misplaced criminals ー nct dream

until always, friends

Se quitó el lente de contacto, perdiendo todo tipo de comunicación con el otro.

—Creo que nos está engañando —Y dicho esto, hizo de su mano un puño, haciendo añicos el artefacto. Mark frenó bruscamente, dándose la vuelta para mirarlo. Hizo lo mismo que Jisung, sólo que éste no le hizo nada. La tecnología de este aparato era que, en el momento en el que te lo quitabas del ojo, dejaba de funcionar, y no volvía a trabajar a menos que volvieses a colocárselo. Así que los demás hicieron lo mismo, impidiéndole a su jefe escuchar lo que hablaban.

—Lo supe desde un principio —Suspiró—. La verdad es que no tengo idea de porqué acepté. Mi error. Perdón —Bajó la mirada.

—Es error de todos, Mark —Dijo Renjun, consolándolo —. Perfectamente pudimos haber rechazado la oferta. Aceptamos más que nada porque teníamos miedo —Hizo una pequeña pausa—. Jungwoo efectivamente nos está engañando. No es tonto, loco tal vez, pero no tonto —Todos asintieron.

—¿No se han dado cuenta de que nos ha estado engañando? Diciéndonos que obedezcamos a sus órdenes, pero sólo era chantaje. Nos delatará de todas formas.

—Por eso hay que idear algo.

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La mujer tenía los ojos cerrados con fuerza, despidiéndose de su vida, agradeciendo por los buenos momentos, y preparándose para ver a su hijo de nuevo. Pero ese momento nunca llegó. En vez de eso, sintió la soga de sus muñecas aflojarse, al igual que la de sus pies y la mordaza se cayó encima de sus piernas.

El chico se acercó a ella y la abrazó.

—Perdón... Todo lo que dije no fue en serio, era parte del plan —La apretó un poco más, soltando toda la tensión de hace unos momentos. La mujer, aún aturdida y confundida, lo abrazó de vuelta con sus temblorosas manos.

—¿Qué? ¿De qué hablas, Jeno? —Se separó de él y lo miró a los ojos.

—Kim Jungwoo nos mandó aquí —Dijo Mark, acercándose a ella. El padre de Jaemin se acercó al escuchar aquel nombre —. Trabajamos para él, bueno, en realidad nos amenazó para que trabajásemos con él —Se encogió de hombros. La madre abrió sus ojos, anonadada.

—Ese imbécil... —Frunció el ceño —Por eso quería asesinarnos. Jungwoo era un fiel comprador, pero nos pagaba tan poco que no podíamos darle de lo mejor de nuestra mercancía. Es un estúpido si lo piensas bien. ¿Matarnos por no darle lo que quería? Suena ilógico —La madre soltó una risa incrédula.