar un asiento y tuve que ir parada, detrás de mi sentí a alguien sobar su miembro en mi espalda, mi reacción fue de mucho miedo ya que recordé lo que paso en la mañana, sin darme cuenta derrame una lagrima y comencé a temblar, quise ver quien estaba detrás de mi y mire por la ventana, pude ver su cara de satisfacción y el pudo ver mi cara de miedo, si era el otra vez tocándome sin mi consentimiento, pensé que todo había parado ahí pero esta vez apretó mi trasero y sobo su miembro una vez mas en mi espalda, aguante mis ganas de sollozar y pude ver que había llegado a mi destino, mire por ultima vez a Nash Grier pero esta vez fue con ira.
Al llegar a mi casa mi abuela había preparado pastas, pude sentir que en mi casa era el único lugar donde no me pasarían estas cosas.
No estaba de muchos ánimos asì que me fui a mi habitación, estaba tratando de procesar lo que había pasado hoy y por que me tuvo que haber elegido a mi para hacer estas cosas, tenia el cerebro bloqueado.
Ya no sabia ni que pensar, ni que pasaría conmigo mañana.
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Ya no me acoses nash !
RandomMel es una chica alegre y extrovertida hasta el día que llegó nash a su vida