Kiss Me Girl

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SAMANTHA

Muchas veces me despierto temprano en las mañanas, 'pensando en que las cosas jamás terminan como son planeadas, que ninguno de nosotros es un pluzze, no es algo que se pueda arreglar de manera correcta, es imposible tener un orden o algo que visualice bien la imagen de nuestra vida

Estaba tomando un café, mientras miraba por la ventana, era una tarde lúgubre y gris, parecía que las nubes estuvieran molestas con el sol, pues apenas lo podías percibir

-Buen día- dije sin girarme al escuchar a alguien ingresar a la cocina

-¿Tienes una aspirina?- me gire y vi a Murdoc con cara de pocos amigos- tengo guayabo- se desespero al ver que no hacia nada

-No tengo- dije volviendo a mirar a la ventana y bebiendo un trago del amargo cafe que me había hecho unos 3 minutos antes

-Inútil- dijo mirando mi espalda

-Venga que yo no me alcoholizo con media birra- le dije sentándome frente a el, seguido a esto encendí un porro- ¿desayuno?

-Que amable- lo tomo y aspiro con fuerza- ¿ya no lo escondes?- dijo burlesco, a sabiendas que no quería que nadie notara mi inclinación al consumo de sustancias

-Es medicinal

-¿Qué tienes?

-Desamor- solté y ambos empezamos a reír como locos- que rápido te entra...

-Pudrete- se levanto sin dejar de reír- gracias por el desayuno- me guiño el ojo y se fue lentamente...

Debía admitirlo, era mas agradable en la resaca que en la sobriedad o incluso borrachera... Inmediatamente recordé, como me hizo entrar a una habitación a ver a Pot coger, no podia dejar de lado el hecho de que hacia algo horrible y que no tenia claros sus motivos...

Di una calada mas y lo apague- eres para emergencias- le dije al cigarro y guarde lo que quedaba.

Y el mundo se volvió incluyente nuevamente, todo mas vivas y lleno de sentimientos, agudizando cada parte de mi cuerpo, desde el odio, hasta el amor, y toque la puerta blanca... Tan blanco como la piel de ese chico, y por un momento me vi a mi misma acariciando esa puerta y pensando que de el se trataba, que ahora era mas fácil tenerlo cerca.

Había pasado, al menos una semana, y el no me dirigía la palabra, cada vez que me giraba a verlo agachaba la mirada, y se negaba a toda costa a mirarme, se negaba a hablarme como antes... Y no comprendía el por que, fue el quien se acostó con esa vieja, no yo...

Mi teléfono sonó, leí el nombre "TAKAHIRO" y seguido a esto lo apague, es verdad lo evitaba a toda costa, el malestar era pequeño en comparación a la riña que me daría el...

-¿Sam?- abrió la puerta Stuart, con cara adormilada- ¿pasa algo?- dijo nuevamente mirando a otro lado.

-¿Por qué no quieres hablarme mas?- dije tratando de estar tranquila, pero parecía que estaba gritando, ni siquiera había motivos de reclamo, apenas llegábamos a ser amigos, pero si conocidos.

-Pero... te estoy hablando ¿no?

-llevas una semana tratándome como si fuera invisible, y no sabes como me duele- definitivo, sigan mis consejos de no fumar cuando vives en la misma casa que el chico que te gusta... EN SERIO.

-Sam...

-¿Por qué?- por un momento sus ojos negros se unieron a los míos, y me vi bailando en esa laguna negra, incluso mis piernas temblaron ante una sensación nueva, ante un mundo lleno de misterios deseados y desafortunados, pero miro el suelo, otra vez el puto suelo, como si fuera mas fácil ver esa porcelana fría, que verme a mi, como si le gustara mas.

Te necesito...(2D fic) EN EDICIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora