Capitulo 3

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- ¡Ayuda!

- No dejes que me toque - escucho gritar a una persona en un cuarto blanco de cuatro paredes. - Soy inocente, te lo juro, lo soy.

Volteo a ver una esquina de aquel cuarto y está una persona con una bata larga blanca. Caminó hacia ella y tocó su hombro.

- ¿Estás bien? - salta del susto y me mira, doy un salto hacía atrás por la impresión, soy yo pero demacrada, con ojeras y en huesos. -Tú...

- Ayuda me, él es el malo, quiere la verdad y no es bueno, malo, malo bueno no no no no - miro para todos lados buscando una puerta. - Tú tienes la culpa.

Empieza a gruñir tomando una posición de un perro, su cara ya no es como la mía si no es un animal feroz. Doy pasos hacia atrás hasta chocar con la pared, el animal se acerca lentamente hacia mi, su presa.

- No, no me comas, por favor.

<<Katia despierta>>

El animal empieza a correr.

- No, no, no no - grito poniendo mis manos como escudo.

<<Katia despierta>>

- ¡Ayuda! ¡No me comas!

- ¡Katia!

Abro los ojos sentando me en la cama y me encuentro con la cara de preocupación de mi mamá, me acaricia la cabeza intentando calmarme.

- ¿Qué estabas soñando?

- No creo que se le llamé sueño a eso - respondo volviendo a mi posición de dormir. - Tuve una pesadilla.

- Y de que trataba dicha pesadilla.

- Es difícil de explicar, no comprendo que era.

Me mira con atención, me resignó y tomo aire para hablar.

- Era yo en un cuarto pequeño intentando buscar una salida, pero en ese cuarto estaba yo pero no yo, era otra persona que se parecía a mí pero demacrada, estaba mal - tomo aire y continuo. - Se convertía en un monstruo, corrió hacía mi pero desperté.

Mi mamá se queda pensando un momento, después me sonríe y toma aire.

- Solo es una pesadilla, Katia.

- Pero fue tan real - miro hacía el techo. - Me dio demasiado miedo.

- Claro es obvio, las pesadillas a veces se tornan tan reales que no sabés si vives en una fantasía o en la vida real - se para de la cama. - Pero estamos en la vida real y en esta vida tienes que ir a la escuela y ya es tarde, así que parate ya.

A Través De Mis Pesadillas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora