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Despertó por la tenue luz que se colaba entre las cortinas. Los rayos de sol alcanzaron sus ojos, haciendo que el castaño los abriera lentamente, hasta recuperar la conciencia y soltar un suspiro.

Hizo a un lado las sabanas y visualizo la habitación a su alrededor. Sus oscuros ojos aterrizaron en el reloj a su lado, que marcaba las 9:30 a.m.

El pánico entró en el y rápidamente se levantó de su cómoda cama para buscar algo de ropa. Probablemente llegaría tarde a clase. De nuevo.

Salió de su habitación, entrando a la pequeña cocina en búsqueda de algún tipo de alimento. En cambio encontrándose con NamJoon, quien leía el diario tranquilamente mientras bebía café de una taza. Este alzó la vista y le dio una sonrisa al menor, la cual lo tranquilizó un poco.

"Buen día Guk." Expresó el mayor.

"Buen día, Hyung, queda café? Voy tarde." Rascó su nuca, sonriendo un poco al ver que el mayor asentía.

Se acerco a la cafetera, y vertió algo del caliente líquido en un termo. "Nos vemos luego Hyung." El menor se despidió mientras tomaba su mochila y salio del pequeño hogar que compartía con NamJoon.

[...]

Una vez dentro de su clase de comunicaciones públicas, a la cual había entrado justo antes de que el profesor cerrara la puerta, el castaño se desplomó en su asiento junto a su mejor amigo. Este le miro extrañado, pues JeongGuk aspiraba con fuerza por la boca, agotado de tanto correr.

"¿Que te ha sucedido? ¿Acaso has corrido una maratón?" Preguntó Yugyeom, quien sonaba consternado, pero sonreía con burla.

JeongGuk negó, abriendo su mochila y retirando un pesado libro de texto. "Me he quedado dormido, es todo." Miró el interior de su mochila mientras fruncia el ceño. "¿Tienes un lápiz que puedas prestarme?" Su amigo sonrió, entregándole el suyo y buscando otro en su propia mochila.

Frente al pizarron, su profesor comenzaba a explicar la clase, pero la mente del joven no se encontraba allí. Su mente yacía en los carnosos labios y fuertes brazos de su compañero de hogar.

"Guk.." El castaño giró su cabeza al llamado de su amigo, quien lo miraba con ojos abiertos como platos. "¿Te has acostado con alguien?"

Esto sobresalto a Jeon, quien se detuvo de soltar un grito. Hechó un vistazo a su profesor, comprobando que no estaba escuchando la conversación. "¿Que rayos estás diciendo? ¿Te has vuelto completamente loco?" Dijo las palabras en un pequeñisimo grito, que era mas un susurro, mirando a Yugyeom con odio.

El otro señalo a su cuello, sonriendo. "Me refiero a que hay chupetones en tu cuello Guk."

Chupe... ¿¿Qué??

Su mano subió rápidamente a su cuello, recorriendo el área, comprobando con un apretón, que dolía. Pero, ¿como había llegado eso allí? A menos que...

"NamJoon..." El nombre dejo los labios de JeongGuk en un susurro, su mente reviviendo los eventos de la noche anterior. Este debía de haber mordido su cuello, y Jeon se encontraba tan perdido en la lujuria que ni siquiera lo notó.

Al salir de claseㅡcon un mínimo conocimiento del tema, pues no prestó mucha atenciónㅡYugyeom tomó al chico por el brazo y lo condujo hasta un pasillo menos transitado en el cual pudieran hablar.

"Explicate." Posó sus manos en sus caderas, esperando que Guk explicase lo sucedido.

El castaño suspiro, mirando sus zapatos. "Ayer, cuando Nam llego a casa, está algo frustrado y..."

"Tuvieron sexo."

"¡No!" Miró al pelinegro con desaprobación. "Solo fueron unos cuantos besos..."

"Pues no solo te besó la boca."

Jeon se le abalanzó, cubriéndole la boca, esperando que un grupo de estudiantes estuviera lo suficientemente lejos de ellos para soltarlo. "¿Calla quieres? Es solo una mordida." Le fulminó con la mirada. "No montes un espectáculo, ¿si?"

Su amigo rió, tomando el brazo de Guk y caminando junto a el hacia el área de comida. "¿Por que no me habías contado que salían? ¿Que clase de amigo eres eh?" El pelinegro golpeó el pecho del más bajo.

JeongGuk soltó un suspiro. "No estamos saliendo.." Dijo con pena. "Somos solamente amigos."

"Que se besan."

El castaño reprimió una sonrisa. "Algo así."

[...]

NamJoon tenia sus manos puestas en el muro detrás de la tienda donde trabajaba, un brazo a cada lado de la rubia cabellera que se encontraba besando. Los delgados brazos de la chica abrazaron su cintura, y soltó un gemido en la boca del moreno.

La mujer, a la cual Nam había conocido hace unos cuantos meses en un bar, había llegado y susurrado seducciones en su oído. Y así el chico había terminado por gruñir y dirigirla a la parte trasera del local.

Notó que las manos de la rubia comenzaban a deshacer el botón de su pantalón, y su propia mano sostuvo la suya para detenerla. Se separó del beso, recuperando el aliento. "No aquí."

Ella asistió, piernas temblando por la excitación. "Mi auto esta por allí."






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éste capitulo es mucho mas largo de lo que espere..
La música hace milagros AIFKANF
Buen dia/noche

P.d: Nam puto que te pasa aufksn

anger / namkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora