Capítulo 2.

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Al momento en que Aris giró la manija sintió una fuerte brisa que le rozó como un golpe por todo su cuerpo.

Lo primero que vio cuando se adentró al territorio Subgical fue una plaza exactamente como la que había en su territorio, las casi mismas estatuas de los primeros reyes y por supuesto con una puerta que dirigía a Subgiblack.

Aris dio una ojeada por la plaza y siguio caminando observando cada detalle de por donde caminaba, se había dado cuenta que los dos mundos eran iguales pero a la vez no. Subgical tenía un ambiente sereno y como si respirarás tranquilidad, no es que en Subgiblack no fuera así, si no que el Rey Isaac es el tipo de persona que solo le gusta dar órdenes y que todos los que pertenecen a su mundo le obedezcan y eso hacía que todos se tensaran mientras tanto la Reina Esther era completamente lo contrario por lo que había escuchado, por algo eran completamente enemigos.

Siguió caminando por entre la gente, sintió la mirada de muchos pero a Aris no le importó, de alguna manera u otra se sentía libre como si algo en ella le dijera que de cierta forma perteneciera ahí, pensó un momento en Demian y en lo mucho que se enojaría al saber que ella piso el mundo Subgical y que lo que estaba haciendo iba totalmente en contra de las leyes. Pero lo único que Aris quería era conocer algo que todo su vida le había atraído pero nunca pudo cumplir, y ahora lo estaba viviendo

Personas salían de una casa que al parecer era una discoteca por la música y el ambiente, Aris camino hacia el lugar observando cada detalle, iba tan pendiente mirando cada parte de Subgical que no se dio cuenta que había chocado con un chico hasta que el habló.

—Sería increíble que pudieras ver por donde caminas. —el chico era alto tal vez unos 6 centímetros más que Demian, tenía unos imenzos ojos avellana y el cabello castaño oscuro ligeramente despeinado, Aris se sorprendió al escucharlo—

—Lo siento yo estaba pensando y es por eso que no me di cuenta. —Aris se lamió los labios resecos un poco nerviosa—

El chico de ojos avellana se rió. —¿Y que hace una señorita como tú en un lugar como este? —Aris vaciló unos segundos, a que se refería con "un lugar como este" no era esto una discoteca para todo el mundo, se preguntó—

—en realidad no vengo a este preciso lugar, solo decidí salir y tomar aire fresco eso es todo. —trató de controlar su nervios—

Aris se volvió a sorprender al ver que aquel chico se volvió a reír despejando sus labios carnosos de un rosa suave y mostrando su sonrisa perfecta, suspiró. —Eso es tan extraño, normalmente las chicas de por aquí no salen solas a estas horas y muchos menos llegan a parar en un burdel, así es, esto es un burdel. —el chico la miró como si esperara una respuesta inmediata pero Aris no sabía que decir, si alguna vez le había dicho algo su hermano era lo pésimo que podía llegar a ser mintiendo—

—como sea, yo no tengo porque darle explicaciones a un desconocido. —Aris le dio una última mirada y luego continuó alejándose pero aquel chico no se quedó tranquilo en su sitió y en cuestión de segundos ya estaba en frente de ella bloqueándole el paso—

Le dio una pequeña sonrisita y Aris volteó los ojos.

—Eres bruja ¿verdad?

Aris vacilo un momento pero luego asintió.

—Si lo soy, ¿por que lo preguntas? ¿Tu también lo eres? —los ojos de aquel chico destellaron—

—Claro que lo soy, esa es la razón por la que sé que eres una bruja, no sabes distinguirnos de todos los demás seres? Somos únicos en su totalidad —dijo en tono divertido—

—La verdad es que no soy muy buena controlando mi magia, aun estoy aprendiendo con la ayuda de mi hermano. —miró a otro lado evitando chocar la mirada con la de el—

El chico la miró unos segundos y justo cuando iba a hablar una voz varonil de lejos lo llamo.

—Aiden vamos, lo mejor de la noche esta por comenzar. —Aris se volteó para ver al sujeto y era un chico alto de ojos azules y un sedoso cabello rubio—

Suspiro un segundo al saber que por fin aquel chico que ya sabía el nombre la dejaría sola.

—Lo siento debo irme. —se encogió de hombros, alejándose de Aris pero sin antes pasarle la mirada de pies a cabezas, su mirada se detuvo en unos 20 centímetros más abajo de su hombro, Aiden frunció el ceño al darse cuenta que no llevaba la marca de los del mundo Subgical—

—¿De donde eres? —el tono de Aiden era frío y serio a la vez, tanto que hizo que ella se moviera en su lugar—

Aris pensó en correr y correr hasta llegar a la plaza y volver a su territorio, a Subgiblack, pero sería inútil, claramente Aiden seria más rápido que ella y en cuestión de segundos la alcanzaría, se había metido en un gran problema y tenía que buscar la forma de arreglarlo.

Aiden vio que Aris no contestó y volvió a preguntar. —te hize una pregunta, ¿de donde eres? ¿Por que no tienes tu marca?

—Es suficiente, ni siquiera te conozco y no debería estar hablando contigo, me largo de este lugar. —Se dio la vuelta y empezó a caminar a paso rápido, Aiden la siguió y cuando se alejaron del burdel estando ahora por una especie de callejón.

—Eres alguien del mundo Subgiblack, ¿no es así? Por eso no tienes tu marca. —río suavemente— ¿sabes lo que cuesta cruzar la puerta de tu mundo contrario? Te cuesta la vida, te podrían desposar de tus poderes, ¿que haces aquí? —el tono de Aiden era serio.

—¿Crees que no lo se? Yo solo estaba caminando por las calles de mi territorio y termine en la plaza anhelando la bendita puerta de este mundo. —Aris se tenso— no se lo digas a nadie por favor, no quiero problemas con tu gente y tampoco problemas con mi gente.

Aiden meneo la cabeza. —¿acaso no te informaste lo que sucede cuando cruzas a tu mundo contrario? El rey Isaac y la reina Esther ya deben saber que estás aquí, cuando una persona que cruza la puerta de su mundo contrario le llega directamente la información a los Reyes en este caso ya deben estar organizándose y buscándote para tu castigo.

Aris sintió como él pecho le dolía y su mente se puso en blanco, sabía de todos los riesgos al cruzar al mundo contrario pero no sabía lo último que le había dicho Aiden.

—Ven, vamos antes de que puedan encontrarte. —Aiden le tendió la mano, Aris la miró unos segundos y se negó.

—¿A donde iremos? ¿Que hay de mi hermano? El también puede estar involucrándose en esto.

—Iremos a mi casa ahí estarás segura, crearé una red de no rastreo que tengo autorizado ya que tengo los 18 y luego vemos por tu hermano pero no puedes quedarte aquí o te encontrarán fácilmente.

El tenía razón, no podía quedarse ahí o vendrían por ella y sería su fin. Tomó la mano de Aiden que aún seguía extendida y corrieron por las calles de Subgical.

Se le revolvió el estómago al estar con un desconocido, era la primera ley que había roto y la más importante, se preguntó si Demian ya habría vuelto a casa y se habría dado cuenta de que no está ella ahí. Aún sujeta de la mano de Aiden siguieron corriendo como si no hubiera un fin tal vez.

Contrary WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora