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NamJoon caminaba despacio hacia el lugar que compartía con JeongGuk, a pesar de haberla pasado bien con Hye Jin, algo le molestaba. Y muy dentro, sabía perfectamente que ese algo era el hecho de que su menor hubiera dejado el club junto con otro chico.

Sin saberlo, frunció el ceño al recordar la forma dolida en la cual el chico lo había observado. Lo hacía sentir, extraño. De su cabeza no salía el pensamiento de que podía haber lastimado a Jeon. Claro que luego recordaba como le había sonreído a aquel desconocido, y entonces su mal humor regresaba.

Al estar por fin frente a su hogar, pudo ver que estaba totalmente oscuro, JeongGuk aún no llegaba a casa. Seguía estando con aquel otro rubio. Un gruñido se le escapó, y con más fuerza de la necesaria, insertó la llave y abrió la gran puerta de madera.

Se adentró a la oscura sala y se dejó guiar por su memoria hasta llegar al sofá y poder desplomarse con un suspiro. Cerró los ojos y para cuando se enteró, se hallaba pensando en lo mucho que disfrutaría besar los delicados labios de su menor y escapar de la frustración que sentía.

Rápidamente se incorporó y comenzó a buscar su móvil, pues se moría por saber donde se encontraba el chico. Marcó el numero y esperó impaciente a que Jeon respondiera.

"¿Hola?" El sentimiento de enojo creció aún más cuando escuchó una voz que no pertenecía a JeongGuk a través de la linea.

"¿Quien eres y por qué tienes el móvil de JeongGuk?" No hizo ni el más mínimo esfuerzo para ocultar el enfado en su voz, al contrario, quería que esté extraño supiera lo molesto que se encontraba.

Pudo escuchar los pequeños sonidos de nerviosismo del otro lado de la linea. "Soy Taehyung, creí que se trataba se algo importante, y Gukie esta dormido, ¿necesita algo?"

Nam gruñó al escuchar a este tal Taehyung llamar a su menor con el sobrenombre que solamente él utilizaba. "¿Está dormido? ¿Donde esta? Iré por el."

"¡No, está bien!" El chico rió, y NamJoon hizo una mueca. "Está a salvo conmigo, no tiene de que preocuparse."

El mayor se sentía impotente al saber que Jeon estaba en manos de un desconocido, y, peor, lejos de sus brazos. Pero decidió que discutir con Taehyung no lo llevaría a ningún lado. En voz muy baja, murmuró una despida y terminó la llamada, soltando un suspiro de derrota.

[...]

Cuando abrió los ojos el primer pensamiento que le azotó fue que no se encontraba en su habitación. Esas no eran sus sábanas y esa por supuesto que no era su cama.

Se incorporó y observo su alrededor en confusión, lentamente el sueño dejó su mente y recordó dónde se encontraba. Sus mejillas se tiñeron un suave color rojo al recordar cómo había perdido la batalla contra el sueño al caer dormido en las piernas de Tae mientras jugaban videojuegos.

Murmurando incoherencias y maldiciendo su debilidad, se levantó de la extraña y cómoda cama, dirigiéndose con pasos aun adormitados en busca de Tae. Abrió la puerta y visualizó el pasillo, recordaba haber caminado por allí al ir al baño la noche anterior.

Al dejar la habitación y cerrar suavemente la puerta, sus oídos pudieron captar los sonidos de una persona cantando mientras cocinaba lo que olía como desayuno.

Sintió como su estómago se revolvía pidiendo alimento a gritos, y se encaminó a la cocina, donde encontró a Taehyung bailando al son de su propia voz. Una risa se le escapó. "Buenos días."

El rubio dejó caer el utensilio que sostenía con un grito, una mano sosteniendo su pecho dramáticamente. "¡Guk!" Rió sin aliento. "Me has asustado, ¿que te ocurre?" Pero su seriedad duró poco, pues pronto se unió a las risas del castaño. "Será mejor que comamos."

JeongGuk asintió mientras sonreía, mostrando esa tan característica sonrisa de conejo que poseía.

[...]

Horas después, Jeon se encontraba camino a casa de regreso de la universidad, usando ropas de Tae, pues se le habría hecho tarde si intentaba ir a buscar las suyas.

El chico había estado evitando pensar en NamJoon, pues el recuerdo de el junto aquella chica aun dolía. Incluso cuando Guk sabía perfectamente que su Hyung no le pertenecía, la idea de verlo con cualquier otra persona se le hacía incorrecta.

En el fondo, existía el miedo de toparse con el después de haber pasado la noche fuera. Sabía muy bien que la mirada que Nam le dedicó al salir del club no era para nada algo bueno.

Y ese miedo se hizo más fuerte al poner pie dentro del pequeño hogar. La sala estaba deshabitada, pero podía escuchar al mayor en su habitación mientras escuchaba música a todo volumen.

Respiro hondo e intento pasar desapercibido y correr hacia su habitación. Pero... "¿JeongGuk?" La voz de Nam fue audible desde donde el menor se encontraba. "Ven, quiero hablar contigo."






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gente se me acaban los capítulos escritos auxilioooo

anger / namkookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora