Coco «Epílogo»

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—Ikki, me muero de hambre. –Me quejé mientras caminábamos hacia la agencia.

—Te dije que comas algo antes de salir, estaremos muy ocupados ahora.

—Yo ya escribí la letra, vos vas a estar  ocupado, estarás como un esclavo bailando y cantando hasta que te desmayes —Soy la voz de la obviedad.

Tokiya sólo suspiro y se paro en mitad del camino.

—¿Te acordaste que pudiste venir en auto? Porque yo te lo dije. —Seguí hablando.

—Kumi, basta. Estoy tratando de concentrarme y aprender bien la coreografía en mi mente. —Me respondió mientras volvía a caminar. — Si te vas a quejar de todo, vuelve a la academia, como dijiste tu trabajo ya terminó. Estamos llegando tarde.

Frunci en ceño y me acerque a él, agarrándolo del brazo.

—Bien, no me quejaré. Si sabía que me ibas a tratar así me iba con el violador de menores, era mi segunda opción. —Dije mintiendo obviamente.

—¡Y además tenías segunda opción! Vaya que no pierdes el tiempo. —Al decir eso, lo solté y lo quedé mirando con una mirada triste ¿De verdad pensaba que yo era así? Deje soltar un suspiro y me di vuelta rápidamente, no quería que me viera la cara de estúpida que tengo ahora mismo ¿Quién me mando a enamorarme de él? Chucha, voy a llorar.

Empecé a correr y luego pedí un taxi.

—Buenas tardes señorita, ¿Hasta dónde? –Pregunta el conductor amablemente.

—Hasta la cascada de Masato.—Dije poniéndome el cinturón de seguridad.

—¿Cómo?—Pregunta confundido. Luego negué la cabeza.

—Lo siento, hasta la plaza que esta cerca de la tienda “Soto” —Le dije y él asintió. Me dejaba a unas cuadras de donde Masato va pensar o algo así.

Luego de unos 20 minutos llegamos al lugar, le había mandado un mensaje a Masato que venga hasta la tienda a esperarme.
Y en efecto, se encontraba afuera, se acercó al auto y abrió la puerta, porque mamá caballerosa siempre.

—Serían 3000 yenes. —Asentí bajando del auto.

—Claro, lo paga el señor de aquí. —Dije apuntando a Masato. El suspiro y saco su billetera, pagándole al señor lo que le debe.

—De nada. —Dice mientras guardaba su billetera y luego caminaba hacia mi lado. Asentí bajando la cabeza. — ¿Sucedió algo? —Asentí. — Con Tokiya.—Volví a asentir.—Van un año desde que están saliendo, no pueden seguir así.

—¿Tal vez no quiere seguir con la relación? ¿Se aburrió de mi? —Dije mientras frenaba y me sentaba en un banco cerca de una plaza.

—No lo sé, tal vez quiere un tiempo.—Dice directo Masato. Lo quiero tanto, siempre me aconseja tan bien.

—Ah~ se aburrió muy rápido eh. —Dije sonriendo mirando el piso.

Masato se sentó a mi lado y me agarró la mano.

—Lo siento, no quise decir eso. Solo, debe estar cansado de todo el trabajo que le dan. Sabes cómo se pone por eso.

—¡Yo también tengo trabajo y no soy una drama queen! —Dije frunciendo el ceño. El río.— ¿Qué?

—Si lo eres, no te hagas.

—Pff, qué dices. —El levantó una ceja con una sonrisa en sus labios.—Espera, si lo soy. —Dije levantándome.—Gracias por eso.

—¿De nada? —Dijo con una sonrisa confundido — ¿Vas a ir a verlo? —Asentí. —Bien, te llevo yo.

—¡Gracias!

¿Rival? No lo creo «UtaPri» •TERMINADA•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora