Capítulo 3

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Illegal Girl Pov's

"Este es tu objetivo, te mandaré su ubicación más tarde"

Esas palabras rondaban en mi cabeza una y otra vez mientras manejaba al lugar.

"¿Por qué quieres que lo mate?"

Estacioné la motocicleta en un callejón y verifiqué que la pistola tuviera balas.

"Eso ya no es tu asunto preciosa, toma esta arma e incrimínalo"

Después de revisar que nadie estuviera alrededor vi el objetivo y me asuste pero tenía que hacer el trabajo, necesitaba hacerlo. Comencé a caminar hacia él, lamentablemente estaba acompañado y en ese momento no dudé más comencé con el procedimiento. Uno de los sujetos se percató de mis intenciones y no dudó en atacarme, bueno, más bien defenderse, saque la pistola pero me golpeó y provocó que la tirara, seguíamos peleando mientras el otro chico con capucha no se movía, permaneció en shock.

Logró tirarme, alcancé el arma y se escuchó el cañón.

"Lo siento"

Me cayó el cuerpo encima, todavía estaba con vida, pero muy poca energía, el muchacho encapuchado corrió y lo apartó de mi lado, él estaba muy asustado al igual que yo, nunca había llegado a este nivel. Me dio miedo, lancé el arma a las manos del desconocido y salí corriendo del lugar.

Me escondí detrás de un muro, me asome y vi a mi víctima, el chico lloraba sin compasión alguna, todavía con el arma en las manos y el hombre moribundo en su regazo.

— ¡¡Aaron!! Hermano – ese nombre ya lo había escuchado antes, se descubrió el rostro, Oh no, no, no – Hermano, Por favor, no –

¡No puede ser! ¡Asesiné al hermano de August! Vi mi ropa, tenía sangre, me cubrí el rostro con ambas manos, las lágrimas no se hicieron esperar, era tanta mi culpa que no podía soportarlo, no podía permanecer en ese lugar, me descubrirían, corrí hasta la motocicleta y emprendí mi viaje a casa.

Llegué al departamento muy arrepentida, con los ojos empapados, sintiéndome más culpable que otras veces, caminé lentamente por el pasillo, al encontrarme con el espejo lo único que veía era el reflejo de una asesina, no quería sentirme así, decidí tomar una ducha. Al terminar de vestirme me acomodé en la cama y lo primero que encontré fue lo que abracé.

No puedo creer que me mandaron a matar al hermano de August ¿Por qué? ¿Qué le hicieron a mi jefe? Me dormí con ese extraño pensamiento.

El teléfono comenzó a sonar, al darme cuenta de quien se trataba me di cuenta que solo dormí media hora, era Mike, contesté.

— ¡¡Felicidades chica!! Lograste tu misión, y de manera maravillosa debo decir, todo salió conforme al plan.

— ¿Qué es lo que quieres Mike?— Contesté sin ganas.

— Hey, linda, ¿qué sucede? Te ganaste lo mejor que puede haber.

— Y... ¿qué es exactamente? — Me senté mientras escuchaba.

– Tienes que descubrirlo, ven a las instalaciones ahora, te lo ganaste – Cortó la llamada.

No tenía otra opción, me levanté y me volví a disfrazar, me encapuché para salir al nuevo destino.

Entré al edificio escoltada por guardias quienes me guiaron hasta la oficina de Mike quien me recibió con una de sus peculiares pero lindas sonrisas al igual que su gorra y lentes oscuros, no se los quita para nada, eso lo identifica.

– ¿Pero qué veo aquí? Si es la preciosa Illegal Girl – Me hizo entrar y me senté en el sofá del lado de la puerta – Linda. Te has ganado el premio mayor– Estiró un portafolio sobre el escritorio, me levanté pero lo vi con poco interés.

– ¿No te gustó? Leila... dime que tienes –

– ¿Es normal, sentirse tan mal después de matar a alguien? – Lo vi a los lentes, pero sé que él veía directo a mis ojos, como el buen consejero que se convirtió desde el día en que me reclutó.

– Ah, era eso. Mira linda, en este mundo matas o mueres, pero lo hiciste por un bien, el tuyo y si, suena cruel pero tienes que ver por tu propio confort. Este mundo en el que ambos nos encontramos no es para nada fácil, y tarde o temprano te iba a tocar. El jefe tiene decisiones extrañas, pero sabes que no lo podemos cuestionar, hiciste tu trabajo y te lo ganaste, si, no fue a la buena o de la mejor forma pero lo hiciste – Se levantó y se dirigió hacia mí con el portafolio en la mano y acercándolo – Esto que tengo es por lo que trabajaste este tiempo, por lo que luchaste estos últimos meses.

En ese momento me dio un brinco el corazón, tomé con mucho cuidado lo que me extendió y lo abrí lentamente.

– Disfrútalo – me dijo para regresar a su asiento.

Encontré lo que busqué por 5 largos y tormentosos meses: El asesino de mi madre. Era un chico con cabello blanco, ojos cafés y vestimenta negra, venía su nombre y una descripción de él.

– ¿Quién es? – le mostré la fotografía

– Se llama Boy D y fue el mejor de los criminales en la historia, actualmente está retirado y se desconoce su paradero. Pero aquí comienza tu tarea hermosa. – Se levantó nuevamente – Illegal Girl oficialmente ya no trabajaras para nosotros. Eres libre –

No podía estar hablando en serio ¿Soy libre?

– ¿Cómo dices? ¿No me ayudarás más? ¿Cómo se supone que atraparé a Boy D? o siquiera encontrarlo, ¿No cometeré más crímenes? – Le lancé demasiadas preguntas, él sólo rio y se quitó los lentes permitiéndome observar sus ojos azul claro.

– Tal cual oíste, cumpliste con todas las misiones asignadas de forma perfecta. No, ya es tu hora, aprenderás pero sin mí, ¿Cómo te adaptarás si siempre tomo tu mano? Los crímenes esa es tu decisión – Me abrazó y correspondí – Te veo en otro camino Leila – besó mi frente sin despegarse del abrazo – Puedes quedarte con la moto, el departamento y el disfraz. Te escoltarán a la salida. Suerte, linda – Puso su brazo encima de mi hombro y me guió a la puerta.

Mi vida cambiaría a partir de hoy, creo que todo valió la pena si tengo la información.

Regresé al departamento muy cansada y me tiré a la cama, revisé la hora del teléfono 02:40 a.m., ahora que soy "libre" sinceramente no sé como le haré para atrapar al asesino. Pero ahora que recuerdo tengo una amiga que trabajó en el caso de mi madre, es una investigadora privada y experta en informática, una chica de mi edad. Me cambié a algo más cómodo y busqué en mi cajón, entre mis notas hasta que encontré el número telefónico que me interesaba. No dudé más y marqué a su número.

– ¿Hola? – Se escuchaba somnolienta

– Hola Mia, Soy Leila

– ¿Al menos sabes qué hora es? ¡No inventes! ¡¡No fastidies Leila!! – Tardó unos segundo en darse cuenta con quien estaba hablando – ¡¡LEILA!! – tuve que alejar el teléfono de mi oído para evitar quedarme sorda – Mujer, creí que no escucharía tu voz de nuevo, ¡te di por muerta! ¡Qué alegría que me llamaras!

Le expliqué lo que me sucedió y de la doble vida que he llevado desde hace medio año, también le dije que necesitaba de su ayuda, claramente se sorprendió y me preguntó si era la chica que salía en la televisión como la criminal más buscada a lo cual le afirmé, pronto logré convencerla y le gustó la idea de acompañarme y apoyarme en la investigación hasta dar con Boy D. Le pedí su dirección y acordamos en vernos lo más pronto posible.

Había mucho que trabajar y estoy dispuesta a lo que sea para atrapar y liquidar a mi enemigo.

Love is EvilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora