misplaced criminals ー nct dream

1: hidden secrets

El timbre sonó, dando inicio a las clases. No llevaban ni un mes y ya se sentían presionados y estresados. El último año siempre es el más jodido. No hay día en el que no te hablen de la universidad y de tu futuro, cosa que llega a hartar. No es como si ellos estuviesen muy interesados en aquello tampoco. No necesitan ese tipo de mierdas.

JiSung y ChenLe entraron a su aula, y se separaron de los demás del grupo. Eran los únicos que iban en un curso distinto, por ser los menores, mientras tanto los otros cinco iban en el mismo año.

Cada uno de los estudiantes entraron a sus respectivas aulas, dejando los pasillos vacíos y silenciosos.

En la clase de historia, se encontraban JaeMin, Jeno, HaeChan, RenJun y Mark; mientras tanto los otros dos se encontraban en la clase de Química.

—¡Bien alumnos! Hoy repasaremos lo que fue la Segunda Guerra Mundial —El profesor entró eufóricamente, dejando caer sin cuidado todos los libros que traía en la mano, provocando un ruido sordo cuando chocaron con el escritorio. Sorbió su nariz y sacó el plumón para empezar a escribir en la pizarra—; Como sabemos, todo empezó en 1939...

HaeChan suspiró ruidosamente. Recién llevaban cinco minutos de clase y ya quería irse. Abrió la mochila, que estaba encima de su mesa, y de la manera más disimulada que pudo, sacó una botella de vodka, la cual ya estaba a la mitad.

—¡DongHyuck! —Lo reprendió Jeno sin alzar demasiado la voz. —¿Cómo te atreves a traer una botella de alcohol sin convidarme? ¡Egoísta! —A continuación, HaeChan sonrió por el comentario y le dio la botella al mayor. A diferencia de su amigo, no se preocupó de ser muy discreto, puesto que el profesor era un tonto y nunca se daba cuenta de nada. Le dio unos cuantos sorbos, y al sentir como el líquido quemaba sus entrañas, hizo una mueca. Se la devolvió a su compañero y le guiñó un ojo.

HaeChan recibió la botella y se la tomó casi toda. Cuando vio que el profesor iba a darse la vuelta para mirar a la clase, escondió la botella dentro de su chaqueta, en una maniobra casi a la velocidad de la luz. El maestro lo miró y lo ignoró, sin darse cuenta de lo que DongHyuck estaba haciendo. El chico se rió por lo bajo, burlándose de lo inútil que era.

Miró a sus compañeros, todos sentados delante de él, a excepción de Jeno, que se encontraba a su lado, durmiendo. RenJun y Mark estaban delante de él, conversando y tonteando, Mark, sacando un pote con sandía picada de su mochila, ambos indiferentes a lo que el profesor hablaba. Contempló por unos momentos esa sonrisa, sus dientes perfectamente alineados hacía que sus labiales fueran tres veces más deseables. Lamió inconscientemente su labio inferior al pensar en tal cosa, y se fue hacia arriba para admirar sus ojos. Aquellos orbes oscuros que le encantaban. Que cada vez que esas pupilas le miraban el mundo le daba vueltas y le costaba respirar, esos ojos cafés y esos finos y rosados labios lo tenían en la maldita perdición.