La fiesta

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Llegué a mi casa y me encerré en mi cuarto a llorar. Tenía que sacar lo que sentía pero alguien tocando mi puerta me interrumpió.

-¿Quién es?- grité

-Yo- era Sam- ¿Puedes abrir? Sé que estas llorando. Abrí la puerta pero no lo dejé pasar

-¿Qué quieres Sam?

-Déjame pasar- dijo con voz baja y limpiando una lágrima de mi mejilla- Ey no llores

-Pasa- le dije seria

-Quiero que sepas que hablé con Finn- Apenas pronunció su nombre, lo interrumpí

-Sam para, no quiero saber. Te dije que ya todo estaba bien... Sólo déjame y ya- Dije con el tono más tranquilo  que pude

-No Rachel, es que te tengo que decir que hoy voy a dar una fiesta- dijo eso y puse mala cara- y... Finn va a estar aquí, Rachel si se te acerca me ubicas en seguida y me dices ¿SÍ?

-No

-¿No?- preguntó sorprendido

-¡No puedo creer que lo invitarás después de lo que hizo! y no te voy a hacer caso si tú no me respetas. Salte de mi cuarto antes de que te diga cosas que yo no quiero decir ni tu escuchar- me miró sorprendido por unos segundos y salió.

——

La fiesta era en unos minutos y yo estaba dispuesta a bajar un rato. Había invitado a Quinn y a Mercedes, las dos me convencieron de que tenía que dejar todo olvidado y divertirme.

Después de salirme de bañar me puse un vestido rojo pegado al cuerpo con tirantes gruesos que me llegaba a la mitad del muslo. Era mucho más corto de lo que acostumbraba pero qué más daba.

Me maquillé muy sutil, no me gustaba maquillarme tanto y me planché el pelo, tomé mis tacones negros y bajé.

-¿Mamá no va a estar?- le pregunté a Sam mientras agarraba unas papas que estaban en un plato sobre la mesa

-No

-mmm que bien

-..... Si.....- dijo, claramente no me había visto y pude ver claramente como se había enojado

-¿Qué? ¿Tengo algo en la cara?

-Rachel ¿Estás loca o qué?

-¿Por?

-Ese vestido es muy corto y no quiero que lo uses hoy... Cámbiate

-No- dije en tono infantil mientras sonaba el timbre. Sam trató de abrir pero yo llegué primero. Recibí varias miradas de sus invitados, los dejé pasar y subí a mi cuarto a esperar a Quinn y a Mercedes

——

Ya eran las 12 de la noche y mis amigas ya estaban bastante borrachas, yo no había tomado a su nivel pero me la estaba pasando bien.

Cuando menos me di cuenta ya eran las 2 de la mañana y no parecía que fuera a acabar la fiesta pronto.

Debía ir al baño así que subí a mi cuarto, pero cuando abrí la puerta me encontré a Finn en mi cama, dormido.

FINN'S POV:

Llegué a la fiesta y Sam no me había visto, ubiqué a Rachel y se veía ¡increíblemente sexy! ¿cómo esperaba Sam que me resistiera a ella si lucia así?

Al ver que no la dejaban sola me dediqué a observarla, pero me di cuenta que mientras más la miraba más imposible era estar lejos de ella, tenía que acabar la distancia entre los dos.

Subí a su cuarto, decidí que era lo mejor, así en algún momento ella subiría y tendría tiempo de pensar que le diría. Mientras eso pasaba, se hizo tarde y solo ahí me aburrí. Me recosté por un segundo en la cama y me invadió su olor en las almohadas. Cerré los ojos,b quedé profundamente dormido.

RACHEL'S POV:

Verlo ahí me movió muchas cosas, hacía mucho tiempo que Finn no estaba en mi cuarto y el hecho de verlo ahí, tan tranquilo, por un segundo me había hecho olvidar esta mañana.

Era cierto, lo seguía queriendo pero él a mí no. Tenía que superarlo.

Me acerqué lentamente a la cama, me senté en la orilla. Puse la mano en su frente y noté lo guapo que era. Pasé mis dedos entre su cabello mientras miraba sus facciones. Tenía la nariz fina y unas pecas que lo hacían perfecto.

Pasé mi dedo índice por cada una de sus cejas, frunció el ceño levemente pero no se despertó. Fui bajando la mano a su brazo derecho y sentí lo fuerte que era. No era muy marcado pero se notaban sus musculos por encima de la playera. 

Tenía que admitir que era el niño más guapo que había visto en mi vida.

Poco a poco moví mi mano y fui tocando su abdomen, me perdí por un momento pero luego solté una risa, núnca me imaginé que llegara el día en el que pudiera tocarlo de esta manera.

De la nada, se volteó boca abajo. Casi me morí del susto,  creí que se despertaría.

Me quité los tacones para poder subir mis pies a la cama. Quería sentarme junto a él pero, si su abdomem se veía increible, no podía explicar como lo hacía su espalda. Me rescosté sobre ella, quedando boca abajo sobre él. 

No me podía reconocer, ¿Qué estaba haciendo? pero era inevitable, tenía que hacerlo. Sabía que si se despertaba iba a ser un desastre, pero no podía pensar en eso ahora. 

Lentamente puse mi cabeza en su cuello y su aroma hizo que perdiera la cordura, ya no podía más, necesitaba sentir lo que había debajo de la blusa que me separaba de tocar su piel.

Besé su cuello, muy suave, un beso muy sutil. Olí su cabello y me di cuenta que seguía usando el mismo shampoo que cuando era niño, sonreí. 

Alcé su blusa besando su espalda sólo una vez. Aunque quería hacer más, algo en mí me frenó. Sentí como se erizaba su piel pero me di cuenta de lo que estaba haciendo y regresé a la realidad. 

Me iba a levantar pero no quería hacerlo, así que sólo le acomodé la blusa para quedarme acostada sobre él. Puse mis brazos a su alrededor, abrazándolo. Me relajé y poco a poco me fui quedando dormida.

Goodbye To Romance [EDITANDO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora