Capítulo 20 "¿Saber qué?"

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Pasó un mes lentamente, más de lo normal para él, sus días los llenaba de trabajo para no agobiarse más por no encontrar por ningún lado a Dul, sus padres no quisieron darle información alguna.

-Ya decía yo que un muchacho como tú no haría otra cosa más que lastimar a mi pequeña -dijo Fernando Espinoza furioso-, ¿Enserio crees que te diremos dónde está? ¿Para qué?

-Escucha Christopher- dijo Blanca-, yo en verdad te di la oportunidad de hacernos ver que eras buen muchacho pero con lo que hiciste sólo terminaste de convencernos de que no es así, ella no quiere verte, no quiere saber nada de ti.

-Por favor escúchenme- pidió Chris-, las cosas no fueron así, esa mujer lo hizo para precisamente causar este conflicto.

-Dulce nos habló de la vida que llevabas antes de conocerla y un tiempo después de que empezaron a salir- refutó Fernando-, no nos vengas con cuentos baratos, te voy a pedir que te retires de mi casa, ella no quiere saber nada de ti, ni nosotros.

El recuerdo de esa conversación lo mataba, imaginó a Dul desahogándose con sus padres en un mar de lágrimas, debían odiarlo y lo peor de todo que era por algo de lo cual él no era culpable, "Maldita Victoria" pensaba a cada momento, agradeció las acciones que tomó el señor Ferrer al enterarse de la tontería que había hecho su hija; ya no salía más que para tocar en el bar los viernes, se encerraba en su departamento inmerso totalmente en la música, sus canciones se llenaron de letras hacia ella, cada noche la soñaba, despertaba deseando que no sólo fuera eso pero la realidad lo golpeaba apenas unos segundos después, sus amigos trataban de animarlo pero nada funcionaba, ellos tampoco habían podido investigar nada sobre su paradero.

Había logrado conseguir una pequeña oficina donde empezaría a formar su propia empresa, consiguió hacer alianzas con algunos proveedores de la zona gracias a que trabajó ahí por dos años, su amiga Zori la apoyó en todo momento, lograron su primer evento gracias a sus antecedentes en ese ramo, aunque su mente la ocupaba la mayor parte del día en su trabajo siempre llegaba un momento en el día que su recuerdo la agobiaba, supo que intentó saber su ubicación por medio de sus padres, les agradeció que no le mencionaran nada, su vida debía seguir su curso sin él, lo lograría, tenía razones de sobra para hacerlo, aceptó que extrañaba a Anny y Mai pero sabía que si les decía dónde estaba Christopher se terminaría enterando, no podía arriesgarse a eso, aunque supuso también que ya habría regresado a su vida anterior, tal vez ni la seguía buscando.

Nada era como antes, ni la sombra de lo que alguna vez fue, los meses pasaban y sus días seguían siendo igual, trabajo, música y buscarla, insistió un par de veces más con sus padres pero la respuesta fue "No", su mente y corazón estaban hechos un caos, no saber nada de ella en meses lo estaba acabando, sus amigos intentaban localizar a Dul sin obtener resultados, en verdad no quería que la encontraran; esa noche tocó en el bar como cada viernes, sus interpretaciones eran cada vez más melancólicas, se notaba el sufrimiento en su voz, el sentimiento con el que cantaba era evidente, una pelinegra muy guapa se acercó a él al terminar su participación.

-Hola guapo- saludó la chica.

-¿Dul?- preguntó al ver que su cabello era idéntico al suyo.

-No querido- respondió sonriendo-, me llamo Paula, he escuchado mucho sobre ti- dijo pasando su dedo índice por su pecho-, ¿Qué te parece si vamos a tu casa y me demuestras que es verdad todo lo que se dice de ti?

-¿Y qué se dice de mí?- preguntó sin ánimos.

-Que eres un gran amante, que nunca has dejado insatisfecha a ninguna mujer.

-Lo siento- suspiró quitando su dedo de su pecho-, llegaste tarde para conocer a ese Christopher, con permiso- se despidió dándole la vuelta para salir del bar dejando a la mujer muy asombrada.

El futuro es hoy ❤ (Vdy) ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora