Capítulo 5

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- Supongamos que no sea necesario el tenerla aquí, se puede curar con medicamentos - escucho una voz reconocida a una distancia pequeña.

-No, ya te dije que ella necesita más que unos tontos medicamentos - habla otra persona que no reconozco.

-Mira de colega a colega - mis ojos se abren mientras intento mover mis muñecas. - ella es mi hija y se que ella no tiene ninguna enfermedad mental.

Intento cambiar de posición pero es inevitable, hago escándalo y se percatan de mi presencia, el otro sujeto con una bata blanca y una jeringa con un líquido amarillento dentro se acerca a mi. Yo trato de gritar y soltar mis muñecas y tobillos.

-Te voy a pedir que salga de aquí Raúl y me dejes hacer mi trabajo - empiezo a respirar rápido y pedir ayuda a mi papá. - O llamo a seguridad.

Mi papá sale de la habitación sin voltear hacía mi, el mismo sujeto sonríe con malicia.

-Tranquila esto es por tu bien y nada más, esta claro.

Yo empiezo a negar con la cabeza e intentar escapar de ese lugar. Me entierra la aguja de la jeringa en mi vena de mi muñeca, grito por el ardor que causa eso.

Después de un instante desaparece el dolor y ahora estoy parada con mi pijama frente a una camilla, hay una persona respirando tranquila. Camino aún mas cerca de la camilla y destapó la cara, doy un grito ahogado viendo mi cara con ojeras y moretones. Abre los ojos y voltea hacia mi.

-Tu tienes la culpa, eres y serás la única culpable de todo, por tu culpa lo mataron y jamás regresara - salta sobre mi tratando de ahorcarme, atrapa mi cuello apretando con demasiada fuerza, intento aspirar pero no puedo.- Muere como él lo hizo, mereces morir -su rostro cambia por el de Simon y suelta mi cuello. - Lo siento, lo siento, lo siento.

La puerta se abre y entran personas de blanco, sujetan a Simon de los brazos y hombros.

-Dejen lo en paz, no hizo nada - grito

-¡Ayude me! ¡ por favor!, necesito salir de esta pesadilla.

-Yo también - susurro.

Despierto con un brinco sentándome, frotó mi rostro con mis manos.

- Malditas pesadillas - me recuesto de nuevo, estoy bañada en sudor no soporto la idea de estar toda sudorosa, veo la hora en la pantalla de mi celular son 4:30.- Oh, maldición.

Espero media hora para poder salir de mi habitación y tomar un poco de agua, en estos tiempos hace demasiado calor y es insoportable. Solo espero que no este mi madre ahí y me interrogué con demasiadas preguntas del por qué siempre estoy despierta desde muy temprano y me abruma la idea de decir que fue por culpa de pesadillas como si fuera una niña pequeña de 5 años, aunque estos sueño o pesadillas no las tiene un niño de esa edad, la mayoría de ellos sus pesadillas se tornan más en el aspecto de cosas que les da miedo.

A Través De Mis Pesadillas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora